miércoles, 31 de marzo de 2010

Descubrirse

Cuando ayer me compré La elegancia del erizo de Muriel Barbey, y al poco de empezar su lectura, leí ...me llamo Renée y tengo 54 años, me dije, mira igual que yo, vamos bien. Hoy la entrevista con Abraham Verghese, también empieza así, seguimos bien...

El libro está sólo empezado, la entrevista ya la acabo de leer y me da toda la razón, está muy bien, se trata de un médico que al igual que hiciera el doctor Bach, que también era médico y escritor, trata a los pacientes, no unicamente a las enfermedades.

Abraham Verghese nació en Etiopia, país que descubrí en el 2008 y que me fascinó.

Abraham Verghese, médico y escritor
"Cuidar a una persona es como cuidar a todo el mundo"
IMA SANCHÍS - 31/03/2010 La Contra-La Vanguardia

54 años. Nací en Adís Abeba (Etiopía) y vivo en California. Me licencié en Medicina en Etiopía e India. Casado por segunda vez, tengo tres hijos. Soy docente en la Universidad de Stanford y ejerzo la medicina. La sanidad debería ser un derecho básico. Soy cristiano

Recuerdo la primera vez que de niño entré en un hospital: me impactaron las baldosas blancas, las batas blancas, los instrumentos, el olor; me pareció un templo exótico.

Etiopía dejó de ser su patria.

Fue muy perturbador. El gobierno militar cerró la universidad y ordenó marcharse a todos los expatriados. Era la primera vez que oía esa palabra, tenía 21 años.

¿Era usted un médico tercermundista intentando abrirse camino en EE. UU.?

Tuve que trabajar mucho, y es irónico que la formación que me dieron en Áfricay en India, hablar y tocar al paciente, sea lo que no saben hacer en EE. UU.

Se le conoce por saber leer el cuerpo como si fuera un texto.

En EE. UU. no tienen fe en sí mismos para poder hacerlo, dependen demasiado de la tecnología. Los mandas a un campamento de refugiados y están perdidos sin ella. Para mí, la interacción humana es lo principal.

La medicina, ¿una vocación espiritual?

Eso creo, y me entristece que se lea como negocio. Yo hago una distinción muy importante entre sanar y curar. En la medicina occidental hemos olvidado la importancia de que el paciente acepte su enfermedad; lo entendí trabajando con los primeros enfermos de sida, en los años 80. Sólo podía ayudarles a que se sintieran mejor con mi presencia y mi cariño, y eso no se puede recetar.

¿Cómo se especializó en sida?

Me formé en enfermedades infecciosas por razones equivocadas: era la única rama de la medicina que siempre podía curar.

Y entonces surgió el sida.

Durante cinco años traté esa enfermedad en Tennessee y aprendí mucho de la comunidad homosexual, sobre el amor y sobre cómo ser hombre, y arraigó en mí el lado espiritual de la medicina.

Sobre cómo ser hombre, dice.

En EE. UU. muchos jóvenes asocian la violencia a la hombría. Tratando a homosexuales pude ver que ser hombre es mucho más.

¿Qué aprendió sobre el amor?

Había familias campesinas que decían: "¡Si mi hijo es gay, lo mato!", no soportaban la idea de un enfermo de sida en casa, pero cuando les ocurría, se transformaban. Fue una lección maravillosa: el amor de la familia siempre acaba superando los prejuicios.

...

Vi a tantos jóvenes morirse..., y, cuando estaban en el final, todos intentaban buscar el significado de la vida y se daban cuenta de que no residía en la apariencia, el triunfo social o el dinero, sino en el éxito de sus relaciones humanas, especialmente con sus padres. Entendí que no hay que aplazar los sueños ni buscar el significado en las cosas, sino en las relaciones humanas.

¿Se implicó mucho con los pacientes?

Empezó con un paciente al que traté tres años; llegó un momento en que no tenía sentido que siguiera yendo al hospital. Como lo echaba de menos y estaba preocupado, decidí ir a visitarlo a su caravana. A la familia y a él les impactó tanto mi visita, que les ayudó a que la muerte fuera menos dolorosa.

... Y decidió visitar a sus enfermos.

Sí, me di cuenta de la importancia de que supieran que siempre estaría allí. Creé un equipo que iba a las casas de los moribundos para estar con ellos hasta el final.

Qué sencillo y qué importante.

Incluso para las cosas más pequeñas, el subconsciente de cualquier paciente que acude a ti está diciendo: "¡Papá, mamá, ayúdame!"; y el médico contemporáneo no quiere aceptarlo. El paciente necesita un gesto, una mano en el hombro, pero hoy los pacientes se han convertido en una serie de datos en un ordenador.

Tras esos años tratando con la muerte, decidió escribir.

El director administrativo del hospital me preguntó: "¿Vamos a ver muchísimos casos de sida en los próximos años?"... "¡Claro que sí!", le dije. "¿Y si tú no estuvieras aquí, veríamos tantos?"... La gente viajaba de lejos para tratarse conmigo. Yo pensaba que estaba haciendo un gran servicio a esa comunidad, pero aquella pregunta hizo que me lo planteara de otra manera.

