Siete colores nos han acercado en siete entradas independientes a los siete chacras principales, siete grandes vórtices de energía situados sobre la línea media del cuerpo, a unos cuantos centímetros de la columna vertebral.
Chacra, es un término sánscrito que significa rueda, estas ruedas giran a distintas velocidades y tiene brillos diferentes, según sea su grado de actividad, son los receptores de la energía vital, denominada prana.
Se han descrito simbólicamente a estos siete centros como flores de loto con su raíz dirigida hacia el centro de la columna con sus pétalos en diferentes grados de apertura y que cómo hemos visto son:
4 pétalos en el Primer chacra, centro coccígeo
6 en el Segundo chacra, centro sacro
10 en el Tercer chacra, centro del plexo solar
12 en el Cuarto chacra, centro cardíaco
16 en el Quinto chacra, centro laríngeo
96 en el Sexto chacra, centro hipofisiario
y los mil pétalos del Séptimo chacra, centro epifisiario
Esta red de los siete chacras como centros distribuidores de energía en el organismo, se complementan con veintiún chacras o centros secundarios que corresponden a:
- Chacras oculares, que son dos, uno para cada ojo y que son instrumentos de recepción y de emisión de energía
- Chacras secundarios de los oídos, situados en la articulación temporomandibular, reguladores del sistema nervioso simpático
- Centros secundarios de las manos y los pies
- Centros reguladores del prana situados en el bazo, uno anterior y otro posterior, centro donde se distribuye la energía pránica a todo el organismo
- Chacra de la zona inferior del esternón
- Chacra situado entre el esternón y la zona umbilical
- Chacra secundario zona hepática anterior
- Chacras secundarios de los pulmones, situados en los senos
- Chacra situado en la zona dorsal entre los dos omoplatos
- Chacra del timo
- Chacras secundarios de las gónadas
- Chacras secundarios en la parte posterior de las rodillas
PILAR VIDAL CLAVERIA. Counseling integrativo-relacional duelo y pérdidas, Máster IL3 Universidad Barcelona, Instituto IPIR. Terapeuta floral. Lic Ciencias Biológicas Univ Barcelona.Información y consultas 652631831. Este blog es un espacio donde encontrarás información sobre el acompañamiento en el duelo y las pérdidas, la terapia floral y también algunos de mis intereses personales: fotografía, viajes, películas, entrevistas,reflexiones....Gracias por visitarlo y compartirlo
jueves, 3 de marzo de 2011
Chacras secundarios
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Chacras
martes, 1 de marzo de 2011
Agradecer
¿Hace falta encontrar a alguien que sufra más que yo para que aprenda a agradecer lo que tengo?
San Francisco de Asís
Es una suerte el vivir desde el agradecimiento, el agradecimiento es una virtud que nace de la humildad, agradecer a nuestros padres la vida y que hayan hecho por nosotros lo mejor que eran capaces de hacer, agradecer lo que somos y lo que tenemos, las circunstancias que nos acompañan y a las personas que nos rodean.
El ver expresado en palabras todo lo que tenemos, lo que nos gusta, lo que nos hace felices puede ayudarnos a hacerlo más patente. Puedes hacer tu propio poema de Gratitud, inspirado en el de Oliverio Girondo, redactar tu propia lista de gracias, te asombrarás de todo lo que tienes.
Gratitud, poema de Oliverio Girondo
Gracias aroma azul,
fogata en celo,
Gracias pelo, caballo, mandarino.
...
Gracias a los racimos, a la tarde,
a la sed, al fervor
a las arrugas, a lo senos
a la noche, a la danza
a la lumbre, a la espesura.
Muchas gracias al humo,
a los microbios, al despertar
a la esponja, a la duda,
...
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire, la piel, las alamedas,
por el abusurdo de hoy y de mañana,
...
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas, las alas,
las hormigas, los reflejos,
al viento y la rompiente.
...
Muchas gracias por todo
Muchas gracias. Oliverio Girondo,
Agradecido
Que el agradecimiento te deje ver el rosal y no sólo las espinas
Espinas de rosal silvestre, Os de Civís, febrero 2011
Rosa silvestre, Wild Rose, Montseny, junio 2008
lunes, 28 de febrero de 2011
Violeta y el séptimo chacra
En el centro del cráneo se encuentra la localización del séptimo chacra y su glándula relacionada es la epífisis o glándula pineal, secretora de melatonina y otras sustancias claves en el control de los ritmos biológicos.
Gobierna el cerebro y la piel en general.
Tras la regulación de nuestras emociones en el sexto chacra, en el séptimo nos encontramos con la emoción de la felicidad, el sentirse unido al Universo, la paz interna, cultivar la felicidad y entregarse a lo que hay.
Hay una serie de principios universales de aceptación, respeto y saber que nunca hacemos algo sin la ayuda de una fuente superior.
Al séptimo chacra también se le denomina chacra corona y cuando este chacra está abierto disfrutamos de tranquilidad y de paz para contemplar los milagros y misterios de lo divino.
El arquetipo positivo del séptimo chacra es el gurú, conscientes de que una fuerza divina los recorre y se identifican con ella, dejan que la vida se mueva a través de ellos y la interiorizan en la conciencia más profunda de su ser.
El arquetipo negativo es el falso iluminado, aquel que se mueve por un radicalismo exagerado, ciegos a sí mismos y a la realidad.
El séptimo chacra nos permite sentir que somos amados y guiados por un Ser Superior que dirige nuestras vidas, que todo en la vida tiene un sentido y una dirección.
Wild Oat es la flor de Bach que más nos puede ayudar en esa comunicación con el Yo Superior.
Para quienes ambicionan hacer algo importante en la vida, adquirir mucha experiencia y disfrutar de todo cuanto les sea posible, viviendo en plenitud. Su dificultad consiste en determinar qué ocupación han de seguir. De ambiciones fuertes, no tienen una vocación que les atraiga por encima del resto; ello les puede acarrear pérdidas de tiempo e insatisfacción
Edward Bach
Jordi Cañellas en su libro Las flores de Bach para la personalidad, comenta que el séptimo chacra se verá muy beneficiado por la aplicación de esta esencia.
Así como en los chacras anteriores hablábamos de bloqueos, en el séptimo lo que decimos es que se encuentre más o menos desarrollado, si nos hacemos el planteamiento de iniciar el viaje del guerrero, nos hacemos responsables, podemos sentir el dolor que a veces nos produce, expresarlo, tomar conciencia de lo que nos queda por caminar y dar los pasos hacía la espiritualidad.
Se denomina Sahasrara, representado por un loto de mil pétalos, un loto invertido.
El color relacionado con el séptimo chacra es el violeta, todo y que en algunos libros y manuales podemos encontrar al blanco como el color relacionado.
Gobierna el cerebro y la piel en general.
Tras la regulación de nuestras emociones en el sexto chacra, en el séptimo nos encontramos con la emoción de la felicidad, el sentirse unido al Universo, la paz interna, cultivar la felicidad y entregarse a lo que hay.
Hay una serie de principios universales de aceptación, respeto y saber que nunca hacemos algo sin la ayuda de una fuente superior.
