Francisco Barnosell, doctor en Medicina, investiga técnicas de curación de sanadores
"Sanadores y médicos deberíamos colaborar"
61 años, barcelonés, dos hijos.
¿Política? La que prioriza la verdad.
Colaboro con diversas clínicas en el diagnóstico de enfermedades neurológicas.
He llegado a la conclusión de que somos energía en continuo cambio y hay que aprender a modularla para evitar las enfermedades
Hace nueve años, a este médico, hijo de
médico, especializado en una técnica de diagnóstico neuromuscular (la
electromiografía), se le ocurrió preguntarse por qué algunos pacientes
desahuciados por la medicina convencional se curan con medicinas
alternativas, y decidió investigarlo. Viajó por medio mundo al encuentro
de chamanes, médiums y sanadores de todo tipo, trabajó con ellos e
incluso se trató con ellos, y fue volcando sus experiencias en un blog
con el seudónimo Paco Lacueva que en menos de un año tenía 100.000
visitas y en la actualidad, más de 500.000. De ahí nació Entre dos aguas
(Luciérnaga). "Es posible combinar esas medicinas sin que se excluyan".
El hijo de la portera tenía cáncer de mediastino. El pronóstico eran seis meses de vida.
Sí que empezamos bien.
Al cabo de un año
estaba estupendo (vivió siete años más). Me dijo que lo había curado un
chamán. Le pedí su historial, se trataba de una curación sin explicación
médica. Me chocó tanto, que me puse a investigar como un loco.
Eso le honra.
Llevo toda la vida inmerso en
el mundo de la medicina, acumulo más de cuarenta años de experiencia, y
en ese mundo de las sanaciones he visto cosas inimaginables, pacientes
que mejoraban o se curaban con métodos tan raros que no sabía ni que
existían.
Se ha relacionado con médiums, sanadores, chamanes...
Sí, y geobiólogos, radioestésicos, brujos y personajes inclasificables.
Entramos en terrenos resbaladizos.
Hay que
investigar, no menospreciar a nadie porque consideremos que no está tan
bien preparado como un médico con sus títulos y másters. No digo que nos
pasemos al otro lado, sino que tratemos de sacar provecho de ambas
medicinas.
Cuénteme sus experiencias.
Las he vivido y he
recopilado durante nueve años. Chamanes y sanadores me han permitido
estar a su lado mientras trabajaban. Yo mismo he sido conejillo de
Indias en varias ocasiones: me tumbé en la mesa de operaciones del
sanador filipino Álex (70) y grabé cómo me operaba con las manos de una
hernia discal.
Tiene usted valor.
Introdujo las manos en mi
cuerpo y sacó un coágulo rojizo. Lo increíble es que un tiempo después
me operaron en España de otra vértebra (también lo filmé), y lo que me
extrajo el traumatólogo era exactamente igual a lo que me había sacado
el chamán. Todo está colgado en internet.
Son cosas difíciles de explicar.
Como médico,
para mí lo más incomprensible son las sanaciones a distancia: éramos
unas quince personas meditando y enviando energía a otra en coma por un
ictus cerebral y que estaba a 10.000 km. Salió del coma durante la
sanación. Lo viví también, en varias ocasiones, estando junto al
paciente.
¿En qué otros campos ha investigado?
En las
vibraciones y sus frecuencias, en la sanación con piedras, que funciona
muy bien con enfermedades psicosomáticas porque rescinde los bloqueos
emocionales.
¿Cómo se lo explica?
Somos energía que se
transmite por química. Cuando una emoción transita de forma anómala en
un paciente puede originar un bloqueo que si se enquista puede ser el
origen de una enfermedad, una inflamación, un quiste o incluso una
tumoración.
Me sorprende usted, doctor.
Tener en cuenta
los chacras, los meridianos, los puntos energéticos del cuerpo, el
influjo de los campos energéticos y los electromagnéticos; tener en
cuenta todas esas cosas que la medicina convencional no considera puede
abrir un camino para entender los mecanismos que nos enferman. Nuestra
medicina sólo considera el final: el tumor, pero no el recorrido.
Antes de investigarlos, ¿ya creía en estos temas?
En absoluto, pero tengo documentados más de treinta casos de sanaciones de cánceres a desahuciados por la medicina.
¿Cuál fue su experiencia con médiums?
La más
espectacular la viví en mi consulta cuando una paciente nada más verme
se puso a llorar: "Acabo de ver que tendrá usted un accidente muy grave;
y poco después su hijo, pero no será grave". Al cabo de una semana un
accidente de moto me dejó en coma, y quince días después lo tuvo mi
hijo.
