martes, 8 de diciembre de 2009

Flora en la Patagonia

Fotos de hojas, frutos y flores en la Patagonia, su clasificación está hecha con el libro Flora Patagonia de Claudia Guerrido y Damian Fernández, una buena guía que me acompañó durante el viaje por las tierras australes de Chile y Argentina.

Frutos de murta, Gaultheria mucronata

Frutos de notros, Embothrium coccineum

Leonita rosada, Leucheria hahnii

Mata guanaco, Anarthrophyllum desideratum

Mozaiquillo, Baccharis patagonica

Anémona, Anemone multifida

Calindrima o Oxalis ???

Lirio de campo, Olsysium biflorum

Parrilla, Ribes magellanicum

Hojas de lenga, Nothofagus pumilio

Flor de la cascada, Ourisia poeppiggi

Hojas de ñire, Nothofagus antarctica

Ranúnculo, Ranunculus peduncularis

???

Mata negra fueguina, Chiliotrichum diffusum

Diente de león, Taraxaxum sp

Chacay ???

Calafate, Berberis ilicifolia

Fotos: Pilar Vidal Clavería

Estados de ánimo

Las entrevistas que Gaspar Hernández hacía los miércoles en El Periódico de Catalunya y que muchas veces podía poner en el blog con un copiar y pegar, han pasado al suplemento del domingo y lo tengo más complicado para reproducirlas en el blog.


De todas manera he encontrado algunas de anteriores y que también son muy interesantes como esta con TSEWANG TAM, médico personal del Dalai Lama.


Una de las preguntas es sobre cómo influye el estado de ánimo en las enfermedades.


El doctor Bach comentaba que en la enfermedad se produce un cambio del estado de ánimo respecto a la vida cotidiana y describió treinta y ocho estados diferentes y un remedio para cada uno de ellos.


TSEWANG TAM, médico personal del Dalái Lama

30 de enero del 2008


"La paz interior es la mejor medicina"


Ha recibido diversos reconocimientos y medallas de oro en medicina a nivel internacional y estos días visita por primera vez Catalunya.


GASPAR HERNÁNDEZ


--¿Si soy feliz no enfermaré?

--Si eres feliz, no tienes por qué estar enfermo. Pero este ser feliz no significa que en un momento u otro de tu vida no pases por la experiencia del sufrimiento. Podemos sufrir o sentir dolor, y a la vez ser felices.


--Pues qué bien. ¿Lo puede argumentar?

--La infelicidad proviene del miedo, de la ansiedad, del pensar demasiado y angustiarse a base de darle demasiadas vueltas a los problemas.


--¿Cómo influye el estado de ánimo en las enfermedades?

--La influencia es del cien por cien. Si usas mal tu mente, como por ejemplo preocupándote demasiado, te creas sufrimiento, y eso puede derivar en enfermedad.


--Le pregunto lo mismo que hace un mes le preguntábamos a su colega, el Lama Lobang: ¿cuál es la causa principal de enfermedad, según la medicina tibetana?

--La pérdida del estado de equilibrio del cuerpo.


--Pero a veces los motivos vienen de fuera. Estos días, mucha gente tiene la gripe...

--Los gérmenes nocivos y virulentos son una causa, pero solamente secundaria. Los gérmenes nocivos por sí mismos no pueden producir enfermedades si no encuentran un terreno propicio.


--¿Cómo está su paciente, el dalái lama, de salud?

--Estupendamente. Solo tiene usted que mirar cómo se mueve, cómo habla, lo ágil que está y lo mucho que trabaja, con horarios increíbles. Los jóvenes no puede aguantar su paso.


--Él, que está tan entrenado para ser feliz, vivirá más de 100 años...

--La duración de nuestra vida, la longevidad, tiene mucho que ver con la felicidad que cultivemos. La paz interior es la mejor medicina. También para vivir más años. Las preocupaciones interfieren en el funcionamiento de las células de los órganos. Y eso lleva a tomar medicamentos, y a estar cada vez peor.


--¿Algún otro consejo?

--Prestar mucha atención a lo que comemos.


--¿Cuál es su truco para conseguir la felicidad?