Al séptimo chacra también se le denomina chacra corona y cuando este chacra está abierto disfrutamos de tranquilidad y de paz para contemplar los milagros y misterios de lo divino.
El arquetipo positivo del séptimo chacra es el gurú, conscientes de que una fuerza divina los recorre y se identifican con ella, dejan que la vida se mueva a través de ellos y la interiorizan en la conciencia más profunda de su ser.
El arquetipo negativo es el falso iluminado, aquel que se mueve por un radicalismo exagerado, ciegos a sí mismos y a la realidad.
El séptimo chacra nos permite sentir que somos amados y guiados por un Ser Superior que dirige nuestras vidas, que todo en la vida tiene un sentido y una dirección.
Wild Oat es la flor de Bach que más nos puede ayudar en esa comunicación con el Yo Superior.
Para quienes ambicionan hacer algo importante en la vida, adquirir mucha experiencia y disfrutar de todo cuanto les sea posible, viviendo en plenitud. Su dificultad consiste en determinar qué ocupación han de seguir. De ambiciones fuertes, no tienen una vocación que les atraiga por encima del resto; ello les puede acarrear pérdidas de tiempo e insatisfacción
Edward Bach
Jordi Cañellas en su libro Las flores de Bach para la personalidad, comenta que el séptimo chacra se verá muy beneficiado por la aplicación de esta esencia.
Se denomina Sahasrara, representado por un loto de mil pétalos, un loto invertido.
El color relacionado con el séptimo chacra es el violeta, todo y que en algunos libros y manuales podemos encontrar al blanco como el color relacionado.
Violeta en la India, agosto 2006
Violeta en Japón, octubre 2011
Violeta en Japón, octubre 2011
Fotos: Pilar Vidal Clavería
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Chacras
domingo, 27 de febrero de 2011
Índigo y el sexto chacra
Entre los dos ojos se encuentra localizado el sexto chacra.
La glándula asociada a este chacra es la pituitaria o hipósfisis, que controla el funcionamiento de todas las demás glándulas, está asociado también con los ojos, los oídos y la nariz.
Empezábamos a hablar de las emociones en el segundo chacra, donde éstas aparecen como sensaciones: deseo, placer, sexualidad y se inicia el movimiento de las emociones, si tenemos la fuerza del primer chacra, se podrá regular bien el segundo chacra, dejaremos fluir a nuestras emociones en el tercer chacra, las sentiremos en el corazón, cuarto chacra y las expresaremos en el quinto.
El sexto chacra es el chacra de síntesis de los anteriores, es el regulador de nuestras emociones y regula el aspecto mental.
El doctor Bach decía: la mente es la parte más delicada y sensible del cuerpo, muestra el avance y el curso de la enfermedad con más precisión que el cuerpo, de modo que se observa la mente como guía para elegir el remedio o los remedios necesarios.
Los Doce Curadores y otros remedios
La cualidad que nos aporta este chacra es la intuición y es necesario que los chacras cuarto y quinto esten en armonía para que la mente esté tranquila y nuestra inteligencia se utilice de la mejor manera, con capacidad para resolver problemas, con buenas ideas y que éstas no queden bloqueadas.
El arquetipo positivo del sexto chacra es la persona sabia, que ofrecen lo mejor de su experiencia y de su vida con el fin de ayudar a los demás en su camino por la vida.
El arquetipo negativo es el intelectual, un intelectual que actúa de una manera limitada, teniendo en cuenta únicamente un pensamiento racional y analítico, sin tener en cuenta los aspectos emocionales ni los espirituales.
El sexto chacra, el chacra de la frente, proporciona energía a todos los sentidos y a nuestro cerebro para que nuestra mente esté activa y sea positiva, se le denomina Ajna, descrito como un loto de dos grandes pétalos simétricos, que simbolizan la armonía entre los opuestos, materia y espíritu en una personalidad equilibrada. Cada uno de los pétalos mayores a su vez está compuesto por cuarenta y ocho pétalos, son pues noventa y seis pétalos en total aunque no están dispuestos en forma de flor como los anteriores.
En bioenergética el sexto chacra es, con el cuarto chacra, el cardíaco, y los chacras secundarios de las manos, el instrumento básico para el procedimiento de sanación conocido como magnetización.
El azul índigo o añil es el color del sexto chacra, es un color que utilizan en el exterior de sus viviendas y puertas algunos países como Marruecos y la India, la utilización del índigo en las fachadas sirve como repelente de insectos y como aislante térmico para el calor de los días de verano.
Los nómadas del desierto, los tuaregs, tiñen sus turbantes de azul índigo, que con el paso del tiempo tiñe su piel de una tonalidad azulada y por eso se les llama los hombres azules.
La glándula asociada a este chacra es la pituitaria o hipósfisis, que controla el funcionamiento de todas las demás glándulas, está asociado también con los ojos, los oídos y la nariz.
Empezábamos a hablar de las emociones en el segundo chacra, donde éstas aparecen como sensaciones: deseo, placer, sexualidad y se inicia el movimiento de las emociones, si tenemos la fuerza del primer chacra, se podrá regular bien el segundo chacra, dejaremos fluir a nuestras emociones en el tercer chacra, las sentiremos en el corazón, cuarto chacra y las expresaremos en el quinto.
El sexto chacra es el chacra de síntesis de los anteriores, es el regulador de nuestras emociones y regula el aspecto mental.
El doctor Bach decía: la mente es la parte más delicada y sensible del cuerpo, muestra el avance y el curso de la enfermedad con más precisión que el cuerpo, de modo que se observa la mente como guía para elegir el remedio o los remedios necesarios.
Los Doce Curadores y otros remedios
La cualidad que nos aporta este chacra es la intuición y es necesario que los chacras cuarto y quinto esten en armonía para que la mente esté tranquila y nuestra inteligencia se utilice de la mejor manera, con capacidad para resolver problemas, con buenas ideas y que éstas no queden bloqueadas.
El arquetipo positivo del sexto chacra es la persona sabia, que ofrecen lo mejor de su experiencia y de su vida con el fin de ayudar a los demás en su camino por la vida.
El arquetipo negativo es el intelectual, un intelectual que actúa de una manera limitada, teniendo en cuenta únicamente un pensamiento racional y analítico, sin tener en cuenta los aspectos emocionales ni los espirituales.
El sexto chacra, el chacra de la frente, proporciona energía a todos los sentidos y a nuestro cerebro para que nuestra mente esté activa y sea positiva, se le denomina Ajna, descrito como un loto de dos grandes pétalos simétricos, que simbolizan la armonía entre los opuestos, materia y espíritu en una personalidad equilibrada. Cada uno de los pétalos mayores a su vez está compuesto por cuarenta y ocho pétalos, son pues noventa y seis pétalos en total aunque no están dispuestos en forma de flor como los anteriores.
En bioenergética el sexto chacra es, con el cuarto chacra, el cardíaco, y los chacras secundarios de las manos, el instrumento básico para el procedimiento de sanación conocido como magnetización.
El azul índigo o añil es el color del sexto chacra, es un color que utilizan en el exterior de sus viviendas y puertas algunos países como Marruecos y la India, la utilización del índigo en las fachadas sirve como repelente de insectos y como aislante térmico para el calor de los días de verano.