¿Autosugestión?
Los médiums (y he encontrado
de todo tipo: gente increíble, charlatanes y mangantes) tienen capacidad
para acceder a los archivos akásicos, donde se supone que está toda la
información de la humanidad.
¿...?
Después de experiencias como esa no
vuelves a ser el mismo. Hoy creo que el sentido de la existencia es
experimentar, e incluso considero la posibilidad de la reencarnación
para ir acumulando esa experiencia. Hay miles de casos documentados por
médicos de pacientes que han muerto y han revivido, y han contado lo que
ocurre en ese trance.
¿Qué le dicen sus colegas?
En las clínicas
donde colaboro he dado conferencias ante sus gerentes y mis colegas, y
he invitado a personajes como el geobiólogo Jean-Jacques para que les
hiciera demostraciones.
¿Y?
A veces no sabemos qué tienen los
pacientes. Jean-Jacques, con su antena de Lecher, nos decía dónde mirar.
Hacíamos el análisis, la resonancia o la ecografía en ese punto y
encontrábamos una patología escondida.
¿Cuáles son sus conclusiones?
Espero que a
medida que pase el tiempo muchas de las cosas que he podido investigar
no se vean tan anómalas, y sanadores y médicos podamos llegar a
colaborar, hacer una simbiosis entre las distintas medicinas.
http://pacolacueva.blogspot.com.es/2012/09/65-al-fin-se-publica-el-libro-del-blog.html
PILAR VIDAL CLAVERIA. Counseling integrativo-relacional duelo y pérdidas, Máster IL3 Universidad Barcelona, Instituto IPIR. Terapeuta floral. Lic Ciencias Biológicas Univ Barcelona.Información y consultas 652631831. Este blog es un espacio donde encontrarás información sobre el acompañamiento en el duelo y las pérdidas, la terapia floral y también algunos de mis intereses personales: fotografía, viajes, películas, entrevistas,reflexiones....Gracias por visitarlo y compartirlo
domingo, 27 de enero de 2013
La colaboración como necesidad
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Entrevistas,
Francisco Barnosell,
La Contra,
Libros
sábado, 26 de enero de 2013
Flores en el mundo, Vietnam
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Flores en el mundo,
Vietnam
jueves, 24 de enero de 2013
Flores en el mundo, Guatemala
Mercado de Antigua
Mercado de domingo en Chichicastenango
Mercado de domingo en Chichicastenango
Mercado de domingo en Chichicastenango
Fotografías: Pilar Vidal Clavería
agosto 2004
Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir
Aportación de Remei, sus blogs son regalos para el alma
Gràcies amiga
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Flores en el mundo,
Guatemala,
Mercados
martes, 22 de enero de 2013
Cuidemos nuestras emociones
Vivimos inmersos en atmósferas emocionales que inciden en nuestra
salud tanto como el aire que respiramos. También respiramos el miedo, la
alegría, la paz, la tristeza o la violencia de nuestro entorno. Nada es
más contagioso que las emociones, sean estas positivas o negativas,
hasta el punto de que bien pudiéramos hablar hoy de una epidemiología
ligada a nuestros estados emocionales colectivos.
No solo nos nutrimos de lo que comemos; lo que no podemos digerir psicológicamente genera problemas digestivos de igual forma que los alimentos contaminados. La ira crónicamente retenida se convierte en irascibilidad, que puede generar problemas biliares igual que la alimentación inadecuada.
Las emociones no son en sí mismas negativas o destructivas, todas son necesarias para nuestra evolución . Somos nosotros quienes les damos una connotación negativa o positiva, según las neguemos, las reprimamos o las canalicemos como formas primitivas de energía, que constituyen la materia prima de nuestras aspiraciones e ideales. Todos experimentamos miedos, iras, tristezas o depresiones en muchos momentos de la vida, pero lo que hace de estos movimientos de energía de la psique eventos negativos o constructivos, es nuestra propia forma de vivirlos.
Amor, Vida y Medicina
Jorge Carvajal
En las Flores de Bach encontramos ayuda cuando nuestros estados de ánimo están en desequilibrio o desarmonía.
Red Chestnut
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
Ante el temor y la ansiedad porque algo malo les pueda suceder en especial a nuestros seres queridos, familia, amigos, Red Chestnut es la esencia que nos aporta tranquilidad y calma, nos ayuda a abandonar el sufrimiento y a ver la vida con confianza y serenidad.
Otras entradas de Red Chestnut en Sentir con Flores de Bach en:
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Red Chestnut
domingo, 20 de enero de 2013
Jarabe para el alma
Os presento un libro de ayuda al duelo que podemos obtener en formato pdf, elaborado por la periodista Ana Galbis, "escrito con el corazón porque es el único medicamento capaz de curar el alma es el amor y la esperanza".