¿Por qué optó por las novelas?

La ficción es una gran mentira que cuenta la verdad sobre cómo vive el mundo. Por medio de la ficción quería ilustrar la verdad sobre la medicina, todo lo que odio y amo.

¿Qué odia y qué ama?

La buena medicina es la mayor expresión del amor, y la mala medicina es la que no conlleva ninguna interacción humana. Cuando cuidas a una persona es como si cuidaras a todo el mundo.

¿Para sanar has de tocar?

Examinar al paciente forma parte de un ritual importante, te ganas el derecho a tratarle. Mis manos no son como un escáner, pero puedo leer mucho con ellas, y he comprobado que vas un día y medio por delante del médico que espera las pruebas, muchas de ellas evitables si conversas y examinas.

¿Qué más caracteriza al buen médico?

Reconocer que el instrumento más poderoso es el conocimiento de sí mismo e interactuar con la mejor ciencia. Si sólo tienes conocimientos científicos y no te conoces a ti mismo, eres un buen técnico pero no aportas ningún consuelo. No tratamos con hígados enfermos, sino con personas.

¿Qué le ha ayudado a conocerse?

Escribir. Siempre animo a mis estudiantes de Medicina a que escriban un diario.


Simien Mountains, Etiopia 2008

Simien Mountains, Etiopia 2008
Fotos: Pilar Vidal Clavería


martes, 30 de marzo de 2010

Las Flores de Bach

Ya había visto hace un tiempo por internet, que Las Flores de Bach son además de los remedios o esencias descubiertas por el doctor Edward Bach en los años treinta del pasado siglo XX, unas instrumentistas especializadas en las composiciones del barroco de los siglos XVII y XVIII, y que actuarán el sábado 3 de abril, a las 20 en el Centro Mariano Diocesano de Villa Real del Valle de Tulumba, según recoge hoy la información digital de La Mañana de Córdoba.

Las instrumentistas son: Mariel de Cristóforis (soprano), Claudia Diehl (traverso), Nina Diehl (violoncello barroco) y Alicia Naief (clavecín).

Esta ciudad de Córdoba se encuentra en Argentina, no nos vayamos a equivocar, que de entrada mi cabeza la había asociado a la Córdoba andaluza y están ambas un poco separadas en el espacio.

Para los que no podamos asistir al concierto, podemos oir y ver esta composición:

lunes, 29 de marzo de 2010

Arte y Naturaleza

La excursión del pasado sábado al Tossal de la Baltasana, tuvo como punto de partida la localidad de Prades.

Prades es conocida como la Villa roja por la piedra arenisca de color rojizo que se encuentra en gran parte de sus edificios más destacados, entre ellos la Catedral y la Fuente Renacentista, que recuerda la figura de un globo terráqueo del que parten cuatro caños, que representan a los cuatro puntos cardinales.

Fuente renacentista de Prades

Al poco de iniciar el camino de la excursión, descubrí a las flores de Veronica persica, que justamente Elvira había puesto en su blog el día anterior, una flor que todo y que muy pequeña tiene un azul fantástico.

Veronica persica

El Tossal de la Baltasana es el punto más alto de las montañas de Prades, compartido por las comarcas de El Baix Camp y la Conca de Barberà. En la cima encontramos un punto geodésico y una veleta, con el mensaje de la paz a los cuatro vientos, y nunca mejor dicho lo de los vientos, porque el viento fue potente en el recorrido.


Veleta en el Tossal de la Baltasana

De regreso, y ya con el coche hicimos una parada en el Monasterio de Poblet, cuyo nombre deriva de los álamos (Populus) que había habido en la zona.

La visita comentada al Reial Monestir de Santa Maria de Poblet, permite disfrutar de su magnífico claustro gótico de los siglos XII y XIII

Claustro Monasterio Santa Maria de Poblet

Claustro Monasterio Santa Maria de Poblet

Tumbas reales interior iglesia Monasterio Santa Maria de Poblet, restauradas por Frederic Marés en 1948

La puerta de acceso a la iglesia desde el exterior tenía cerca un ciruelo rojo, Prunus cerasifera Pissardii, parecido al Cherry Plum de las Flores de Bach, sólo que las flores en el remedio del doctor Bach son blancas en lugar de rosadas.

Puerta de acceso a la iglesia del Monasterio Santa Maria de Poblet

Y ya desde el parking esta vista de las muralllas que rodean al monasterio deja entrever a la imagen de la luna casi llena.

Murallas en el exterior del del Monasterio Santa Maria de Poblet
Fotografias: Pilar Vidal Clavería

domingo, 28 de marzo de 2010

El violín


El violín ha sido para mi el auténtico protagonista de la película El concierto de Radu Mihaileanu que nos pasea por Moscú y por París de la mano de la orquesta Bolshoi y de sus particulares componentes, y el descubrir gracias a la trama de la historia que relata el film, la fuerza de una de las obras de Tchaikovsky.


