Recuerdo la excursión del pasado mes de noviembre por el bosque de hayas en la ascensión a la cima de Les Agudes desde Santa Fe del Montseny y como me deje sumergir por su belleza. Sin duda el
Beech, Fagus sylvatica, de las
Flores de Bach, es uno de los incentivos de caminar por la montaña en otoño.
Rememorando la definición del doctor Bach para
Beech en
Los doce sanadores
Para
aquellos que sienten la necesidad de ver y apreciar más el bien y la belleza en
todo cuanto les rodea, de tal forma que aunque muchas veces se presenten como
erróneas, tengan la habilidad de ver lo bueno creciendo en su seno. De este modo
podrán ser más tolerantes, más aceptadores y más comprensivos frente a los
diferentes caminos de cada persona, entendiendo que todas las cosas trabajan
para su propia perfección final.
Entendemos que se hace
difícil la convivencia con personas en estado mental
Beech negativo, sus críticas y sus
quejas casi siempre constantes hacen que las evitemos,
nos sentimos juzgados y privados de libertad, de ahí el rechazo a su compañía.
Las hayas están practicamente solas en el bosque, por ello un
Beech en estado negativo, al igual que el haya se encuentra solo, aislado y separado de los demás.
Y por otra parte en el camino por el bosque de hayas, se hace evidente la impresión de calma, paz y tranquilidad. El hayedo nos ofrece el contacto con uno mismo, a aprender a reconocer los propios defectos y a ser comprensivos y no críticos con los demás, desarrollar por tanto la tolerancia, la gran lección que nos ofrece la toma de la esencia.
Las lecciones para aprender que nos muestra
Beech son las de la tolerancia, compasión, indulgencia, comprensión, adaptación, benevolencia.
La siguiente cita de Mahatma
Gandhi, nos acerca a estas lecciones:
Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.
La
esencia nos ayuda a responder con compasión y comprensión a las
imperfecciones de los demás y nos coloca a la tolerancia como eje del
diálogo.
Si repasamos en que grupo colocó el doctor
Bach a
Beech, lo encontramos
en el séptimo, el de las personas que tienen un exceso de interés por el
bienestar ajeno, junto a
Chicory,
Vervain,
Vine y
Rock Water.
En el camino por el bosque de hayas el silencio se rompe con el ruido de los botas sobre las hojas secas, a
primera hora la niebla envuelve con delicadeza ramas y troncos.
Los árboles de las hayas erguidos contrastan con la horizontalidad de las
ramas, las hojas verdes del verano dejan paso a diversas tonalidades ocres y marrones.
Los troncos rectos, grises y lisos pueden presentar estrías, la mayoría naturales, aunque lamentablemente otras puedan estar provocadas por actos incívicos
Solamente en el otoño y el invierno la luz de sol puede llegar a la base del terreno
En el borde del camino la erosión del terreno deja visibles las raíces entrelazadas, de apariencia vigorosa pero que penetran a poca profundidad, pudiendo ser arrancadas por vendavales fuertes. La extensión de sus raíces producen una gran invasión del terreno, siendo esta también una de las causas que impiden el crecimiento de otras plantas a su alrededor
Pocas especies de plantas pueden crecer bajo el tupido entramado de las hayas, una de ellas es el acebo, el
Holly,
Ilex aquifolium, de las
Flores de Bach.
Para quienes a veces son atacados por pensamientos tales como los celos, la
envidia, la venganza y la sospecha. Para las distintas clases de ira.
Estas personas pueden llegar a sufrir mucho por dentro, sin que exista a
menudo una causa real para su desdicha.
Los doce sanadores
Edward Bach
Y si el estado mental negativo de
Beech provoca que nos alejemos de su compañía, el rechazo también se produce ante el estado emocional negativo que se presenta en
Holly cuando los celos, la envidia o la sospecha lo invaden y convierten en alguien destructivo e incluso violento.
La combinación de
Beech y
Holly como remedios florales puede resultar interesante pues la acción de uno complementa la del otro.
Las lecciones para aprender que nos muestra
Holly son las del amor universal, la confianza, la transformación y la convivencia.
Las raíces que por analogía vegetal-ser humano tienen que ver con el inconsciente en
Holly a diferencia de las de
Beech, sí son profundas, por tanto tienen mayor conexión con la tierra y con el inconsciente colectivo.
Las matas de
Holly muestran sus hojas siempre verdes, vigorosas y creciendo en todas las direcciones.
Las hojas de Holly tienen unas fuertes espinas en el borde y se orientan hacia arriba o hacia abajo alternativamente.
Las hojas en este caso de bordes lisos, sin espinas, que aparecen normalmente en la parte superior del arbusto o en la zona inferior de los árboles más viejos, junto a las bayas rojas de sus frutos.
Bibliografía:
. Barnard, J., Remedios Florales de Bach, Forma y Función, Hereford, 2008
. Cañellas, J., Cuaderno Botánico de Flores de Bach, Una guía científica para ver el
alma de las plantas a partir de su signatura, Barcelona, 2008
Publicado en la Revista 91 de Sedibac, Invierno 2018-2019
Texto y fotografias:Pilar Vidal Clavería
noviembre 2018
Las
informaciones sobre les Flores de Bach que aparecen en los artículos de este blog
son únicamente de carácter orientativo e informativo. Cada persona
necesita un tratamiento individualizado, que debe ser prescrito por
un terapeuta floral acreditado.