--Estar satisfecho con lo que haces y contento con lo que tienes. Y, sobre todo, no compararte nunca con los otros. La sociedad occidental estimula mucho la comparación, compararse con lo que tiene el vecino, y eso solo conduce a la infelicidad.


--Las religiones, en teoría, tendrían que ayudar...

--Son un buen camino para conseguir la felicidad, porque nos enseñan cómo querer más y cómo estar mejor con nosotros mismos. No solo el budismo. Una vida espiritual ayuda mucho.


--¿Y usted es feliz?

--Sí. Estoy contento con muchas cosas. Intento mantener el equilibrio siendo consciente de que no hay fin para el sufrimiento, a no ser que estés iluminado.


--¿Qué actitud recomienda a sus enfermos?

--En primer lugar, entender qué es lo que causa el sufrimiento, pero no solo su sufrimiento particular, sino el sufrimiento en general. Y, por otro lado, analizar cómo se puede haber generado su enfermedad y rectificar actitudes. Si nos duele el estómago, no se trata de buscar las pastillas que nos van a aliviar el dolor, sino variar comportamientos para que eso no vuelva a ocurrir. Preguntarme qué estoy haciendo yo para que me esté pasando eso, qué circunstancias están generando esa enfermedad que ahora me hace sufrir.


--¿Y algo más práctico?

--Leer libros sobre el amor y la compasión, por ejemplo. Escuchar música, un abrazo, hablar. Depende del carácter de cada persona.


--¿Y reír?

--Es muy importante. La risa cura.


--¿...?

--Le pondré un ejemplo. Durante mucho tiempo se ha tratado a los enfermos de sida como apestados. Les faltaba amor, contacto humano, y, por tanto, risas. Todo eso también es importante para curarse. De hecho, la curación es un arte.


--Usted cree en la reencarnación. En esta vida, como médico, está haciendo el bien. ¿Qué le gustaría hacer en otra vida?

--Lo mismo. Estoy muy bien siendo quien soy. Lo que eres hoy depende de lo que fuiste en vidas anteriores, y tus siguientes vidas serán según lo que estés haciendo ahora.


--La gente que ahora no sufre, ¿en vidas pasadas hizo bondad?

--Exactamente. Pero, atención, porque si no aprovecha esta existencia para llevar una vida sana y feliz, en el futuro se le acabará, si me permite la expresión, el crédito. Es importante entender el sufrimiento de los demás, aunque uno no lo haya sufrido o no lo sufra: entender el fuerte dolor de cabeza del compañero de trabajo, aunque tú no lo sufras.


Vendedora mercado en Bukhara

lunes, 7 de diciembre de 2009

Mirar al cielo

En estos días previos a las fiestas navideñas, en Barcelona podemos aprovechar las compras en el centro de la ciudad para mirar también un poco hacía el cielo, despejaremos la mente y descubriremos vistas diferentes a las habituales.

Passeig de Gràcia

Passeig de Gràcia

Plaça Catalunya

carrer Pelai

carrer Amadeo Vives, Palau de la Música
Fotos: Pilar Vidal Clavería

domingo, 6 de diciembre de 2009

Visita a Mount Vernon

A finales de abril del 2007 visité el Centro Bach en Mount Vernon y la tumba en el cementerio de Saint James del doctor Edward Bach.

Centro Bach en Mount Vernon

Próximo a la localidad de Wallingford se encuentra Brightwell-cum-Sotwell, donde está situado Mount Vernon, el Centro del Dr. Bach.

Centro Bach en Mount Vernon

Llegamos un domingo por la tarde y aunque sabíamos que la visita al interior de la casa era sólo por las mañanas, poder subir los escalones que dan acceso al arco donde cuelga el rótulo Mount Vernon, caminar por el jardín y llegar hasta la puerta de la casa, me satisfizo plenamente.

Puerta de entrada a la casa del Centro Bach en Mount Vernon

Después volvimos a la ciudad de Wallingford, donde a las ocho de la tarde del 24 de septiembre de 1936, 50 aniversario de su nacimiento, el Dr. Bach, pronunció su célebre Conferencia Pública en el Centro Masónico, un edificio sobrio, ubicado en una antigua fábrica de cerveza en la calle Goldsmith's lane.

