Esta sierra a raíz del Tratado de los Pirineos de 1659 constituye la frontera natural entre Francia y España y por si no fuera bastante natural, los alambres también delimitan ambos territorios, en algunas zonas del recorrido.
Cuando estás en la cumbre de la cima y la vista alcanza a ambos lados, por fin las fronteras quedan totalmente diluidas y te puedes permitir que sea tu corazón el que marque hasta donde quieres que lleguen sus límites.
Para ayudar a diluir las fronteras, que muchas veces no son territoriales sino impuestas por nosotros mismos tenemos a Holly, para aquellos que se sienten atacados por pensamientos del género de los celos, la envidia, la venganza y la sospecha y que por algo estaría en muchos tramos de la excursión y en muchas ocasiones todavía con sus frutos rojos en todo su esplendor.
Aunque ya estamos en primavera todavía hay pocas flores, esta flor amarilla y una violeta ayudan a esperar
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