Los nómadas del desierto, los tuaregs, tiñen sus turbantes de azul índigo, que con el paso del tiempo tiñe su piel de una tonalidad azulada y por eso se les llama los hombres azules.
Jodhpur, India, agosto 2006
Jodhpur, India, agosto 2006
Nómada desierto Líbia, diciembre 2008
Fotos: Pilar Vidal Clavería
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Chacras
viernes, 25 de febrero de 2011
Sentirse
Sentir es terapéutico
Para sanar es necesario comprender. Sin sentir no es posible comprender. No se puede sentir si sólo el conocimiento es nuestro lazo de unión. Para que la comunicación se haga comprensión, debe involucrar el sentimiento. La sola ciencia sin conciencia, la inteligencia sin arte, el intelecto sin intuición, no aportan a la relación ese ingrediente mágico que hace de ella una comunión. El conocimiento no puede reemplazar el olfato de un buen clínico que aún mira, escucha e intuye, o la presencia amable del médico de familia, obstreta, pediatra o confesor, pero sobre todo amigo.
Aunque todos los exámenes de laboratorio estén bien, un paciente puede estar gravemente enfermo. Aunque el electrocardiograma no revele alteraciones, alguien puede sufrir un infarto fulminante a los pocos minutos de tomado el exámen. Aunque el electroencefalograma esté normal, se pueden sufrir episodios convulsivos. Lo contrario también es posible uno puede sentirse bien aunque sus exámenes no lo estén tanto. El enfermar es un hecho íntimamente relacinado con sensaciones; el sentirse saludable o enfermo sigue siendo importante aunque no se correlacione con los hallazgos objetivos de un exámen de laboratorio. Un síntoma es una sensación interna y, como tal, eminentemente subjetiva. A veces ni siquiera sabemos cómo estamos, por haber perdido la capacidad de escuchar al cuerpo, sus sensaciones de comodidad o incomodidad, que nos indican lo que es bueno para nosotros.
Lo implícito en la terapéutica, lo que simplemente se siente o se piensa, aun aquello que imaginamos, tiene un valor que sirve de marco o de contexto a aquello que es textual, como las palabras.
Por lo caminos de la Bioenérgetica
Un arte de curar
Jorge Carvajal
Una excelente forma de sentirse bien: Sonrie con el corazón
Para sanar es necesario comprender. Sin sentir no es posible comprender. No se puede sentir si sólo el conocimiento es nuestro lazo de unión. Para que la comunicación se haga comprensión, debe involucrar el sentimiento. La sola ciencia sin conciencia, la inteligencia sin arte, el intelecto sin intuición, no aportan a la relación ese ingrediente mágico que hace de ella una comunión. El conocimiento no puede reemplazar el olfato de un buen clínico que aún mira, escucha e intuye, o la presencia amable del médico de familia, obstreta, pediatra o confesor, pero sobre todo amigo.
Aunque todos los exámenes de laboratorio estén bien, un paciente puede estar gravemente enfermo. Aunque el electrocardiograma no revele alteraciones, alguien puede sufrir un infarto fulminante a los pocos minutos de tomado el exámen. Aunque el electroencefalograma esté normal, se pueden sufrir episodios convulsivos. Lo contrario también es posible uno puede sentirse bien aunque sus exámenes no lo estén tanto. El enfermar es un hecho íntimamente relacinado con sensaciones; el sentirse saludable o enfermo sigue siendo importante aunque no se correlacione con los hallazgos objetivos de un exámen de laboratorio. Un síntoma es una sensación interna y, como tal, eminentemente subjetiva. A veces ni siquiera sabemos cómo estamos, por haber perdido la capacidad de escuchar al cuerpo, sus sensaciones de comodidad o incomodidad, que nos indican lo que es bueno para nosotros.
Lo implícito en la terapéutica, lo que simplemente se siente o se piensa, aun aquello que imaginamos, tiene un valor que sirve de marco o de contexto a aquello que es textual, como las palabras.
Por lo caminos de la Bioenérgetica
Un arte de curar
Jorge Carvajal
Una excelente forma de sentirse bien: Sonrie con el corazón
Myanmar, agosto 2007
Foto: Pilar Vidal Clavería
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Jorge Carvajal Posada
jueves, 24 de febrero de 2011
Verde y el cuarto chacra
El cuarto chacra se localiza en el centro del esternón, junto al corazón y en la parte posterior, justo por detrás de la anterior, se le denomina el chacra del corazón.
Está relacionado con el timo como glándula asociada, con los pulmones, con el corazón, el pericardio, los brazos y las manos.
El cuarto chacra está stiuado en el punto medio entre los tres chacras inferiores y los tres superiores, el equilibrio es su finalidad, equilibrio en las relaciones con los demás y con uno mismo, compasión verdadera y aceptación de uno mismo, integración entre el mundo material y el mundo espiritual.
Con el segundo chacra hablabámos del agua, de su fluir, en el cuarto chacra hablamos del fluir del amor.
El sistema circulatorio es una forma a través de la que se manifiesta este chacra, el corazón transmite la sangre a través de todo el cuerpo, el chacra del corazón moviliza el amor a través de nuestras vidas, si cerramos este chacra el amor deja de fluir y de moverse, también se manifiesta a través del sistema inmunitario.
Las cualidades que nos aporta son el amor, el equilibrio, la capacidad de entregar, de dar y de recibir, la compasión y el sentir, el sentimiento del amor ligado a la capacidad de experimenar sentimientos como la alegría, una alegría que podemos manifestar de diversas maneras y que sin duda la gratitud hacia la vida es una de ellas, una actitud de gratitud tan necesaria en procesos ante la enfermedad donde se asume el reto de vivir más que el de luchar contra la muerte.
Un amor que manifestaremos hacia los demás cuando seamos capaces de amarnos a nosotros mismos, amarnos desde la aceptación y el comprender, quien comprende no juzga, quien no juzga, perdona, quien es capaz de perdonar puede construir una red de relaciones donde el amor y la comprensión son actitudes con las que caminar por la vida.
El arquetipo positivo es el amante, un amante que ama incondicionalmente, que convierte en amor todo lo que toca.
El arquetipo negativo es el actor, actúa desde el amor condicional, critican lo que no encaja en sus estructuras y sus relaciones terminan porque no han sido capaces de conservar el amor en sus corazones, característica que vemos reflejadas en la definición de una de las Flores de Bach, Chicory
Para los que están muy atentos a las necesidades de los demás; tienden a cuidar excesivamente a los niños, a sus familiares, amigos, siempre encontrando algo que pueda ser rectificado. Están continuamente corrigiendo lo que consideran erróneo y disfrutan haciéndolo. Anhelan que aquellos por los cuales se preocupan permanezcan cerca de ellos.
Edward Bach
El cuarto chacra se denomina Anahata, su símbolo es una flor de loto de doce pétalos, un doce que vemos representado en las 12 horas del día, 12 meses de año, 12 meridianos de acupuntura, 12 colores del círculo cromático, 12 signos del zodiaco, 12 apóstoles, las 12 primeras Flores de Bach y muchos otros.
