Tener presentes a estas dos virtudes nos ayudará a afrontar imprevistos que de otro modo nos pueden paralizar.
No siempre resulta fácil agradecer lo que la vida nos da, nos cuesta hacer una valoración positiva de lo que de entrada nos produce dolor y tristeza.
Con gratitud y humildad, la aceptación brota y fluye como agua clara en el curso de un río y se vislumbra la paz de nuestra alma.
Vall de les Corticelles, junio 2010
La gratitud y la humildad permiten aprender, avanzar y ganar confianza en el Ritmo del Universo.
En los días que la niebla no deja ver la salida del sol, es mejor esperar al día siguiente.
Barcelona amanece, enero 2011
Frases y fotos: Pilar Vidal Clavería
4 comentarios:
¡Qué buenos consejos! Tan convincentes como que hay que esperar que pase la niebla.
Y una fotos bellísimas.
De acuerdo: gratitud y humildad
y cuando no hay manera... esperar
que la niebla despeje para ser, seguir siendo uno mismo por entero...
Y un beso que es humilde y no se humilla
Hola Isabel,
El esperar, el darse tiempo, cuanto nos cuesta cuando lo que prima es la inmediatez y el querer las cosas ya!!!
Gracias por tu comentario sobre las fotos.
Un abrazo
Hola Enric,
Humildad sin humillarse, buen matiz que como siempre enriquece las entradas de este blog con tus comentarios.
Un abrazo
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