Wallingford, antigua fábrica de cerveza

Wallingford es una población tranquila en la que destaca un inmenso parque con docenas de White Chestnut, Aesculus hippocastanum, -el único de los 19 últimos remedios que se prepara por el método de solarización-, luciendo sus flores erguidas y esplendorosas, que también pudimos observar a lo largo de todo el país.

White Chestnut ,Aesculus hippocastanum

A las nueve de la mañana del lunes 30 de abril ya estábamos en Brightwell-cum-Sotwell. El Centro Bach no abría hasta las 10, así que nos acercamos al pequeño cementerio de la iglesia de Saint James, donde encontramos la sencilla tumba con la inscripción:

"Edward Bach M.B. B.S. D.P.H.[1]

1886 - 1936 Behold I am alive for evermore".[2]

Cementerio iglesia Saint James, en primer término tumba del doctor Edward Bach

(1) M.B. (Bachelor of Medicine - Bachiller en Medicina). B.S. (Bachelor of Surgery - Bachiller en Cirugía). D.P.H. (Diploma in Public Health - Diploma en Salud Pública)

(2) Ahora estoy vivo por los siglos de los siglos

De vuelta al exterior del recinto un gran Red Chestnut, Aesculus carnea mostraba sus flores rojizas-rosadas formando racimos erguidos. La afirmación del Dr. Bach en cuanto a la capacidad de sanarnos a nosotros mismos y también de ayudar a otros a sanarse a si mismos, para lo cual sólo son necesarios el amor y la compasión, era algo a recordar y que podía llevarme como mensaje.

Red Chestnut, Aesculus carnea

A las diez de la mañana pudimos entrar en la pequeña casa de Mount Vernon, a la que el Dr. Bach llegó en 1934 y dónde escribió la nueva edición de Los Doce Curadores y los Siete Ayudantes, publicada en julio de ese mismo año.

En su interior, una estancia pequeña con los muebles de madera, sillones, mesa y armario, hechos por el propio Dr. Bach, desprende armonía y paz.

Sobre la chimenea un escrito repite la palabra Paz en varías frases. En el interior de unas vitrinas están las tinturas madres preparadas por el Dr. Bach. En las paredes hay dibujos de las Flores y una pequeña mesa con las fotografías de Nora Weeks y Victor Bullen que, como se indica en la portada de su libro The Bach Flower Remedies, eran "amigos y colegas de Edward Bach".

Interior Centro Bach en Mount Vernon
Fotografías: ©Pilar Vidal Clavería

sábado, 5 de diciembre de 2009

Edward Bach y Deepak Chopra unidos

En la Revista 54 de Sedibac, correspondiente a Otoño 2009, en su sección Libros, Leyendo acerca de las Flores de Bach, he publicado un artículo del libro:



Edward Bach y Deepak Chopra unidos. Relación entre los "Siete grupos de Flores de Bach" y las "Siete leyes espirituales del éxito"

Pilar Vidal Clavería
Sentir con Flores de Bach

En enero de 2002, Soledad Martínez López publicó en la Editorial Creación, Edward Bach y Deepak Chopra unidos. Relación entre los "Siete grupos de Flores de Bach" y las "Siete leyes espirituales del éxito", un libro que nos invita a crecer individual y grupalmente para participar y estar incluidos en una masa crítica que ayude a mejorar las cosas[1].

A partir de la idea de que "todo en el Universo está interrelacionado", Soledad Martínez nos muestra la interrelación que encuentra entre las 38 Flores de Bach, agrupadas en los Siete epígrafes o grupos, que el doctor Bach nos dejó en su obra Los Doce Curadores y Otros Remedios y "Las Siete Leyes Espirituales del éxito" de Deepak Chopra, basadas en leyes de la Naturaleza y del Universo[2].

A lo largo de los siete capítulos del libro, Soledad Martínez nos va explicando como ha elaborado estas relaciones, que nos puedan servir de herramienta para caminar por la vida.

El primero de los grupos de las Flores de Bach, "para el temor", lo interrelaciona con la "Ley de la potencialidad pura", nuestro propio Yo, accediendo desde nuestro espíritu, desde el amor, con el silencio y la meditación y no desde el miedo, que podremos eliminar con las esencias, Mimulus, Rock Rose, Red Chestnut, Aspen y Cherry Plum.