El libro se titula Jarabe para el alma y está asesorado por grupos de duelo y psicólogos.
"Jarabe para el alma’ tiene una misión: llegar a las manos de todo aquel que lo necesite en un momento de su vida, que somos todos, pues la muerte es lo único que llega a todos por igual, no entiende de condiciones sociales ni de justicia."
Presentado como un libro de autoayuda, se trata de un jarabe dosificado en tomas diarias a lo largo de siete días para ayudar a paliar el dolor intenso que siente el alma por el duelo.
Este libro lo podemos descargar de forma gratuita en la web www.jarabeparaelalma.com
El libro se titula Jarabe para el alma y está asesorado por grupos de duelo y psicólogos.
"Jarabe para el alma’ tiene una misión: llegar a las manos de todo aquel que lo necesite en un momento de su vida, que somos todos, pues la muerte es lo único que llega a todos por igual, no entiende de condiciones sociales ni de justicia."
Presentado como un libro de autoayuda, se trata de un jarabe dosificado en tomas diarias a lo largo de siete días para ayudar a paliar el dolor intenso que siente el alma por el duelo.
Este libro lo podemos descargar de forma gratuita en la web www.jarabeparaelalma.com
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Ana Galbís,
Duelo,
Libros
sábado, 19 de enero de 2013
Miedo y Flores de Bach
El miedo en ocasiones se disfraza de precaución, prevención, prudencia, términos necesarios y que debemos utilizar en el momento adecuado, aunque hay que cuidar el que no se queden instalados y que nos impidan tomar verdadera conciencia de lo que nos pasa y no nos permitan actuar.
A través de las Flores de Bach, auténticas herramientas de crecimiento, podemos llegar a alcanzar la responsabilidad y el respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.
A través de las Flores de Bach, auténticas herramientas de crecimiento, podemos llegar a alcanzar la responsabilidad y el respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.
El miedo es el estado de ánimo que más comúnmente tenemos que tratar.
La curación por las hierbas, Wallingford, 24 de septiembre 1936
Edward Bach
Al miedo se le llama miedo, pero es algo que en realidad no existe. Si uno no está seguro de sí mismo, si sufre por los problemas que tiene diariamente, ha de ponerlo a un lado y madurarlo.
El sentit de l'existència
Magda Gomar
Solarización de Rock Rose
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Edward Bach,
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Magda Gomar
miércoles, 16 de enero de 2013
Aprender
No te recrees en lo que perdiste, aprende a disfrutar de lo nuevo
Nadie dijo que fuera fácil
Sonríe desde el corazón
Texto y fotos: Pilar Vidal Clavería
agosto, 2011
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Necesidades personales
martes, 15 de enero de 2013
Vivir el duelo y la pérdida a través del Modelo Integrativo relacional
Mi aprendizaje y formación en duelo y pérdida en el Instituto de Psicoterapia Integrativa Relacional (IPIR)
en Barcelona, continua por segundo año consecutivo, y lo que de entrada fue un primer módulo para profundizar en el tema del duelo se ha convertido en un Postgrado en Counseling de duelo y pérdidas del IL3 de la Universidad de Barcelona, siguen las clases, los aprendizajes, los trabajos teóricos y prácticos.
La directora del IPIR, Alba Payàs publicó esta entrevista en el diario La Vanguardia el 3 de marzo del 2011, en ella podemos ver algunos de los aspectos que recibimos en esta formación y que para mi son determinantes y me animan para seguir en ella, el acompañamiento desde la seguridad, el respeto y la confidencialidad.
Entrevista 3-3-2011 Vida-La Vanguardia
Raquel Quelart
Lleva más de 20 años acompañando a las personas que afrontan la muerte o el duelo. La psicoterapeuta Alba Payás ha decidido compartir esta experiencia en Las tareas del duelo. El manual aborda desde un modelo integrativo relacional una temática que durante años ha sido relegada a un segundo plano en las universidades de Psicología.
Alba Payás, de 54 años de edad, fundó hace seis meses el Instituto de Psicoterapia Integrativa Relacional (IPIR) en Barcelona. Su formación clínica tiene origen en Metanoia Institute, en Gran Bretaña. También es miembro de la Asociación Internacional de Psicoterapia Integrativa de Nueva York (IIPA) y, además, ha dirigido durante 10 años el servicio de Apoyo al Duelo de Girona. Es docente en varias universidades y creadora del modelo integrativo-relacional en pérdidas, duelo y trauma.