Cómo en el trailer sólo podemos ver una parte del concierto, incluyo esta visión de una película anterior donde Tascha Heifetz nos recrea en esta obra durante doce minutos.



Y si quieres ver una entrevista con un director de orquesta real, aquí la tienes con Pablo González director titular de la OBC a partir del próximo mes de septiembre

viernes, 26 de marzo de 2010

El sentido

¿Para qué?

Desde el momento que nuestras preguntas, que muchas veces son tormentos, cambian un ¿Por qué? a un ¿Para qué? somos capaces de todo, en cierta manera esa pregunta para mi es la clave que nos conduce a la resiliencia de la que se habla en la entrevista Luis Rojas Marcos.

El doctor Bach eligió dos flores de Bach para ayudarnos en el camino de la adversidad:

Star of Bethelhem , ante un shock o situación traumática y Walnut, para cualquier cambio y posterior adaptación a él.

A lo largo de la entrevista también destaca el poder del compartir y el comunicar. Un buen momento para agradecer estas dos características a los blogs, en los que tanto comunicamos y compartimos.

Luis Rojas Marcos, psiquiatra
"Habla con una pared: ¡hablar solo es muy saludable!"
VÍCTOR-M. AMELA - 26/03/2010 La Contra-La Vanguardia

Tengo 66 años. Nací en Sevilla y vivo en Nueva York desde 1968. Soy médico y psiquiatra. Estoy casado y tengo cuatro hijos (de 40 a 19 años) de dos matrimonios, y un nieto (1 año). ¿Política? Social. ¿Dios? No creo, y respeto a los que creen. Afectos y autonomía dan resiliencia

Resiliencia es…
La capacidad humana de asimilar y superar adversidades graves. Deriva del latín resilire:rebotar.

¿La resiliencia nos ha llevado hasta aquí como especie?

Es un mecanismo adaptativo, sin duda.

¿Qué adversidad es la peor?Perder a alguien muy querido. Padecer una enfermedad terminal, o un accidente traumático, o una agresión violenta... En términos generales: una ruptura fuerte.

¿Ruptura con qué?
Con tus conexiones con la vida hasta el momento. Si depositas tu identidad en tu empleo, ¡perderlo será una grave adversidad!

Y me quedaré sin sustento material.
Ya, pero adversidad grave es la que sacude tu sentido de la vida, la que te lleva al "¿tiene ahora algún sentido seguir viviendo?".

¿O resiliente o suicida?
Sí. Aunque habrá también quien siga vivo sin vivir, pasivo. O con hábitos autodestructivos, que es otro modo de suicidio.

Deme tres ejemplos de resilientes.
Joseph (54 años) superó un cáncer de páncreas. Hoy se le ha reproducido, le afecta ya a los huesos. ¡Yo hubiese tirado ya la toalla! Él sigue activo, relacionado, sin hundirse.

Otro.

Rose (44 años), de clase media-alta: desde los 5 años su tío abusó de ella sexualmente. Eso le ha dificultado confiar en los demás, relacionarse... Pese a todo, ha sabido sobreponerse y cultiva la confianza.

Y tres.

Marie ha visto morir de leucemia a su único hijo (23 años), que ella crió como madre soltera. Hoy me dice que ese trauma la ha hecho sabia, que hoy sabe qué es esencial y qué es superfluo. A este fenómeno le llamo crecimiento postraumáutico.

¿Aprender de la desgracia?

La mayoría preferiría no haber vivido ese sufrimiento, pero a la vez te confesarán que eso los ha hecho mejores…

Un tetrapléjico me dijo que no cambiaba su vida por la anterior al accidente...

Estudios con personas que han sufrido una grave adversidad revelan que su grado de felicidad presente es casi idéntico al que tenían antes del suceso. Se observa lo mismo entre gemelos idénticos.

En tal caso, la resiliencia podría ser una aptitud genética.

Tiene una base genética, seguro. Pero interfieren después factores ambientales.

¿Cuáles?

Dos, fundamentalmente: uno, el grado de conexiones afectivas; y dos, el grado de autonomía personal.

Repasemos: uno, conexiones afectivas.
Se trata de haber recibido afecto y tener una red de amigos. ¡Cultívelos! Si tienes con quien hablar y compartir, ¡estás salvado!

¿Sí? ¿Basta con hablar?

Sí: cuando me abandonó mi primera mujer, yo caí en una depresión. Y hablar con un amigo me salvó.

¿Ha sido esa ruptura conyugal la mayor adversidad de su vida?

Sí..., hasta que estuve a punto de morir en el 11-S, donde desaparecieron varios conocidos míos, como el mismo jefe de bomberos... Lo superé también hablando con amigos...

Necesitamos ser escuchados.

Es algo aún más elemental: hablar supone objetivar verbalmente las emociones, empaquetarlas en palabras, sacarlas de ti, alejarlas..., y eso va diluyendo el conflicto emocional. Incluso hablar con tu perro, tu gato...