En el segundo capítulo, la "Ley de la entrega, del dar y del recibir", está relacionada con las flores del segundo de los grupos, "para la incertidumbre", Gentian, Scleranthus, Wild Oat, Hornbeam, Gorse y Cerato, estas esencias nos llenan de lo mejor de nosotros mismos para poder dar algo bueno a los demás.

El tercero relaciona la "Ley del Karma o de la causalidad", que implica tomar decisiones conscientes, viviendo conscientemente cada momento presente, con el mayor entusiasmo, con la mayor ilusión, haciendo todo lo que hagamos lo mejor que nos sea posible, con las flores del tercer grupo, "para los que no sienten suficiente interés por sus circunstancias presentes", Honeysuckle, Clematis, Wild Rose, Olive, White Chestnut, Mustard y Chestnut Bud.

En este capítulo hace Soledad también aportaciones personales sobre el pensamiento consciente, creador y positivo.

El capítulo cuarto relaciona la "Ley del mínimo esfuerzo" de Deepak Chopra, que tiene tres componentes la aceptación, la responsabilidad y la indefensión, es decir la renuncia a convencer o persuadir a los demás de nuestro punto de vista, con el quinto de los grupos de las Flores de Bach, "para los excesivamente sensibles a influencias y opiniones", Agrimony, Centaury, Walnut y Holly.

Aquí la aportación de la autora hace referencia a la conexión con nosotros mismos de una manera espontánea y sencilla, fluyendo con la vida, afirmando que en el Universo todo está relacionado.

El capítulo quinto hace referencia a la "Ley de la intención y del deseo", quinta de las leyes espirituales del éxito de Chopra, basada en que la energía y la información están por todas partes en la Naturaleza, y la relaciona con la Flores de Bach del cuarto grupo, "para la soledad", Water Violet, Impatiens y Heather.

Para la quinta ley de Chopra, son necesarios el silencio, la relajación y la meditación, de los que también habla el doctor Bach en su obra Cúrese usted mismo.

Llegamos al sexto capítulo con la "Ley espiritual del desapego" que nos señala que debemos asentarnos en la sabiduría de la incertidumbre. No hay que abandonar la intención de crear nuestro deseo, sinó tan sólo nuestro apego al resultado.

Una incertidumbre no relacionada con las flores del segundo grupo del doctor Bach, "de la duda o no tener confianza en nosotros mismos", sino con las del sexto, "para el desaliento o la desesperación", Larch, Pine, Elm, Sweet Chestnut, Star of Bethlehem, Willow, Oak y Crab Apple.

Complementa Soledad este capítulo con un escrito sobre la libertad.

El último de los capítulos hace referencia a la "Ley del Dharma o del propósito en la vida" que explica que somos seres espirituales con experiencias humanas, con talentos singulares y al servicio de la humanidad. Para llevar todo esto a la práctica tenemos al último de los grupos de las Flores de Bach, el séptimo, "para la excesiva preocupación por el bienestar de los demás", Chicory, Vervain, Vine, Beech y Rock Water.

El libro finaliza con un texto de agradecimiento de Soledad: "Alegría en el Corazón".

[1] El mismo mensaje con el que finalizó su ponencia en el Congreso Sedibac de Terapia Floral, en mayo del 2009, Olga Mussons, cuando nos habló de las similitudes entre las teorías de Bach, Jung y Shledrake para acabar explicando las analogías respecto a modelos de acción y de evolución, en cuanto a que podemos contribuir individualmente al cambio del inconsciente colectivo, y entender cómo los campos mórficos de las esencias florales pueden, con el aumento de la masa crítica de personas que estén influenciados por ellos, ayudar al cambio evolutivo de la Humanidad.
[2] Esta interrelación del Universo también nos la explicó en el congreso que he mencionado anteriormente, Silvia González Ariki, con su ponencia El Sistema Floral del Dr. Bach a través de la Física Cuántica. Según Silvia González Ariki, a nivel cuántico todo está intercomunicado, no existe división ni separación, un concepto similar a la idea de la unidad o totalidad que el doctor Bach nos dio en 1931, al explicarnos que el desarrollo del amor nos lleva a darnos cuenta de la Unidad, de la verdad de que todos y cada uno de nosotros pertenecemos a una gran creación.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Pingüinos en la Isla Magdadelna

A unos 35 kilómetros de la ciudad de Punta Arenas se encuentra la Isla Magdalena, que desde 1982 es el Monumento Natural "Los Pingüinos". Después de ver a los pingüinos de la Isla Martillo, era una suerte poder ver más pingüinos, esta vez los de la Isla Magdalena. En la isla se encuentran miles de parejas del pingüino magallánico y durante casi una hora pudimos pasear y observar a estas aves que tan simpáticas y divertidas resultan con sus paseos continuos a lo largo de la isla. 
 