El duelo es uno de los grandes olvidados de la formación en Psicología.
Las facultades de Psicología no han tratado nunca el tema del duelo en profundidad, también por la ausencia de modelos. El modelo Integrativo relacional ofrece un marco teórico para la comprensión de la experiencia de pérdida.
Por suerte, esta tendencia está cambiando.
Este tema ha despertado un interés creciente desde hace diez años, sobre todo en el campo de la psicología, la antropología, la filosofía y la espiritualidad. Cada vez hay más profesionales que sienten la necesidad de especializarse en duelo.
¿Qué errores se cometen por falta de especialización?
Muchos psicoterapeutas consideran que el sufrimiento no tiene sentido y que el objetivo terapéutico es simplemente reducir ese dolor a través de medicación y consejos, les dicen a los pacientes “despídete”, “rehaz tu vida”, “no pienses en ello….”. El modelo está basado en la buena intención, pero hoy sabemos que estas recomendaciones, dadas de forma indiscriminada, son mala praxis clínica
Así pues, ¿cómo debe de proceder el psicoterapeuta?
Acompañando y ayudando a la persona a vivir ese sufrimiento, utilizándolo como camino y dándole sentido. No se puede evitar el dolor, pero, desafortunadamente, un gran número de profesionales de la psicología sigue diciendo barbaridades a la gente en duelo.
¿Cuáles son las más gordas que ha oído?
Recomendar a pacientes que se aten una goma a la muñeca y que la estiren cada vez que piensen en la persona que han perdido. Otros sugieren que se deshagan de las cenizas o que cojan la foto de la persona amada y le digan “adiós”. También les aconsejan que se distraigan con actividades y que no vayan al cementerio.
¿Y qué tipo de consecuencias acarrea este mal modelo?
Mucha gente acaba rechazando la ayuda, revictimizada por el terapeuta. Un problema añadido es que la persona que acompaña en el sufrimiento tiene que estar dispuesta a mirarse a ella misma. En el mundo de la psicología y la psicoterapia en nuestro país aún hay muchas formaciones que no incluyen la parte de trabajo personal.
El psicólogo primero debe conocerse a sí mismo.
Es imposible acompañar a alguien en el dolor cuando el tuyo no lo has atendido, no eres capaz de gestionar tus propias emociones y acabas animando a la persona en duelo a que evite su sufrimiento, es decir proyectando tus propias pérdidas no resueltas. La formación en psicoterapia en duelo, final de vida y trauma requiere de una gran exigencia personal de introspección.
La empatía es importante para ayudar al prójimo.
La empatía es la herramienta que nos permite conocer al paciente, que es más que entenderlo. De hecho un buen terapeuta raramente dice “te entiendo” porque es obvio ya que está en sintonía con las necesidades del paciente, teniendo en cuenta no sólo lo que dice verbalmente sino también sus lágrimas, suspiros, su cuerpo. Desde el modelo de psicoterapia integrativa–relacional estamos más interesados en conocer a la gente que en cambiar su manera de ser.
¿Qué es el duelo complicado?
Es una patología de duelo que padece un pequeño porcentaje de personas a las que les cuesta recuperarse después de la pérdida de un ser querido, y que son incapaces de rehacer sus vidas especialmente en lo que atañe a sus relaciones.
¿Qué nos ocurre cuando perdemos a alguien que queremos?
Por un lado, está la parte traumática, asociada a cómo fue la muerte –el sufrimiento de la enfermedad, mi impotencia por salvarlo; hay otro aspecto que tiene que ver con la pérdida de la relación, es decir, el echarlo a faltar, no haberme podido despedir de él o tal vez puedo emocionarme por el futuro que ya no podremos compartir. Parte de mi identidad la construí a través de esa persona. Por lo tanto, vivir el duelo no es sólo llorar por el difunto, sino también por la parte de mí que se ha ido y que tendré que volver a construir.
- …
También ante la situación de separación, se ponen en marcha todas nuestras formas aprendidas sobre cómo manejar el sufrimiento y cómo responde el entorno a esta necesidad de apoyo, y esta tarea también hay que explorarla.
¿En qué consiste esta última parte?
Hay duelos que tienen su origen no tanto en la pérdida de la relación por la muerte del ser querido, sino en la manera como el entorno respondió después del trauma. Recuerdo el testimonio de un adulto que expresaba como al morir varios miembros de su familia en un mismo accidente de automóvil, la falta de apoyo y reconocimiento tanto en el entorno familiar como en la escuela le marcó de por vida. El fracaso de la red social y familiar de dar apoyo es un duelo secundario que hay que tratar.