El color del cuarto chacra es el verde, el color del centro del espectro cromático y que se encuentra entre los colores cálidos: rojo, naranja y amarillo (primer, segundo y tercer chacra) y los colores fríos: azules y violetas (quinto, sexto y séptimo chacras)
A estas alturas de mi vida las casualidades han pasado a ser causalidades y sincronicidades, causalidad es que hoy esta entrada este dedicada, sin ninguna programación mental al cuarto chacra, el chacra del corazón, un corazón que voy a seguir cuidando, con las Flores de Bach y las muchas más herramientas que me acompañan en mi camino de aprendizaje y agradecimiento.
Está relacionado con el timo como glándula asociada, con los pulmones, con el corazón, el pericardio, los brazos y las manos.
El cuarto chacra está stiuado en el punto medio entre los tres chacras inferiores y los tres superiores, el equilibrio es su finalidad, equilibrio en las relaciones con los demás y con uno mismo, compasión verdadera y aceptación de uno mismo, integración entre el mundo material y el mundo espiritual.
Con el segundo chacra hablabámos del agua, de su fluir, en el cuarto chacra hablamos del fluir del amor.
El sistema circulatorio es una forma a través de la que se manifiesta este chacra, el corazón transmite la sangre a través de todo el cuerpo, el chacra del corazón moviliza el amor a través de nuestras vidas, si cerramos este chacra el amor deja de fluir y de moverse, también se manifiesta a través del sistema inmunitario.
Las cualidades que nos aporta son el amor, el equilibrio, la capacidad de entregar, de dar y de recibir, la compasión y el sentir, el sentimiento del amor ligado a la capacidad de experimenar sentimientos como la alegría, una alegría que podemos manifestar de diversas maneras y que sin duda la gratitud hacia la vida es una de ellas, una actitud de gratitud tan necesaria en procesos ante la enfermedad donde se asume el reto de vivir más que el de luchar contra la muerte.
Un amor que manifestaremos hacia los demás cuando seamos capaces de amarnos a nosotros mismos, amarnos desde la aceptación y el comprender, quien comprende no juzga, quien no juzga, perdona, quien es capaz de perdonar puede construir una red de relaciones donde el amor y la comprensión son actitudes con las que caminar por la vida.
El arquetipo positivo es el amante, un amante que ama incondicionalmente, que convierte en amor todo lo que toca.
El arquetipo negativo es el actor, actúa desde el amor condicional, critican lo que no encaja en sus estructuras y sus relaciones terminan porque no han sido capaces de conservar el amor en sus corazones, característica que vemos reflejadas en la definición de una de las Flores de Bach, Chicory
Para los que están muy atentos a las necesidades de los demás; tienden a cuidar excesivamente a los niños, a sus familiares, amigos, siempre encontrando algo que pueda ser rectificado. Están continuamente corrigiendo lo que consideran erróneo y disfrutan haciéndolo. Anhelan que aquellos por los cuales se preocupan permanezcan cerca de ellos.
Edward Bach
El cuarto chacra se denomina Anahata, su símbolo es una flor de loto de doce pétalos, un doce que vemos representado en las 12 horas del día, 12 meses de año, 12 meridianos de acupuntura, 12 colores del círculo cromático, 12 signos del zodiaco, 12 apóstoles, las 12 primeras Flores de Bach y muchos otros.
El color del cuarto chacra es el verde, el color del centro del espectro cromático y que se encuentra entre los colores cálidos: rojo, naranja y amarillo (primer, segundo y tercer chacra) y los colores fríos: azules y violetas (quinto, sexto y séptimo chacras)
Hojas de arce japonés, Acer palmatum, octubre 2010
Ginkgo biloba, Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, octubre 2010
Hojas verdes de flores de loto, octubre 2010
Fotos: Pilar Vidal Clavería
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Chacras
miércoles, 23 de febrero de 2011
Naranja y el segundo chacra
El segundo chacra está localizado bajo el ombligo y en la parte posterior, en el sacro.
Está asociado a los órganos reproductores y tambíen a los riñones, la vejiga, la próstata y el sistema circulatorio.
Relacionado con las relaciones interpersonales, con el deseo, el placer y la sexualidad, con el equilibrio entre el controlar y el dejarse llevar, con el cuidar de uno mismo, cuidar nuestra alimentación, nuestro descanso y la forma cómo disfrutamos en la vida diaria.
Si con el primer chacra hablábamos de supervivencia, con el segundo nos permitimos el movimiento, el ir a buscar, el disfrutar y luchar por ello.
Es el chacra del agua, de lo emocional y de lo social, del agua que se mueve, que no permanece estancada, el agua que fluye, el agua que como las mareas asciende y desciende.
Con el segundo chacra me muevo, me descubro y te descubro, y establezco la empatía para relacionarme con los demás, para comparatir las emociones de otras personas, así es como llegamos al arquetipo positivo del segundo chacra, el del emperador, la persona que ha descubierto sus emociones y puede ver e intuir a las de los demás.
El arquetipo negativo es el mártir, un mártir que se priva de los placeres de la vida, que se tortura y se deja torturar.
Una flor de Bach asociada al segundo chacra es Rock Water, el agua de roca, el único de los remedios que no es vegetal, esencia para fluir con la vida, para aportarnos flexibilidad y capacidad de sentir.
Rock Water
Para aquellos que son muy estrictos en su manera de vivir. Se niegan muchas de las alegrías y placeres de la vida porque consideran que pueden interferir su trabajo. Son severos amos de sí mismos. Desean estar sanos, ser fuertes y activos y harán cualquier cosa que crean que les puede mantener así. Esperan ser el ejemplo que cautive a otros para que después imiten sus ideas y como resultado se vuelvan mejores
(E. Bach)
El naranja es el color del segundo chacra, me resulta un color viajero y lo he disfrutado especialmente en el Japón y en la India.
El símbolo del segundo chacra es una flor de loto con seis pétalos y se le conoce con el nombre de Svadhisthana.
Está asociado a los órganos reproductores y tambíen a los riñones, la vejiga, la próstata y el sistema circulatorio.
Relacionado con las relaciones interpersonales, con el deseo, el placer y la sexualidad, con el equilibrio entre el controlar y el dejarse llevar, con el cuidar de uno mismo, cuidar nuestra alimentación, nuestro descanso y la forma cómo disfrutamos en la vida diaria.
Si con el primer chacra hablábamos de supervivencia, con el segundo nos permitimos el movimiento, el ir a buscar, el disfrutar y luchar por ello.
Es el chacra del agua, de lo emocional y de lo social, del agua que se mueve, que no permanece estancada, el agua que fluye, el agua que como las mareas asciende y desciende.
Con el segundo chacra me muevo, me descubro y te descubro, y establezco la empatía para relacionarme con los demás, para comparatir las emociones de otras personas, así es como llegamos al arquetipo positivo del segundo chacra, el del emperador, la persona que ha descubierto sus emociones y puede ver e intuir a las de los demás.
El arquetipo negativo es el mártir, un mártir que se priva de los placeres de la vida, que se tortura y se deja torturar.
Una flor de Bach asociada al segundo chacra es Rock Water, el agua de roca, el único de los remedios que no es vegetal, esencia para fluir con la vida, para aportarnos flexibilidad y capacidad de sentir.