¿Y si no tengo ni un amigo, ni un perro ni un gato?

Háblate a ti mismo al espejo.

...

¡Sí, sí...! O con la pared. Habla con una pared. ¡Habla! Que sí, que eso te aliviará: ¡hablar solo es muy saludable!

Le creo, pero mejor cultivaré amigos. Dos: autonomía personal, me decía...

Un científico, Sanderson, hizo un experimento ilustrativo: reclutó a personas que se ahogan ante el CO y les hizo respirar aire 2 por un tubo, inyectando crecientes dosis de CO ..., pero haciendo creer a la mitad de ellos que girando una llave podían minimizar la dosis. Eso era mentira, ¡pero el 75% de estos permanecieron tranquilos..., mientras que el resto padecía accesos de pánico!

Conclusión.

Sentir que dominas las riendas de tu vida te da poder sobre tus circunstancias.

Sabiendo todo esto, ¿cómo puedo aplicármelo para fortalecer mi resiliencia?

Uno, cultiva tus relaciones afectivas. Dos, narra lo que te pasa, cuenta tu historia. Tres, intenta pensar que tienes poder sobre tus circunstancias, y así minimízalas. ¡Crecerás en autoestima y autocontrol! Serás más resiliente: alejarás la infelicidad.

¿Quiénes son más resilientes en general, los hombres o las mujeres?

Aunque nacen más hombres que mujeres, acaban sobreviviendo más mujeres que hombres... Es un dato.

Si le pregunto: "Vivir, ¿para qué?", ¿qué me responde, doctor?

Dímelo tú. Si tú no encuentras motivo alguno para vivir, ¡nada puedo hacer yo! Pero siempre suele salir algo ínfimo: ver salir el sol, ver un partido... Y tirando de ese hilo, de lo que se esconde detrás de eso, encontraremos las conexiones con la vida...

¿Cuál es su motivo para vivir, doctor?¡Tengo tantos, felizmente...! Pero si me obligas a quedarme sólo con uno, te diré uno: "Ya que estoy aquí..., ¡aprovecho!".
Habla con una pared: ¡hablar solo es muy saludable!"
Resiliencia

"No importa lo que pase: ¡importa cómo vives lo que pasa!", dijo un viejo sabio. A esa capacidad la llaman hoy resiliencia, y Rojas Marcos le dedica el manual Superar la adversidad (Espasa), pistas para asimilar mejor reveses. Una cita de Darwin lo encabeza: "No son los más fuertes de la especie los que sobreviven: sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios". Y para ello conviene autoconfianza, nacida del cariño ("yo era un desastroso estudiante... hasta que una profesora me hizo sentir que confiaba en mí", recuerda don Luis), y el escudo del humor: cuando don Luis preguntó a su madre qué prefería que hiciesen con su cuerpo al morir, ella dijo: "Dadme una sorpresa"


Star of Bethelehem
Foto:Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas  
Terapeuta floral

jueves, 25 de marzo de 2010

Flores de Bach en el mundo

Jordi Cañellas ha publicado un nuevo libro Las flores de Bach para la personalidad, Chacras, principios cósmicos y evolución espiritual, el título promete, lo tengo desde hace sólo dos días y estoy entusiasmada con la lectura.

Jordi está ahora viajando a Argentina y Chile. Ayer antes de su partida nos informó de una entrevista en el Anoiadiari.cat, la he traducido al castellano para que todos podamos leerla.

Estará en Argentina del 26 al 28 de marzo y en Providencia, Santiago los días 3 y 4 de abril


Anoiadiari.cat

Todavía no sabemos muchas cosas de la naturaleza

Hoy hablamos con Jordi Cañellas, biólogo y terapeuta floral

Miercoles, 24 de marzo 2010-03-24

Jordi Cañellas trabajaba como profesor de ciencias, hasta que un curso sobre Flores de Bach en el Centro Cívico de Fátima le despertó la curiosidad por esta nueva terapia. Como biólogo especialista en botánica, descubrió nuevas propiedades en las plantas, con unos métodos y una filosofía diferentes de las tradicionales. Los resultados, tanto a nivel teórico como práctico, le convencieron: hace ya ocho años que abrió consulta en Igualada, después de formarse debidamente, y ahora se dedica totalmente a la terapia floral, que combina con otros tratamientos alternativos . Con él hablamos de este mundo fascinante de las plantas, y de una nueva manera de entenderlas y utilizarlas para alcanzar el bienestar. Descubrimos también el Jardín de las Esencias y su vertiente más solidario.

¿Qué ventajas tienen los tratamientos con Flores de Bach respecto a los tradicionales?

El más conocido es que no tienen efectos secundarios: si un terapeuta poco formado o bien formado –pero que se equivoca, como todas las personas humanas-no acierta el preparado, la persona no recibe nada, ni beneficioso ni perjudicial. No hay ningún efecto secundario. Otra ventaja es que la gente se acostumbra a hablar y explicar sus problemas.