¿Hasta qué punto es importante para la sociedad dar un buen tratamiento al duelo?
El duelo es un problema sumergido que tiene un coste económico, social, laboral y relacional. La persona con duelo tiene un consumo muy alto de recursos sanitarios, más bajas laborales, además de la afectación familiar. Este coste se podría prevenir con una atención preventiva como, por ejemplo, apoyando la implementación de unidades especializadas.
¿Cómo integrar estas unidades de duelo en el sistema sanitario?
El modelo anglosajón es un gran ejemplo sobre cómo con poco dinero puede crearse una red estatal de apoyo. Las unidades de duelo podrían estar adscritas a la atención primaria, a paliativos, centros de salud mental y fundaciones públicas y privadas. En España hay hoy una red totalmente fragmentada de pequeñas iniciativas. Ni la red está conectada ni inserida dentro de los recursos sociosanitarios, ni cuenta con el debido apoyo y reconocimiento institucional. En mucha parte del territorio las familias no saben adónde acudir y acaban lamentablemente con sobremedicación.
¿A cuántas personas podría afectar en España el duelo complicado?
Se calcula, teniendo en cuenta lo que llamamos el índice de duelo, que a unas 200.000 personas cada año, que por supuesto se suman a las del año anterior. Es un coste extraordinario para el sistema sociosanitario.
¿Cuáles son los síntomas?
Sentirás un estado de ansiedad que te dificultará poder trabajar, reincorporarte a la vida o acabarás con una depresión crónica asociada a sentimientos profundos de culpa, enojo o añoranza. Hay otras personas muy funcionales que vuelven a rehacer su vida –se casan, tienen hijos-, pero sus decisiones están influenciadas por el trauma no resuelto que vivieron. De este colectivo se habla poco pero lo vemos los psicoterapeutas.
¿Cuál es el principal peligro del duelo?
Aislarse, encerrar el dolor y no hablar de lo que a uno le pasa. Compartir con los demás permite expresar las emociones y con ello se facilita una construcción más adaptada de la historia de pérdida. El dolor no expresado hace daño, incluso físicamente la persona se va doblando y consumiendo.
¿Las lágrimas son buenas?
Las lágrimas liberan hormonas del estrés y ayudan a elaborar el duelo, no sólo porque reducen el nivel de estrés sino porque neurológicamente la expresión de la tristeza activa la memoria y facilita el proceso narrativo de la experiencia pérdida. Por supuesto hay que buscar un equilibrio entre encontrar el momento para el dolor y su expresión y el momento de hacer el esfuerzo de salir de éste y conectar con la vida y el futuro.
¿Durante cuánto tiempo tenemos que guardar duelo a un ser querido?
No hay un calendario para el duelo, no hay un tiempo mínimo. La pérdida de un hijo te emocionará para siempre, aunque de otra manera. La frase de que el tiempo lo cura todo no es cierta. Hay gente que dice que el primer año es peor, pero otras opinan que es el segundo, porque durante los primeros meses estaban en un estado de negación profunda que les protegía del dolor.
¿Cómo tratar a alguien que acaba de tener una gran pérdida?
Compartiendo el sufrimiento con él, poniendo palabras al dolor, ayudándole a expresar verbal y emocionalmente lo que está sintiendo; no teniéndole miedo al sufrimiento ni prisa por paliarlo. También es importante implicarse, no decir “si me necesitas, llámame”, sino “si me necesitas, llámame, pero si no lo haces, permíteme que te llame de vez en cuando o que venga a verte a tu casa”. La gente no necesita “power points” sobre el amor, la gente en duelo necesita presencia física e implicación
¿Podemos aprender algo a raíz de la muerte de una persona cercana?
En medio de este proceso de explorar el dolor, de penetrarlo, compartirlo, ponerle nombre, integrarlo y darle sentido, emerge siempre un sentido de esperanza, de crecimiento y de transformación de la identidad. Muchas personas expresan que a través del duelo se han vuelto más tolerantes, tiernas, amorosas o que han tomado decisiones en su vida que les llevan a la autenticidad.
El duelo es un aprendizaje más.
Nos llama a ser quien somos de verdad, liberarnos de las defensas que hemos construido a lo largo de nuestra vida para protegernos del dolor, pero que nos aíslan de la gente de nuestro entorno y de nosotros mismos. He escuchado a muchas personas decir que, aunque preferirían que no les hubiera pasado, el duelo les ha llevado a un camino de aprendizaje. Se conocen mejor a sí mismos y han aprendido a amar, vivir la vida con más plenitud y en honor a sus seres queridos fallecidos. Ésta es la esperanza al final del duelo.