Rock Water
Para aquellos que son muy estrictos en su manera de vivir. Se niegan muchas de las alegrías y placeres de la vida porque consideran que pueden interferir su trabajo. Son severos amos de sí mismos. Desean estar sanos, ser fuertes y activos y harán cualquier cosa que crean que les puede mantener así. Esperan ser el ejemplo que cautive a otros para que después imiten sus ideas y como resultado se vuelvan mejores
(E. Bach)
El naranja es el color del segundo chacra, me resulta un color viajero y lo he disfrutado especialmente en el Japón y en la India.
El símbolo del segundo chacra es una flor de loto con seis pétalos y se le conoce con el nombre de Svadhisthana.
Japón, octubre 2010
India, agosto 2006
Para ilustrar a esas mareas que suben y bajan las imágenes de la puerta, torii, naranja del santuario de Itsukushima-jinja, en Miyajima.
Marea baja en el torii del Itsukushima-jinja, en Miyajima, octubre 2010
Marea alta en el torii del Itsukushima-jinja, en Miyajima, octubre 2010
Fotos: Pilar Vidal Clavería
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Chacras,
Rock Water
martes, 22 de febrero de 2011
Colores II
Rojo, Azul y Amarillo son los tres colores que hemos visto en entradas anteriores asociados al primer, quinto y tercer chacras.
Estos colores serían los tres colores primarios que nos enseñaron en la escuela y que se utilizan en conceptos de arte y pintura, si los nombramos en inglés sus siglas son: RYB, rojo (Reed), amarillo (Yellow), azul (Blue).
A nivel informático los colores primarios son el rojo (Reed), verde (Green) y el azul (Blue) y se utilizan las siglas RGB.
Para indicar los colores en las imprentas se utilizan las siglas CMYK, que corresponden a los nombres en inglés del Cian, Magenta y Amarillo y que son los tres colores llamados secundarios, obtenidos a partir de la combinación de los primarios, rojo, verde y azul, La K corresponde al color negro, se usa esta letra en lugar de la B (Black).
Si hablamos de colores opuestos tenemos que el cian es el opuesto del rojo, el magenta lo es del verde y el amarillo del azul.
Con los receptores del ojo humano a través de una estructura denominada conos, vemos el rojo, el verde y el amarillo y partir de éstos todas las combinaciones posibles.
Una escultura que nos permite ver los colores primarios tanto en la denominación RYB, como RGB es la magnífica Dona i ocell, la última obra de grandes proporciones de Joan Miró.
La obra se mostró en Barcelona en 1983, Joan Miró no pudo asistir a su presentación por su delicada salud, Miró murió a la edad de 90 años a los pocos meses de su inauguración.
Estos colores serían los tres colores primarios que nos enseñaron en la escuela y que se utilizan en conceptos de arte y pintura, si los nombramos en inglés sus siglas son: RYB, rojo (Reed), amarillo (Yellow), azul (Blue).
A nivel informático los colores primarios son el rojo (Reed), verde (Green) y el azul (Blue) y se utilizan las siglas RGB.
Para indicar los colores en las imprentas se utilizan las siglas CMYK, que corresponden a los nombres en inglés del Cian, Magenta y Amarillo y que son los tres colores llamados secundarios, obtenidos a partir de la combinación de los primarios, rojo, verde y azul, La K corresponde al color negro, se usa esta letra en lugar de la B (Black).
Si hablamos de colores opuestos tenemos que el cian es el opuesto del rojo, el magenta lo es del verde y el amarillo del azul.
Con los receptores del ojo humano a través de una estructura denominada conos, vemos el rojo, el verde y el amarillo y partir de éstos todas las combinaciones posibles.
Una escultura que nos permite ver los colores primarios tanto en la denominación RYB, como RGB es la magnífica Dona i ocell, la última obra de grandes proporciones de Joan Miró.
La obra se mostró en Barcelona en 1983, Joan Miró no pudo asistir a su presentación por su delicada salud, Miró murió a la edad de 90 años a los pocos meses de su inauguración.
Detalle de Dona i ocell, Joan Miró, 1983
Se trata de una escultura de 22 metros de altura, realizada en piedra artifical y revestida con cerámica de colores rojos, azules, amarillos y verdes realizada por el ceramista Joan Gardy Artigas.
Detalle del trencadis, trozos de cerámica, de Dona i ocell
Detalle del trencadis, trozos de cerámica, de Dona i ocell
Detalle del trencadis, trozos de cerámica, de Dona i ocell
Detalle del trencadis, trozos de cerámica, de Dona i ocell
Detalle de Dona i ocell, Joan Miró, 1983
Detalle de Dona i ocell, Joan Miró, 1983
Representa la figura de una mujer con sombrero y sobre éste un pájaro.
Dona i ocell Joan Miró, 1983
Fotos: Pilar Vidal Clavería
febrero 2010
domingo, 20 de febrero de 2011
Rojo y el primer chacra
El primer chacra está localizado en el perineo, respecto a los siete chacras es el chacra de la base, el que está más cerca del suelo.
Está relacionado con las glándulas suprarrenales, con los riñones, los huesos, los dientes, las uñas, los pies, las rodillas, la sangre y el sistema inmunológico.
Las cualidades que nos aporta están relacionadas con el estar aquí y ahora, con nuestras raíces, nuestra tierra, lo material y el dinero. Con la seguridad, con nuestra capacidad de poner límites, con la estabilidad y la capacidad de imponerse.
Reconocer las raíces de la tierra de donde procedemos y las de nuestra familia fortalecen el primer chacra.
El primer chacra está relacionado con la lucha por la supervivencia que nos permite estar en la corriente de la vida.
Las actitudes negativas son el miedo, la desconfianza, el sentirse víctima y la agresión.
Si el primer chacra se encuentra bloqueado se posee poca capacidad de resistencia física y anímica. Se puede tener la sensación de estar en las nubes, le falta el anclarse en el suelo.
El arquetipo positivo del primer chacra es la madre, la madre como función de cuidado y de reafirmación a través del amor.
El arquetipo negativo es el de la victima, sin confianza en la vida y sin fuerzas para salir adelante por si misma y siempre con quejas.
El rojo es el color del primer chacra, el chacra raíz, llamado también Muladahra, su símbolo es una flor de loto con cuatro pétalos, un cuadrado dentro y un triángulo invertido.
Podemos relacionar a Clematis con el primer chacra, por su ayuda en la concreción y materialización, ayudando a vitalizar nuestro cuerpo.
Jordi Cañellas en su libro Flores de Bach para la personalidad, aporta como propuesta el poner 4 gotas de Clematis directo del stock en el chacra central de cada pie, situado en el centro de la planta de pie y frotar en círculos un par de minutos. Después percibir las sensaciones de calor y energía y para finalizar sentir esta energía en contacto con la tierra.
Todo es por un bien mejor
Está relacionado con las glándulas suprarrenales, con los riñones, los huesos, los dientes, las uñas, los pies, las rodillas, la sangre y el sistema inmunológico.
Las cualidades que nos aporta están relacionadas con el estar aquí y ahora, con nuestras raíces, nuestra tierra, lo material y el dinero. Con la seguridad, con nuestra capacidad de poner límites, con la estabilidad y la capacidad de imponerse.