El primer día les cuesta, pero poco a poco ven que les funciona y se acostumbran. El hecho de tener que describir emociones, problemas ... hace que te autoanalices, y que aprendas a relativizarlos y a ser consciente de ello: el doctor Bach decía que "un buen terapeuta debe ser aquel que ayude a la persona a ser autosuficiente ".

Pero las flores también actúan ...

Sí, las flores lo que hacen básicamente es 'recordar cosas', son como 'recordatorios'. Son capaces de hacerte experimentar estados y emociones que ya tienes dentro, pero que los problemas no te dejan notar.

Predominan los problemas ¿físicos o emocionales?

Como naturópata, el primer año me enfocaba mucho en los problemas físicos, pero poco a poco todo el mundo me hablaba más de los temas emocionales. Y como todo esto funciona por el boca oreja, un paciente ha hablado a otro y se ha ido derivando hacia el tema emocional. Sin embargo, yo trato la persona como un global. Por ejemplo, me viene mucha gente por el tema de migrañas, y como funciona, porque con dos o tres sesiones desaparecen, podríamos decir que me he "especializado en migrañas", aunque esto no es exactamente así. Con los problemas emocionales, debe tener que ver el estrés y el ritmo de vida actuales ... Tienen mucho que ver ... Si te miras un poco a ti mismo, ves que los días que no tienes tiempo de reflexionar un poco, de parar, todo es mucho más difícil. En cambio, el día que consigues parar y darte cuenta de lo que es más importante, aquel día todo fue más fluido. De hecho, para el ritmo de vida que llevamos, todavía estamos muy bien!

¿Funcionan, con los niños?

La terapia floral no tiene edad. Trabajo desde el pre-nacimiento y hasta el momento del parto, y también con bebés ... Porque la gente no lo sabe, pero a nivel físico, las flores también van muy bien para tratar problemas como otitis, cólicos ... A veces, un cólico de un bebé no es más que el estrés de la madre, y esto se puede tratar con flores. Durante el embarazo también ... Si la madre está más tranquila los partos suelen ser mejores. De hecho, hay muchos terapeutas que dicen que todos los niños que han sido tratados con flores antes de nacer, cuando nacen son más tranquilos, comen cuando toca, duermen cuando toca ... y tienen menos infecciones. Ya lo llaman los 'niños botellita' ...

Pongamos que viene algún paciente medio obligado por algún familiar ... ¿El tratamiento tendrá éxito?

Sí, tendrá pero será mucho más lento. Son tratamientos energéticos, no químicos, y si hay un bloqueo, eso se nota. Y a menudo lo que ocurre es que, quien viene obligado, acaba no tomándose las flores ... Y eso es tirar el tiempo y el dinero. Como con todo, el paciente ha de querer curarse.

Vamos a la elaboración ... ¿Cómo se preparan las flores?

Bueno, las botellas que conoce todo el mundo son los 'stocks', y llevan agua, brandy y unas gotas de tintura madre. Esta tintura se preparará un día de sol, sin ninguna nube en el horizonte: se cogen las flores, se cortan con delicadeza, se ponen en un bol con agua de manantial y se dejan 3 o 4 horas al sol. Éste pasa al agua la información, que se encuentra en la geometría, el color, la estructura de la flor ... El agua es un gran almacén de información! Después se cuela y esta agua se le añade el 50% de brandy, que fija la información. Si dejáramos el agua sola, la esencia, la energía, acabarían desapareciendo.

Y en tu caso, las cultivas en el Jardín de las Esencias, en Sant Martí de Tous. ¿De dónde surgió esta idea?

Es todo un proceso. La idea inicial era estudiar cómo era la forma, el color, la geometría de las plantas ... todo ello da información sobre para qué sirven. Empecé a plantarlas, trayéndolas de Inglaterra, de Holanda ... Yo quería mirar el nivel energético, la esencia.

Hice un estudio y publiqué el primer libro, Cuaderno botánico de las flores de Bach, en el que analizaba las plantas desde un punto de vista científico, pero sabiendo que las raíces tienen que ver con el inconsciente, los tallos con la personalidad, las hojas con la relación con el mundo, las flores con las ideas, los frutos con lo concretamos ... Es una manera diferente de ver las plantas, buscar 'el alma'. Y a raíz de este libro, me llamaron de Chile para que fuera a hacer unos cursos. Y allí me propusieron empezar a preparar esencias, porque hay muchos voluntarios que se dedican a hacer terapias gratuitas con gente que lo necesita, y querían tinturas madre que no les costaran mucho dinero. Y yo dije que, si sólo debían ser para voluntariado, les regalaría las tinturas. Y así, desde Sant Martí de Tous las enviamos a Chile. Este último año han trabajado sobre todo en diferentes barrios de Santiago de Chile: por la mañana los ambulatorios funcionan igual que aquí, pero por las tardes van los terapeutas florales voluntarios. Y gracias a eso, ahora están atendiendo a la gente que ha sufrido el terremoto, para minimizarlos el trauma. Salen a la calle, y se ponen en una mesita, con las flores, y la gente se detiene. En Chile la gente lo conoce más que aquí.

