Hasta el pasado sábado 22 de junio,
Tuan Andrew Nguyen, era para mi un artista totalmente desconocido. Sin embargo, fue leer el
artículo que Mercè Ibarz, publicó en VilaWeb y despertarse en mi, un gran interés por conocer su obra.
Desde el 10 de mayo del 2024 y hasta el 24 de septiembre, se puede ver en la
Fundació Joan Miró de Barcelona, la exposición
Nuestros fantasmas viven en el futuro del artista vietnamita-estadounidense, Tuan Andrew Nguyen, que nació en
Saigón en 1976 y que es el ganador del
Premio Joan Miró, 2023, en su octava edición, exposición comisariada por
Martina Millà, jefa de exposiciones de la fundación.
El Transformar bombas en arte, alquimia de la reparación, con el que se encabezaba el artículo, era sugerente, me vino a la mente la comparación de este titular, con el de la transformación en el proceso del duelo, y que refleja su final, una transformación de nuestra identidad y de nuestras relaciones, un recuperar la esperanza, por tanto una alquimia de la reparación.
Al día siguiente fui hasta la Fundació Joan Miró a visitar la exposición, me esperaban unas composiciones con piezas móviles realizadas por
Tuan Andrew Nguyen y cuatro espacios donde visionar unas instalaciones de videos impactantes, dos de ellos producidos por el propio artista y dos más que complementan la exposición al cien por cien.
Tras el acceso al interior de la exposición, encontramos las esculturas elaborada por Tuan, que incluyen bombas y materiales de artilleria utilizados durante la guerra de Vietnam, desde explosivos que no llegaron a explotar, que se funden y se convierten en láminas, hasta de obuses que han recuperado de los campos y que pueden llegar a ser campanas.
Transformar objetos que fueron creados para destruir en objetos con valor estético, de nuevo aparece la transformación, equiparable a la que sucede en un proceso de duelo.
Hay una referencia clara en las esculturas móviles de Tuan Andrew Nguyen, a la obra de Alexander Calder, que fue un claro oponente de la guerra de Vietnam. Son esculturas cinéticas inspiradas, como Tuan explica, en Alexander Calder.
Un código QR, nos da acceso a poder escuchar los sonidos que originan los platos y tubos colgados de la estructura móvil, un sonido que emite una frecuencia de 432 hertzs y que se considera que tiene unas propiedades sanadoras. Puedes escucharlo clicando en el enlace.
Los reflejos de las piezas móviles son diversos, invitan a la introspección. Los móviles te interpelan y también te invitan a jugar con ellos.
Pararse a mirar el detalle, acercar el objetivo y dejar volar la imaginación. Las esculturas han dejado de ser únicamente el material del que están formadas, para pasar a tener una esencia.
Las obras en la exposición conectan Vietnam, Estados Unidos, Francia, Senegal y Marruecos.
Los videos muestran el impacto que han tenido las guerras en Vietnam a lo largo del siglo XX, tanto en las personas que las han padecido como en sus descendientes.
Los dos primeros vídeos guardan relación con la guerra americana de Vietnam (1955-1975) y los otros dos con la Guerra de Indochina (1946-1954), con la que Vietnam logró la independencia del colonialismo francés.
La primera instalación es
The sounds of cannons familiar like sad refrains, 2021 -Los sonidos de los cañones familiares como estribillos tristes-. Me resultó muy impactante oir la voz de una bomba sin explotar, una bomba que habla y recuerda sus vivencias, su pasado y su futuro, mientras es enterrada y detonada.
La segunda instalación
, The unburied sounds of a troubled horizon, 2022, -Los sonidos insepultos de un horizonte turbulento-, es una película donde se narra la historia de una mujer vietnamita, reencarnación de Calder, que se gana la vida con la venta de los materiales de las bombas, que visita un templo donde se encuentra con una campana especial, una carcasa de una bomba, de nuevo un ejemplo de transformación de su función inicial en la guerra, en sonidos de paz y armonía.
Explica la película que el monje del templo cogió la bomba, quitó el TNT y la colgó como una campana, para recordar a las personas que "sí una bomba tiene compasión, también nosotros tendríamos que tenerla".
Sentarse en el centro de una sala y estar atenta a los mensajes de las cuatro pantallas, atrapa, son tres historias diferentes, en este caso de mujeres vietnamitas y de sus parejas, hombres senegaleses que lucharon en Vietnam durante la guerra Indochina y que regresan al Senegal al finalizar la guerra, y de sus descendientes, sus hijos y sus nietos.
Entrada a la instalación del video Puerta de Marruecos, que cierra la exposición y donde una mujer de madre vietnamita y padre marroquí, le dirige una carta a su padre muerto, una carta narrada con un gran poder evocador y sanador.
Texto y Fotografías: Pilar Vidal Clavería
Fundació Joan Miró
Barcelona
junio 2024
Las
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son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona
necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por
un terapeuta floral acreditado.