La directora del IPIR, Alba Payàs publicó esta entrevista en el diario La Vanguardia el 3 de marzo del 2011, en ella podemos ver algunos de los aspectos que recibimos en esta formación y que para mi son determinantes y me animan para seguir en ella, el acompañamiento desde la seguridad, el respeto y la confidencialidad.
Entrevista 3-3-2011 Vida-La Vanguardia
Raquel Quelart
Lleva más de 20 años acompañando a las personas que afrontan la muerte o el duelo. La psicoterapeuta Alba Payás ha decidido compartir esta experiencia en Las tareas del duelo. El manual aborda desde un modelo integrativo relacional una temática que durante años ha sido relegada a un segundo plano en las universidades de Psicología.
Alba Payás, de 54 años de edad, fundó hace seis meses el Instituto de Psicoterapia Integrativa Relacional (IPIR) en Barcelona. Su formación clínica tiene origen en Metanoia Institute, en Gran Bretaña. También es miembro de la Asociación Internacional de Psicoterapia Integrativa de Nueva York (IIPA) y, además, ha dirigido durante 10 años el servicio de Apoyo al Duelo de Girona. Es docente en varias universidades y creadora del modelo integrativo-relacional en pérdidas, duelo y trauma.
El duelo es uno de los grandes olvidados de la formación en Psicología.
Las facultades de Psicología no han tratado nunca el tema del duelo en profundidad, también por la ausencia de modelos. El modelo Integrativo relacional ofrece un marco teórico para la comprensión de la experiencia de pérdida.
Por suerte, esta tendencia está cambiando.
Este tema ha despertado un interés creciente desde hace diez años, sobre todo en el campo de la psicología, la antropología, la filosofía y la espiritualidad. Cada vez hay más profesionales que sienten la necesidad de especializarse en duelo.
¿Qué errores se cometen por falta de especialización?
Muchos psicoterapeutas consideran que el sufrimiento no tiene sentido y que el objetivo terapéutico es simplemente reducir ese dolor a través de medicación y consejos, les dicen a los pacientes “despídete”, “rehaz tu vida”, “no pienses en ello….”. El modelo está basado en la buena intención, pero hoy sabemos que estas recomendaciones, dadas de forma indiscriminada, son mala praxis clínica
Así pues, ¿cómo debe de proceder el psicoterapeuta?
Acompañando y ayudando a la persona a vivir ese sufrimiento, utilizándolo como camino y dándole sentido. No se puede evitar el dolor, pero, desafortunadamente, un gran número de profesionales de la psicología sigue diciendo barbaridades a la gente en duelo.
¿Cuáles son las más gordas que ha oído?
Recomendar a pacientes que se aten una goma a la muñeca y que la estiren cada vez que piensen en la persona que han perdido. Otros sugieren que se deshagan de las cenizas o que cojan la foto de la persona amada y le digan “adiós”. También les aconsejan que se distraigan con actividades y que no vayan al cementerio.
¿Y qué tipo de consecuencias acarrea este mal modelo?
Mucha gente acaba rechazando la ayuda, revictimizada por el terapeuta. Un problema añadido es que la persona que acompaña en el sufrimiento tiene que estar dispuesta a mirarse a ella misma. En el mundo de la psicología y la psicoterapia en nuestro país aún hay muchas formaciones que no incluyen la parte de trabajo personal.
El psicólogo primero debe conocerse a sí mismo.
Es imposible acompañar a alguien en el dolor cuando el tuyo no lo has atendido, no eres capaz de gestionar tus propias emociones y acabas animando a la persona en duelo a que evite su sufrimiento, es decir proyectando tus propias pérdidas no resueltas. La formación en psicoterapia en duelo, final de vida y trauma requiere de una gran exigencia personal de introspección.
La empatía es importante para ayudar al prójimo.
La empatía es la herramienta que nos permite conocer al paciente, que es más que entenderlo. De hecho un buen terapeuta raramente dice “te entiendo” porque es obvio ya que está en sintonía con las necesidades del paciente, teniendo en cuenta no sólo lo que dice verbalmente sino también sus lágrimas, suspiros, su cuerpo. Desde el modelo de psicoterapia integrativa–relacional estamos más interesados en conocer a la gente que en cambiar su manera de ser.
¿Qué es el duelo complicado?
Es una patología de duelo que padece un pequeño porcentaje de personas a las que les cuesta recuperarse después de la pérdida de un ser querido, y que son incapaces de rehacer sus vidas especialmente en lo que atañe a sus relaciones.
¿Qué nos ocurre cuando perdemos a alguien que queremos?