En Cataluña ¿no somos tan receptivos?

Los médicos allí son quizá más abiertos que aquí. De todas formas, primero lo quisieron comprobar: vieron que gracias a los tratamientos florales disminuían mucho las recetas para fármacos, sobre todo ansiolíticos y antidepresivos. Y ahora están contentísimos: los terapeutas no cobran nada, regalan las flores y encima reducen los gastos del Estado ... Muchos médicos ya se han empezado a formar también con este tipo de terapias. En cambio, aquí hay más desconocimiento, más reticencias. Y miedos, también, por parte de farmacéuticas, de perder parte de negocio. Todavía son escasos los médicos que aprenden terapias alternativas, pero en cambio hay enfermeras que sí se han empezado a formar, porque tienen un trato directo con el enfermo y quieren evitarle sufrimiento, dolor ... También empieza a haber algunos psicólogos que las aplican.

¿Comercializas las tinturas?

He creado una marca, Jardí de les Essèncias, pero de momento sólo las regalo. Aparte de Chile, colaboro con una asociación, ADAMA, que trabaja con la gente de la calle, que no tiene recursos para acceder a estas terapias. Y también con otra entidad, SEDIBAC, que trabaja con gente que está en las cárceles.

Además de las tinturas, tengo algunos productos propios que elaboro aquí, como son las esencias nuevas de plantas que no estaban hechas, o una combinación de miel con esencias florales que da unos resultados muy buenos.

Por ejemplo, ¿qué plantas nuevas?

No son plantas nuevas ... Por ejemplo un calabacín, un "calçot", una col ... Sí, son frutos de plantas que vemos a menudo, que nos comemos, pero en cambio sus flores también tienen esencia! Y está comprobado que tienen propiedades que nos pueden ayudar. Este año será el primero que elaboraré tinturas de plantas cercanas a nosotros, que he cultivado en un huerto ecológico. Todavía no sabemos muchas cosas de la naturaleza!

Y ¿se puede ver, este Jardín?

Sí, un par de veces al año hacemos una jornada que hemos bautizado de 'Rames Obertes'. Lo anunciamos en el blog, y lo hacemos en domingo, con un grupo de entre 20 y 30 personas. Explicamos cómo se preparan las tinturas, y comentamos las especies que tenemos. Actualmente hay 150 especies diferentes, aparte de las 38 de Flores de Bach.

Todo el mundo puede ser terapeuta floral?

Sí, pero antes hay que formarse, y bien. Además, en cuanto al carácter, hay que saber escuchar. Y eso pienso que es inherente, se puede educar pero depende mucho de cada persona. Salvo eso, si las ganas están ... Cada vez hay gente más seria, más formada, que se dedica. Lo que siento es que a veces hay gente que pone una consulta con una formación 'de fin de semana'. Llegan a explicar las Flores de Bach en una mañana! Y hay gente que se atreve a hacer de terapeuta sólo con eso, lo que desprestigia después todo el colectivo y la terapia en general. Las Flores de Bach no son una anécdota, son un sistema terapéutico completo y diferente!

Acaba de salir tu tercer libro, Las flores de Bach para la personalidad. ¿Qué cuentas?

Es una descripción de las 19 primeras esencias, siguiendo el esquema del Dr. Bach. Se relacionan estas esencias con el cuerpo, con las dinámicas de cuidado ... Si funciona, la idea es publicar la segunda parte, hablando de las otras 19 esencias ... Me gusta, escribir


Ushuaia, noviembre 2009

Foto: Pilar Vidal Clavería

miércoles, 24 de marzo de 2010

Autoconocimiento

A lo largo de dos meses, parte de mis tardes de los martes, han estado ocupadas en el curso ¿Cómo trabajar el Duelo y las pérdidas en el aula? (Herramientas y recursos para la gestión de las emociones, el duelo y las pérdidas en el aula)

Ayer finalizó el curso, ha resultado enriquecedor, durante ocho semanas, cuatro profesionales nos han guiado por el camino del autoconocimiento, porque es la mejor manera de acercarse al otro, a través de nuestro propio conocimiento.

Si queremos entender lo que siente un niño, cuando pasa por un proceso de pérdida y de duelo, la base es que sepamos lo que sentimos nosotros mismos ante esos procesos, a partir de ahí lo podremos ayudar.

Todos los asistentes nos llevamos un montón de herramientas para aplicar: recursos, libros, películas, un material de apoyo ofrecido desde la experiencia de los cuatro maestros y también de los compañeros del curso, que nos han acompañado.

La clase de ayer, nos la dio Anji Carmelo, en su web se puede encontrar entre otras cosas, información de sus publicaciones y conferencias.