Pingüinos magallánicos a la orilla del Estrecho de Magallanes
  Pingüino magallánico o patagónico, Spheniscus magellanicus A punto de entrar en el nido Incubando los huevos Parece que pregunte ¿quieres algo? ¿No?, pues me vuelvo para dentro Te pueden ignorar totalmente
  Los 4 magníficos preparados para atravesar la calle
  Camino de la orilla
Fotos: Pilar Vidal Clavería

jueves, 3 de diciembre de 2009

Punta Arenas

A orillas del Estrecho de Magallanes nuestra última ciudad en el Chile austral fue Punta Arenas.

Es una ciudad amplía, desierta un domingo por la mañana, y con indicadores que te recuerdan la lejana distancia física a otros lugares.

Vista de Punta Arenas desde el Mirador

Vista de Punta Arenas desde el Mirador

Vista de Punta Arenas desde el Mirador

Una de las visitas que se pueden hacer en Punta Arenas es la de su cementerio, especial por sus árboles cipreses recortados en formas particulares y que también podemos ver en avenidas de la ciudad.

Cementerio de Punta Arenas

Cementerio de Punta Arenas

Cementerio de Punta Arenas

Avenida Colón en Punta Arenas

Y si os gusta el chocolate pasar un buen rato saboreándolo en esta chocolateria de origen suizo.

Bories, 852, Punta Arenas
Fotos: Pilar Vidal Clavería

martes, 1 de diciembre de 2009

Comunicación en la nevera


Leer un libro de 230 páginas en una hora sin haber hecho ningún curso de lectura rápida tiene una explicación.

En sus páginas encontramos breves notas dejadas en la puerta de la nevera a modo de postits, que relatan la relación entre una madre y su hija.

La vida a la porta de la nevera, en castellano La vida en la puerta de la nevera, está escrito por Alice Kuipers y es su primera novela.

El hecho de que sean frases cortas las que nos encontramos en el relato le da un aspecto aspero y a la vez profundo, un poco como si fueran dardos enmascarados en unos mensajes que tienen mucho de vacio y de falta de comunicación, tristes y conmovedores.

Pingüinos en la Isla Martillo

La isla Martillo se encuentra en el Canal Beagle en la Estancia Harberton y en una visita guiada fuimos a ver la colonia de pingüinos de Magallanes. 

 

Pingüino magallánico, Spheniscus magellanicus

Ver a los pingüinos nos hacia mucha ilusión y aunque fue el día más intempestivo de todo el viaje, la nieve nos acompaño en el camino y en la visita, caminamos durante una hora en un espacio acotado con unas cuerdas que permite observar a los pingüinos que se mueven arriba y abajo y también ver cómo cuidan de sus nidos.

Pingüino magallánico a punto de entrar en el nido

Los pingüinos machos llegan a la isla a finales de septiembre y establecen su territorio en los nidos utilizados durante la temporada pasada, al cabo de unos días llegan las hembras, que forman pareja con el mismo macho del año anterior.

Pingüino magallànico al borde del nido

La cabeza del pingüino magallánico sobresaliendo en el nido

Los nidos se construyen en unas madrigueras que están excavadas en el suelo y los machos y las hembras se van turnando para ir a buscar alimento e incubar los huevos.

Hay también una pequeña colonia de 18 parejas de pingüinos Papúa, el pingüino típico de la Antártida y la isla Martillo es la zona más al norte donde se puede encontrar.

Para que no haya dudas del temporal de nieve que hizo ese día.

Guindo, Nothofagus betuloides, Árbol bandera de vuelta a Ushuaia
Fotos: Pilar Vidal Clavería
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