Por un lado, está la parte traumática, asociada a cómo fue la muerte –el sufrimiento de la enfermedad, mi impotencia por salvarlo; hay otro aspecto que tiene que ver con la pérdida de la relación, es decir, el echarlo a faltar, no haberme podido despedir de él o tal vez puedo emocionarme por el futuro que ya no podremos compartir. Parte de mi identidad la construí a través de esa persona. Por lo tanto, vivir el duelo no es sólo llorar por el difunto, sino también por la parte de mí que se ha ido y que tendré que volver a construir.
- …
También ante la situación de separación, se ponen en marcha todas nuestras formas aprendidas sobre cómo manejar el sufrimiento y cómo responde el entorno a esta necesidad de apoyo, y esta tarea también hay que explorarla.
¿En qué consiste esta última parte?
Hay duelos que tienen su origen no tanto en la pérdida de la relación por la muerte del ser querido, sino en la manera como el entorno respondió después del trauma. Recuerdo el testimonio de un adulto que expresaba como al morir varios miembros de su familia en un mismo accidente de automóvil, la falta de apoyo y reconocimiento tanto en el entorno familiar como en la escuela le marcó de por vida. El fracaso de la red social y familiar de dar apoyo es un duelo secundario que hay que tratar.
¿Hasta qué punto es importante para la sociedad dar un buen tratamiento al duelo?
El duelo es un problema sumergido que tiene un coste económico, social, laboral y relacional. La persona con duelo tiene un consumo muy alto de recursos sanitarios, más bajas laborales, además de la afectación familiar. Este coste se podría prevenir con una atención preventiva como, por ejemplo, apoyando la implementación de unidades especializadas.
¿Cómo integrar estas unidades de duelo en el sistema sanitario?
El modelo anglosajón es un gran ejemplo sobre cómo con poco dinero puede crearse una red estatal de apoyo. Las unidades de duelo podrían estar adscritas a la atención primaria, a paliativos, centros de salud mental y fundaciones públicas y privadas. En España hay hoy una red totalmente fragmentada de pequeñas iniciativas. Ni la red está conectada ni inserida dentro de los recursos sociosanitarios, ni cuenta con el debido apoyo y reconocimiento institucional. En mucha parte del territorio las familias no saben adónde acudir y acaban lamentablemente con sobremedicación.
¿A cuántas personas podría afectar en España el duelo complicado?
Se calcula, teniendo en cuenta lo que llamamos el índice de duelo, que a unas 200.000 personas cada año, que por supuesto se suman a las del año anterior. Es un coste extraordinario para el sistema sociosanitario.
¿Cuáles son los síntomas?
Sentirás un estado de ansiedad que te dificultará poder trabajar, reincorporarte a la vida o acabarás con una depresión crónica asociada a sentimientos profundos de culpa, enojo o añoranza. Hay otras personas muy funcionales que vuelven a rehacer su vida –se casan, tienen hijos-, pero sus decisiones están influenciadas por el trauma no resuelto que vivieron. De este colectivo se habla poco pero lo vemos los psicoterapeutas.
¿Cuál es el principal peligro del duelo?
Aislarse, encerrar el dolor y no hablar de lo que a uno le pasa. Compartir con los demás permite expresar las emociones y con ello se facilita una construcción más adaptada de la historia de pérdida. El dolor no expresado hace daño, incluso físicamente la persona se va doblando y consumiendo.
¿Las lágrimas son buenas?
Las lágrimas liberan hormonas del estrés y ayudan a elaborar el duelo, no sólo porque reducen el nivel de estrés sino porque neurológicamente la expresión de la tristeza activa la memoria y facilita el proceso narrativo de la experiencia pérdida. Por supuesto hay que buscar un equilibrio entre encontrar el momento para el dolor y su expresión y el momento de hacer el esfuerzo de salir de éste y conectar con la vida y el futuro.
¿Durante cuánto tiempo tenemos que guardar duelo a un ser querido?
No hay un calendario para el duelo, no hay un tiempo mínimo. La pérdida de un hijo te emocionará para siempre, aunque de otra manera. La frase de que el tiempo lo cura todo no es cierta. Hay gente que dice que el primer año es peor, pero otras opinan que es el segundo, porque durante los primeros meses estaban en un estado de negación profunda que les protegía del dolor.
¿Cómo tratar a alguien que acaba de tener una gran pérdida?
Compartiendo el sufrimiento con él, poniendo palabras al dolor, ayudándole a expresar verbal y emocionalmente lo que está sintiendo; no teniéndole miedo al sufrimiento ni prisa por paliarlo. También es importante implicarse, no decir “si me necesitas, llámame”, sino “si me necesitas, llámame, pero si no lo haces, permíteme que te llame de vez en cuando o que venga a verte a tu casa”. La gente no necesita “power points” sobre el amor, la gente en duelo necesita presencia física e implicación
¿Podemos aprender algo a raíz de la muerte de una persona cercana?