Incluyo el enlace Para todos la 2 de Televisión española emitido el pasado 15 de marzo, donde podemos "sentir" una entrevista con unos padres Mercè Castro y Lluís Casals, que perdieron un hijo hace 10 años y a continuación una entrevista con Anji Carmelo.

Les Éclaireurs, Ushuaia, 2008
Foto: Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas  
Terapeuta floral


martes, 23 de marzo de 2010

Corazón rebelde

Una canción desde el corazón

The Weary Kind, tema de la película "Crazy Heart", Oscar a la mejor canción original.

lunes, 22 de marzo de 2010

Transmitir

"Cada uno tiene una reacción distinta ante la enfermedad y hay que amoldarse a ello". Me quedo con esta frase como resúmen del reportaje que publica hoy El País, hay muchas más, puedes buscar las que más te resuenan, te puede ser de ayuda.

REPORTAJE: Vida&Artes

Si hay que morir, mejor saberlo

El paciente debe conocer a qué se enfrenta y recibir un mensaje de esperanza - Los médicos no están formados para comunicar ese desenlace

JAIME PRATS 22/03/2010 El País

¿Mejor soltarlo de golpe o poco a poco? ¿O dejarse llevar por la presión de los familiares y no contar toda la verdad? ¿O acaso escurrir el bulto y ceder la responsabilidad al médico residente? Uno de los actos asistenciales más complicados y desagradables al que probablemente cualquier médico se enfrentará a lo largo de su vida profesional no tiene que ver con saber curar, diagnosticar o avanzar un pronóstico, sino con ser capaz de transmitir adecuadamente a su paciente una mala noticia o, incluso, la peor noticia sobre su estado de salud. Y la clave para trasladar correctamente este mensaje tan poco gratificante, según apuntan los especialistas, consiste en decir siempre la verdad pero poco a poco, adaptándose a la capacidad de asumir la información del propio paciente y su familia, y en un ambiente lo más acogedor posible.

En el 90% de los casos la familia trata de blindar al paciente.

Muchos pacientes que llegan a unidades paliativas ignoran su estado.

En una sanidad cada vez más tecnificada, como la actual, la principal herramienta del doctor en estas situaciones, frente a frente con su paciente, no es ningún equipo de última generación, sino, más bien, confiar en algo tan barato como su capacidad comunicativa, sus facultades para empatizar con el enfermo y de poder gestionar la tensión emocional del momento, unas habilidades que, tradicionalmente, no se han enseñado en la universidad. "Es de los actos médicos más difíciles que hay y, a pesar de ello, no se enseña a hacerlo", reflexiona Marcos Gómez Sancho, responsable de la unidad de paliativos del hospital Gran Canaria Doctor Negrín y uno de los pioneros de este tipo de asistencia en España.

Y es tan complejo por distintos motivos. Por un lado está la negativa de la familia, con la mejor intención, a trasladar al enfermo la gravedad de su situación. "Esto es frecuentísimo, me atrevería a decir que sucede en un 90% de los casos, y aún me quedo corto", indica Gómez Sancho, autor del libro Cómo dar las malas noticias en medicina. Este paternalismo, precedido por frases del estilo "yo le conozco y sé que no le conviene nada saberlo", mucho más frecuente en sociedades latinas como la española que en las anglosajonas, "sabemos por experiencia que es contraproducente", indica este especialista en asistencia a pacientes terminales.

A ello se suma lo que Antonio Pascual, responsable de la unidad de cuidados paliativos del hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, denomina la "cultura del escamoteo de la muerte". En una sociedad como la actual en la que se idolatra la juventud, la imagen y la salud, "llegamos a creernos inmortales y existe una conducta generalizada de evitar la muerte". Todo ello se traduce en una "actitud social de ocultación de la realidad" que hace mucho más duro asumir este tipo de informaciones y, también, trasladarlas por parte de los médicos.

De hecho, hay varios estudios que ilustran claramente esta circunstancia. Un ejemplo de ello son los datos de los enfermos que acceden a la unidad de paliativos del hospital de la Santa Creu i Sant Pau. De los 600 que llegan cada año, todos ellos personas en situación terminal, el 45% desconoce que su tumor está tan avanzado que no tiene curación. Es decir, a todas estas personas ningún médico les ha expuesto con claridad su estado de salud o, si lo ha hecho, el mensaje no ha llegado correctamente a su destinatario. "La mayoría de ellos sabe que tiene cáncer, pero no sabe que es incurable", insiste el responsable de la unidad, Antonio Pascual.

Otros estudios inciden en los factores que explican los fallos de transmisión de este tipo de informaciones. El propio Pascual comenta que en encuestas realizadas a personal sanitario, el 90% sostiene que les gustaría tener una buena información en el caso de que le sucediera algo grave. Pero, paradójicamente, cuando a los mismos profesionales se les pregunta si ellos mismos informarían a un ser querido, la tasa se desploma a porcentajes entre el 40% y el 50%.