Reconocer las raíces de la tierra de donde procedemos y las de nuestra familia fortalecen el primer chacra.
El primer chacra está relacionado con la lucha por la supervivencia que nos permite estar en la corriente de la vida.
Las actitudes negativas son el miedo, la desconfianza, el sentirse víctima y la agresión.
Si el primer chacra se encuentra bloqueado se posee poca capacidad de resistencia física y anímica. Se puede tener la sensación de estar en las nubes, le falta el anclarse en el suelo.
El arquetipo positivo del primer chacra es la madre, la madre como función de cuidado y de reafirmación a través del amor.
El arquetipo negativo es el de la victima, sin confianza en la vida y sin fuerzas para salir adelante por si misma y siempre con quejas.
El rojo es el color del primer chacra, el chacra raíz, llamado también Muladahra, su símbolo es una flor de loto con cuatro pétalos, un cuadrado dentro y un triángulo invertido.
Podemos relacionar a Clematis con el primer chacra, por su ayuda en la concreción y materialización, ayudando a vitalizar nuestro cuerpo.
Jordi Cañellas en su libro Flores de Bach para la personalidad, aporta como propuesta el poner 4 gotas de Clematis directo del stock en el chacra central de cada pie, situado en el centro de la planta de pie y frotar en círculos un par de minutos. Después percibir las sensaciones de calor y energía y para finalizar sentir esta energía en contacto con la tierra.
Confío en la vida
Todo es por un bien mejor
Agradezco todo lo pasado en mi vida
Fotos: Pilar Vidal Clavería
febrero 2011
sábado, 19 de febrero de 2011
Sonreir II
Os hablo de la sonrisa.
La boca representa en la cara la materia.
Está abajo.
La fuerza de gravedad tira de la boca hacia abajo.
La fuerza de atracción tira hacia arriba.
Todo animal sabe llorar y gemir.
SONREIR,
SOLAMENTE EL HOMBRE SABE SONREIR.
Es la clave.
Sonreid, no sólo cuando esteis de buen humor.
Vuestra sonrisa es sonrisa creadora.
No la sonrisa artificial, sino la sonrisa capaz de crear.
Viernes, 18 de febrero de 1944
Diálogo con Gitta
La respuesta del ángel
La respuesta del ángel
Myanmar, agoto 2007
Foto: Pilar Vidal Clavería
viernes, 18 de febrero de 2011
Fauna especial
Parte de la fauna que encontramos esculpida en el edificio de la Sagrada Famiía tiene una doble función, de decoración y de gárgolas, para la evacuación de las aguas pluviales que se acumulan en las cubiertas de las capillas absidiales.
Podemos encontrar conchas, caracoles, lagartijas, salamanquesas, ranas, sapos, lagartos, serpientes, entre otros. Todas estas especies están clasificadas cientifícamente y en muhos casos se trata de animales que se encontraban en los alrededores del templo cuando Antoni Gaudí inició su construcción, la Naturaleza siempre fue fuente de inspiración para Gaudí y el mismo afirmaba:
Todo sale del gran libro de Naturaleza, esta Naturaleza que siempre es mi maestra.
Podemos encontrar conchas, caracoles, lagartijas, salamanquesas, ranas, sapos, lagartos, serpientes, entre otros. Todas estas especies están clasificadas cientifícamente y en muhos casos se trata de animales que se encontraban en los alrededores del templo cuando Antoni Gaudí inició su construcción, la Naturaleza siempre fue fuente de inspiración para Gaudí y el mismo afirmaba:
Todo sale del gran libro de Naturaleza, esta Naturaleza que siempre es mi maestra.
Gárgola-Caracol en el exterior templo Sagrada Familia, Antoni Gaudí
Gárgola-Salamanquesa en el exterior templo Sagrada Familia, Antoni Gaudí
Gárgola-Rana en el exterior templo Sagrada Familia, Antoni Gaudí
Gárgola-Sapo en el exterior templo Sagrada Familia, Antoni Gaudí
Gárgola-Lagarto en el exterior templo Sagrada Familia, Antoni Gaudí
Gárgola-Serpiente en el exterior templo Sagrada Familia, Antoni Gaudí
Fotos: Pilar Vidal Clavería
febrero 2011
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Antoni Gaudí,
Barcelona
jueves, 17 de febrero de 2011
Actuar compartiendo
Hoy en la sección Vida de La Vanguardia se habla de la muerte y de la enfermedad, aspectos con los que convivimos nosotros y nuestros hijos.
La información y las respuestas son claras aunque tengan una negación delante:
No ocultar, no apattar, no silenciar, ante estas negaciones la clave puede estar en actuar compartiendo.
Entrevista en LaVanguardia de Núria Escur, 17 febrero 2011
Fórmulas para asumir momentos díficiles en familia
Los especialistas instan a explicar a los niños temas tabús
La falta de respuestas les hace sentirse pérdidos y engañados
A Maite no le hizo mucha gracia que la abuela María llegara un día con la maleta a rastras y se instalara en su habitación mientras a ella la metían a compartir cuarto con su hermana Laura. Su madre fue explicándole lo que ocurría: la abuela ya no podía quedarse sola en su casa, estaba enferma de algo que se llamaba alzheimer y no se acordaba de casi nada.
Cambiaron muchas cosas en casa. Hubo que poner carteles en la cocina, en el baño, en el armario, incluso uno en la puerta de salida con un NO gigante. Y dibujarle el tiempo en una pizarrita: un paraguas si llovía o una bufanda para recordarle que se abrigara al ir al centro de día... “Pero yo seguía sin entender por qué tenía que vivir en nuestra casa si ella tenía un piso grande con tantas habitaciones vacías”.
Hasta que Maite empezó a tomarse las cosas como un juego: “La abuela se parece a nosotras, se ensucia cuando come y protesta cuando hay que bañarse, hay que ponerle un babero... le hemos comprado unos zapatos con velcro y ropa con cremalleras”. Así que lo que primero fue una intrusa acabó por convertirse en una nueva compañera de juegos.
“La abuela pasa mucho tiempo con la mirada perdida, como si estuviera mirando hacia un lugar. Cuando la vemos así nos sentamos en sus rodillas y le damos besitos por toda la cara. Y sus ojos regresan de aquel lugar lejano, y sonríe...”.
Maite tiene 7 años y ha salido de la imaginación de Ana Bergua –y de las ilustraciones de Carme Sala– en un libro de Ed. Proteus, La abuela necesita besitos. Pero hay muchas Maites reales por el mundo. Esa fue la idea de partida de la editorial al iniciar esta colección: ¿Cómo explicamos a los pequeños situaciones límite?
“A los niños no se les pueden silenciar las cosas. Hay que explicarles incluso lo que damos por supuesto que ya entienden... para que no interpreten mal”, explica Ana Bergua. Enfermera de profesión y dietista, vio la necesidad de explicar “grandes temas” a “pequeñas criaturas” al llevar a sus hijos, Antoni i Sergi, de 8 y 4 años, a una obra de teatro titulada Cirque déjà vu. “Era la historia de un payaso con alzheimer. Me di cuenta de que un crío no encaja que un adulto se desoriente”.