En medio de este proceso de explorar el dolor, de penetrarlo, compartirlo, ponerle nombre, integrarlo y darle sentido, emerge siempre un sentido de esperanza, de crecimiento y de transformación de la identidad. Muchas personas expresan que a través del duelo se han vuelto más tolerantes, tiernas, amorosas o que han tomado decisiones en su vida que les llevan a la autenticidad.
El duelo es un aprendizaje más.
Nos llama a ser quien somos de verdad, liberarnos de las defensas que hemos construido a lo largo de nuestra vida para protegernos del dolor, pero que nos aíslan de la gente de nuestro entorno y de nosotros mismos. He escuchado a muchas personas decir que, aunque preferirían que no les hubiera pasado, el duelo les ha llevado a un camino de aprendizaje. Se conocen mejor a sí mismos y han aprendido a amar, vivir la vida con más plenitud y en honor a sus seres queridos fallecidos. Ésta es la esperanza al final del duelo.
Star of Bethlehem
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas
Terapeuta floral
Otras informaciones sobre el mismo tema:
Alba Payàs,
Duelo,
Entrevistas,
Libros
domingo, 13 de enero de 2013
Amor con mayúsculas
Vulnerabilidad-AMOR, Pérdida-AMOR, Cambio-AMOR, Dolor-AMOR, Dignidad-AMOR, Cansancio-AMOR, Sufrimiento-AMOR,.....-AMOR
¿Qué pondrías en estos puntos suspensivos por AMOR?
¿Qué pondrías en estos puntos suspensivos por AMOR?
jueves, 10 de enero de 2013
Humildad ante las dificultades
Estamos en un momento donde podemos aprender a diferenciar en nosotros mismos y hacia los demás, la aceptación de la resignación, continuar luchando y no tirar la toalla, vivir la vida desde la esperanza, llevando de la mano a la humildad.
Entonces, ¿cómo amar, en un hijo que perdimos, su muerte como parte del destino que le tocó? ¿Cómo amar, en los que fueron nuestros amigos, sus traiciones? ¿Cómo amar, en nuestro cuerpo, su parte enferma? ¿Cómo amar, en el mundo, las guerras? ¿Cómo aceptar nuestra necedad o la de los que nos rodean, cuando la exhibimos o la exhiben? La respuesta es: comprendiendo que no hay otro remedio y asumiendo nuestra pequeñez ante el espíritu creador. Rindiéndonos a lo que es, a su incomprensible misterio. Haciéndonos insignificantes para mecernos en los grandes brazos de la vida. Siendo humildes.
Joan Garriga Bacardí
Vivir en el alma
Fotografía: Pilar Vidal Clavería
septiembre 2010
El orgullo invariablemente rehúsa inclinarse con humildad y abandonarse a la Voluntad del Gran Creador
Edward Bach
Curáte a ti mismo
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Humildad,
Joan Garriga Bacardí
martes, 8 de enero de 2013
Hoy, buen día para aprender
Cima del Cap del Verd, 2282 m
Edward Bach, Cúrate a ti mismo
Un pequeño momento para deciros una cosa; la vida es una escuela, una escuela donde, si no quieres aprender, lo tienes muy mal.
Magda Gomar, El sentit de l'existència
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Magda Gomar
domingo, 6 de enero de 2013
Miradas del Pedraforca
Según la leyenda hace pocos días, el 31 de diciembre, las brujas se reunieron en el Pedraforca, estoy segura de que estaban unas cuantas de las brujas que no se quejan de las que os hablé en la entrada anterior:
http://piltruns.blogspot.com.es/2013/01/las-ancianas-no-se-quejan.html
Para empezar con las cualidades propuestas por Jean Shinoda Bolen, ayer fui de excursión hasta la cima del Cap del Verd y de camino me encontré con estas magníficas vistas de mi admirado Pedraforca.
http://piltruns.blogspot.com.es/2013/01/las-ancianas-no-se-quejan.html
Para empezar con las cualidades propuestas por Jean Shinoda Bolen, ayer fui de excursión hasta la cima del Cap del Verd y de camino me encontré con estas magníficas vistas de mi admirado Pedraforca.
Las ancianas defienden con fiereza lo que más les importa
Las ancianas deciden su camino con el corazón
Las ancianas se ríen juntas
Fotografías: Pilar Vidal Clavería
enero 2013
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Pedraforca
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