Hoy 27 de noviembre, hace 75 años que el doctor
Edward Bach, abandonó su cuerpo físico.
Vanessa Aguilar, en su libro
El abrazo del oso, Un acercamiento al más allá. ¿Hay vida después de la vida? publicado por la Editorial Luciérnaga, nos explica que la muerte no existe. Según su experiencia lo que hacemos es transformarnos abandonando este cuerpo físico.
La muerte es un acontecimiento tan natural como el nacimiento, la vida continúa después de la muerte y todos formamos parte de un amor que nos transciende.
He leído su libro en estos dos últimos días, un regalo que ha llegado por la maravilla de la no casualidad y donde han sido muchos los aspectos concordantes con lo que podemos leer en las Obras del doctor Bach.
En el capítulo dos del
Curáte a ti mismo, el doctor Bach habla de que para comprender la naturaleza de la enfermedad hay que conocer ciertas verdades fundamentales:
La primera de ellas es que el hombre tiene un alma que es su ser real; un ser divino y todopoderoso, el hijo del Creador de todas las cosas.
El segundo principio es que nosotros somos personalidades colocadas aquí con el propósito de obtener conocimiento y experencia para desarrollar virtudes y borrar lo erróneo de nuestro interior.
El tercero habla de que lo que entendemos como vida no es más que un momento en el transcurso de nuestra evolución.
El cuarto habla de que la armonía entre el alma y la personalidad nos conduce a la paz, la alegría, la felicidad y la salud.
Y el quinto y gran principio es la comprensión de la unidad de todas la cosas.
En el libro de Vanessa,
El abrazo del oso, encontramos:
La herramienta que posibilita la evolución de todo ser humano es el alma.
Todos estamos unidos por la Vida. Por lo tanto: tu sufrimiento es el mío; tu felicidad es la mía; tus pensamientos y voces son mis pensamientos y voces; tus experiencias son mis aprendizajes; tu amor es motivo del mío. No somos seres separados,somos gotas individuales hijas de un mismo océano. !Todos los seres formamos Uno!
En la tumba del doctor Edward Bach figuran estas palabras:
Behold, I am alive for evermore
(Y ahora, estoy vivo por los siglos de los siglos)
Cementerio de Saint James en Brightwell-cum-Sotwell
Detalle tumba de Edward Bach en el cementerio de Saint James en Brightwell-cum-Sotwell
Fotos: Pilar Vidal Clavería
abril 2007