La falta de respuestas les hace sentirse perdidos y engañados. Lo expresan con perplejidad, regresión, ambivalencia o dolor psicosomático. Acompañar a un niño en un duelo, por ejemplo, significa ante todo no apartarle de lo que está ocurriendo, permitirle que participe. “Aunque no hace falta especificarles –continúa Bergua– que un familiar va a morir de un cáncer o el funcionamiento de la degeneración neuronal, hay que dejarle que se sienta parte de lo que ocurre”. El planteamiento sería el siguiente: “En casa tenemos un problema. Subíos al carro, necesitamos vuestra ayuda para ser un buen equipo. Que colaboren, que ayuden a vestirlo, naturalizar las cosas ayuda mucho, lo simplifica todo”.
“Los niños son de naturaleza egoísta, creen que todo gira a su alrededor y a menudo sólo ven la invasión de su territorio y que la madre tiene menos tiempo para ellos”, explica. Hay que darle la vuelta. Bergua está pensando en nuevas entregas: el paro o las distintas religiones. Alguien tendrá que dar respuesta a esas nuevas situaciones”.
Carme Sala, ilustradora y madre de dos niñas de 11 y 10 años, Martina y Claudia, cree que “cuando aparece un tema duro en casa, sea la muerte o la enfermedad, es indispensable explicarles lo que ocurre. Y si no también... porque cualquier día van a toparse con eso”. Sin caer en el exceso de información, que les aturde. Para los niños menores de 5 años, por ejemplo, la muerte es algo provisional y reversible.
En esa misma línea –ayudar a los pequeños a entender temas de mayores– apunta No pasar de largo (Proteus), la publicación de una charla del filósofo y teólogo Francesc Torralba. En ella recoge las reflexiones que compartió con niños y niñas de entre 10 y 12 años en un colegio público de Vic. Se trataba de explicarles para qué sirve la ética. “La ética consiste en no pasar de largo” y se desarrolla a partir de cinco ideas: responsabilidad, sensibilidad, donación, gratuidad y universalidad. No les detalló sus fuentes –Emmanuel Levinas, Jean-Luc Marion, Hans Jonas o El nen i la mort, de Esquerda y Agustí (Pagès Editors)–, pero cuando piensa en las nuevas generaciones no es apocalíptico.
Francesc Torralba
No les ocultes lo dramático de la vida
Cuando, ya en clase, se encontró ante ese grupo de chavales de diez y once años expectantes, cuenta Francesc Torralba que le entró el miedo escénico: “Temía no saber llegar a un pacto empático, no encontrar el registro lingüístico adecuado”. Aquellos chavales le dirigieron preguntas que nunca se habían atrevido a formularle explícitamente los universitarios:
“¿Por qué debemos ser éticos?, ¿qué ocurriría si en el mundo nadie fuera ético?”. “Eso fue lo mejor –reconoce–, nació el libro. Son tan libres... Profundos aunque les falte lenguaje. Un niño es un pequeño filósofo con capacidad de hacer pensar mucho a un adulto”.
¿Es partidario de explicar a los niños todo lo que ocurre en situaciones como enfermedad o muerte?
No hay que ocultarles los aspectos oscuros y dramáticos de la vida. Educar es reducir la vulnerabilidad del niño, hacerlo más autónomo, más capaz, con más habilidades para adaptarse al mundo y, si es posible, transformarlo. No podemos ocultar una parte de la vida: el fracaso, la enfermedad, el dolor, la muerte, la violencia, el sufrimiento. Lo captan aunque les pongamos una cortina de humo.
¿Cómo conseguir eso?
Debemos darles instrumentos para gestionar correctamente estas situaciones difíciles. Los niños nos hacen preguntas que nos descolocan, nos dejan fuera de juego, nos hacen ver hasta qué punto ignoramos lo que verdaderamente es esencial, por ejemplo la muerte. Y hablarles con la sensibilidad y cuidado que requiere un interlocutor débil, en vías de desarrollo mental y emocional.
¿Es contraproducente ser vulnerables ante ellos?
Cuando no sabemos qué decirles es porque no tenemos respuestas concluyentes, pero también es bueno que conozcan nuestra precariedad, porque eso nos hace más humanos, cercanos.
¿Tenían ellos idea de lo que es la ética?
No tienen la menor idea del concepto. Pero conocen la experiencia que corresponde al término.
¿Cree que esta generación recuperará valores perdidos?
Los niños son especialmente receptivos, no tienen los prejuicios y tópicos del adulto. Aunque no nos lo parezca, los de ahora tienen la misma capacidad de ser educados que teníamos nosotros. Sólo hay que estimularles.
¿Cómo ayudarles en el duelo?
Aunque no entienda todo lo que ocurre, el niño, ante la muerte, intuye el dolor ajeno, oye llantos de adulto, interpreta a su modo las frases, vive cambios de rutinas, sabe que algo pasa... y se defiende a su modo.
Según William C. Kroen, entre los dos y los cinco años con rabia y enfado o regresión. Al principio –incluso después de meses– siguen buscando al difunto por la casa. Hay que tener en cuenta que a esa edad aún ven la muerte como algo reversible. Entre los seis y los nueve años reaccionan con la negación o la culpabilidad. Para aminorar esos procesos los especialistas insisten en ofrecer algunas sugerencias que ayudan a afrontar el duelo.
Primero: aunque resulte doloroso es mejor explicarle la muerte cuanto antes. El paso de las horas sólo aumenta la confusión y el drama.
Segundo: evitar los eufemismos, es mejor decirle que ha muerto que decir: “Le hemos perdido”.
Tercero: permitir que participe en los rituales funerarios que haya pensado la familia.
Cuarto: animarle a exteriorizar lo que siente. No apartarle, dejarle que lo comparta con todos.
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
La información y las respuestas son claras aunque tengan una negación delante:
No ocultar, no apattar, no silenciar, ante estas negaciones la clave puede estar en actuar compartiendo.
Entrevista en LaVanguardia de Núria Escur, 17 febrero 2011
Fórmulas para asumir momentos díficiles en familia
Los especialistas instan a explicar a los niños temas tabús
La falta de respuestas les hace sentirse pérdidos y engañados
A Maite no le hizo mucha gracia que la abuela María llegara un día con la maleta a rastras y se instalara en su habitación mientras a ella la metían a compartir cuarto con su hermana Laura. Su madre fue explicándole lo que ocurría: la abuela ya no podía quedarse sola en su casa, estaba enferma de algo que se llamaba alzheimer y no se acordaba de casi nada.
Cambiaron muchas cosas en casa. Hubo que poner carteles en la cocina, en el baño, en el armario, incluso uno en la puerta de salida con un NO gigante. Y dibujarle el tiempo en una pizarrita: un paraguas si llovía o una bufanda para recordarle que se abrigara al ir al centro de día... “Pero yo seguía sin entender por qué tenía que vivir en nuestra casa si ella tenía un piso grande con tantas habitaciones vacías”.
Hasta que Maite empezó a tomarse las cosas como un juego: “La abuela se parece a nosotras, se ensucia cuando come y protesta cuando hay que bañarse, hay que ponerle un babero... le hemos comprado unos zapatos con velcro y ropa con cremalleras”. Así que lo que primero fue una intrusa acabó por convertirse en una nueva compañera de juegos.
“La abuela pasa mucho tiempo con la mirada perdida, como si estuviera mirando hacia un lugar. Cuando la vemos así nos sentamos en sus rodillas y le damos besitos por toda la cara. Y sus ojos regresan de aquel lugar lejano, y sonríe...”.
Maite tiene 7 años y ha salido de la imaginación de Ana Bergua –y de las ilustraciones de Carme Sala– en un libro de Ed. Proteus, La abuela necesita besitos. Pero hay muchas Maites reales por el mundo. Esa fue la idea de partida de la editorial al iniciar esta colección: ¿Cómo explicamos a los pequeños situaciones límite?
“A los niños no se les pueden silenciar las cosas. Hay que explicarles incluso lo que damos por supuesto que ya entienden... para que no interpreten mal”, explica Ana Bergua. Enfermera de profesión y dietista, vio la necesidad de explicar “grandes temas” a “pequeñas criaturas” al llevar a sus hijos, Antoni i Sergi, de 8 y 4 años, a una obra de teatro titulada Cirque déjà vu. “Era la historia de un payaso con alzheimer. Me di cuenta de que un crío no encaja que un adulto se desoriente”.
La falta de respuestas les hace sentirse perdidos y engañados. Lo expresan con perplejidad, regresión, ambivalencia o dolor psicosomático. Acompañar a un niño en un duelo, por ejemplo, significa ante todo no apartarle de lo que está ocurriendo, permitirle que participe. “Aunque no hace falta especificarles –continúa Bergua– que un familiar va a morir de un cáncer o el funcionamiento de la degeneración neuronal, hay que dejarle que se sienta parte de lo que ocurre”. El planteamiento sería el siguiente: “En casa tenemos un problema. Subíos al carro, necesitamos vuestra ayuda para ser un buen equipo. Que colaboren, que ayuden a vestirlo, naturalizar las cosas ayuda mucho, lo simplifica todo”.
“Los niños son de naturaleza egoísta, creen que todo gira a su alrededor y a menudo sólo ven la invasión de su territorio y que la madre tiene menos tiempo para ellos”, explica. Hay que darle la vuelta. Bergua está pensando en nuevas entregas: el paro o las distintas religiones. Alguien tendrá que dar respuesta a esas nuevas situaciones”.
Carme Sala, ilustradora y madre de dos niñas de 11 y 10 años, Martina y Claudia, cree que “cuando aparece un tema duro en casa, sea la muerte o la enfermedad, es indispensable explicarles lo que ocurre. Y si no también... porque cualquier día van a toparse con eso”. Sin caer en el exceso de información, que les aturde. Para los niños menores de 5 años, por ejemplo, la muerte es algo provisional y reversible.
En esa misma línea –ayudar a los pequeños a entender temas de mayores– apunta No pasar de largo (Proteus), la publicación de una charla del filósofo y teólogo Francesc Torralba. En ella recoge las reflexiones que compartió con niños y niñas de entre 10 y 12 años en un colegio público de Vic. Se trataba de explicarles para qué sirve la ética. “La ética consiste en no pasar de largo” y se desarrolla a partir de cinco ideas: responsabilidad, sensibilidad, donación, gratuidad y universalidad. No les detalló sus fuentes –Emmanuel Levinas, Jean-Luc Marion, Hans Jonas o El nen i la mort, de Esquerda y Agustí (Pagès Editors)–, pero cuando piensa en las nuevas generaciones no es apocalíptico.
Francesc Torralba
No les ocultes lo dramático de la vida
Cuando, ya en clase, se encontró ante ese grupo de chavales de diez y once años expectantes, cuenta Francesc Torralba que le entró el miedo escénico: “Temía no saber llegar a un pacto empático, no encontrar el registro lingüístico adecuado”. Aquellos chavales le dirigieron preguntas que nunca se habían atrevido a formularle explícitamente los universitarios:
“¿Por qué debemos ser éticos?, ¿qué ocurriría si en el mundo nadie fuera ético?”. “Eso fue lo mejor –reconoce–, nació el libro. Son tan libres... Profundos aunque les falte lenguaje. Un niño es un pequeño filósofo con capacidad de hacer pensar mucho a un adulto”.
¿Es partidario de explicar a los niños todo lo que ocurre en situaciones como enfermedad o muerte?
No hay que ocultarles los aspectos oscuros y dramáticos de la vida. Educar es reducir la vulnerabilidad del niño, hacerlo más autónomo, más capaz, con más habilidades para adaptarse al mundo y, si es posible, transformarlo. No podemos ocultar una parte de la vida: el fracaso, la enfermedad, el dolor, la muerte, la violencia, el sufrimiento. Lo captan aunque les pongamos una cortina de humo.
¿Cómo conseguir eso?
Debemos darles instrumentos para gestionar correctamente estas situaciones difíciles. Los niños nos hacen preguntas que nos descolocan, nos dejan fuera de juego, nos hacen ver hasta qué punto ignoramos lo que verdaderamente es esencial, por ejemplo la muerte. Y hablarles con la sensibilidad y cuidado que requiere un interlocutor débil, en vías de desarrollo mental y emocional.
¿Es contraproducente ser vulnerables ante ellos?
Cuando no sabemos qué decirles es porque no tenemos respuestas concluyentes, pero también es bueno que conozcan nuestra precariedad, porque eso nos hace más humanos, cercanos.
¿Tenían ellos idea de lo que es la ética?
No tienen la menor idea del concepto. Pero conocen la experiencia que corresponde al término.
¿Cree que esta generación recuperará valores perdidos?
Los niños son especialmente receptivos, no tienen los prejuicios y tópicos del adulto. Aunque no nos lo parezca, los de ahora tienen la misma capacidad de ser educados que teníamos nosotros. Sólo hay que estimularles.
¿Cómo ayudarles en el duelo?
Aunque no entienda todo lo que ocurre, el niño, ante la muerte, intuye el dolor ajeno, oye llantos de adulto, interpreta a su modo las frases, vive cambios de rutinas, sabe que algo pasa... y se defiende a su modo.
Según William C. Kroen, entre los dos y los cinco años con rabia y enfado o regresión. Al principio –incluso después de meses– siguen buscando al difunto por la casa. Hay que tener en cuenta que a esa edad aún ven la muerte como algo reversible. Entre los seis y los nueve años reaccionan con la negación o la culpabilidad. Para aminorar esos procesos los especialistas insisten en ofrecer algunas sugerencias que ayudan a afrontar el duelo.
Primero: aunque resulte doloroso es mejor explicarle la muerte cuanto antes. El paso de las horas sólo aumenta la confusión y el drama.
Segundo: evitar los eufemismos, es mejor decirle que ha muerto que decir: “Le hemos perdido”.
Tercero: permitir que participe en los rituales funerarios que haya pensado la familia.
Cuarto: animarle a exteriorizar lo que siente. No apartarle, dejarle que lo comparta con todos.
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Edificio La Pedrera Caixa de Catalunya, Antoni Gaudi
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
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Duelo,
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