Hay otros factores que sirven para explicar esta falta de fluidez en la comunicación, como la escasa formación específica en estas habilidades entre los profesionales, un aspecto que ya se está corrigiendo. "En las facultades de Medicina de Barcelona, Lleida, Las Palmas y Pamplona ya se imparte la asignatura de cuidados paliativos, y en el futuro también se hará en el resto de centros, ya que el plan Bolonia obliga a todas las universidades a impartir esta asignatura", comenta Gómez Sancho. Materias como ésta sirven también de contrapunto a la medicina tradicional obsesionada con la curación, incluso en momentos en los que ya no es posible, lo que lleva en ocasiones a insistir en tratamientos que tienen un margen de éxito muy limitado pero permiten agarrarse a la función clásica de la medicina curativa.

En esta lista tampoco hay que olvidar el exceso de trabajo de muchos de los profesionales que, a veces, no pueden dedicar el tiempo que requeriría explicar adecuadamente a un paciente que tiene una enfermedad incurable. O incluso el desgaste profesional tras años de ejercicio que se traduce, entre otras cosas, en una pérdida de sensibilidad hacia el paciente.
Todos estos factores describen cuál es el escenario actual de la situación. Y explican los fallos que se producen en ese momento tan determinante en la vida de una persona, cuando se le dice que padece una enfermedad grave o que se encuentra en el trayecto final de su vida. ¿Cómo trasladar adecuadamente a una persona que la medicina no tiene recursos para curarle?

La ley establece el derecho del paciente a ser informado. Ya lo hacía la Ley General de Sanidad de 1986, que hablaba de informar al enfermo y sus familiares -lo que Gómez Sancho interpreta como una "aberración paternalista"- y lo hace la Ley de Autonomía del Paciente de 2002, que corrige esta situación y señala como único destinatario al paciente y quien éste autorice. Él es "el dueño y el protagonista de esta historia", como subraya el responsable de la unidad de paliativos de Las Palmas.
Sin embargo, una cosa es trasladar un diagnóstico adverso y otra "disparar a la cara del paciente su situación, escupiendo la información de forma brutal, incluso aventurando plazos de supervivencia del tipo 'a usted le quedan tres meses', algo que no se debe hacer". En países como Estados Unidos, la obligación legal que tienen los médicos de trasladar al enfermo su situación, y el terror que tienen a que los pacientes o su familia presenten una denuncia por no haber cumplido con este deber, ha llevado a que se generalice esta práctica, como indica Gómez Sancho. Es una modalidad de medicina defensiva que aún no ha llegado a España, pero podría hacerlo, como advierte este especialista. "En el caso de ocultar un diagnóstico y, por ejemplo, en lugar de un cáncer de pulmón comunicar que tiene una pulmonía, puede costarle al médico hasta cuatro años de cárcel".

El objetivo es informar, no sólo porque lo diga la ley, sino porque siempre que se haga con sensibilidad, y modulando el flujo de información a las necesidades del enfermo, la vivencia en el proceso final de la enfermedad será mayor. Hasta el punto de que la información se puede transformar en una herramienta terapéutica más. Antonio Pascual recuerda casos en los que, tras derrumbarse la conspiración de silencio que se había levantado en torno al paciente por parte de la familia, a pesar de las dificultades de la situación, los enfermos sienten cierta liberación. "Cuando tienen toda la información te comentan que han podido enriquecerse mucho gracias a la enfermedad, que han tenido la ocasión de vivir experiencias con la familia que no podían imaginar".

Todo este proceso de comunicación requiere unas condiciones especiales, "algunas de ellas muy obvias", pero no por ello menos importantes, como señala Antonio Pascual. "Para informar bien hay que tener un respeto profundo por la persona que tienes delante", señala. "Es una perogrullada, pero es fundamental, así como contar con un espacio adecuado y dedicar el tiempo necesario". Hay temas que no se pueden abordar a la salida de un quirófano, en un pasillo o delegarlas en el oncólogo residente después de pasar visita.

"Hay que decir la verdad siempre", prosigue este especialista. "Pero tan importante como lo que se dice es cómo se dice". Por ello, la obligación del médico es adaptarse a cada persona. "Cada uno tiene una reacción distinta ante la enfermedad y hay que amoldarse a ello". En esta tarea, hay un aspecto central, que consiste en saber por parte de los médicos qué conocimiento de la enfermedad tiene el paciente. "Se suele hacer a través de preguntas abiertas, del estilo '¿Cómo ve usted la enfermedad?". Es un trabajo progresivo, que puede llevar varias consultas y en el que los especialistas tratan de que el paciente se abra.

Una cosa es la información que se cree que se da y otra la que comprende el paciente. "Hay que tener en cuenta su situación de shock y el bloqueo en el que se encuentra el enfermo, que dificulta su capacidad de comprensión". De hecho, hay especialistas que trasladan información por escrito para que pueda ser mejor asumida por el paciente.

La conversación debe concluir con una puerta abierta a la esperanza. "El final siempre debe ser la total disponibilidad del equipo médico y de la continuidad de los cuidados", comenta Pascual. "Aunque pueda parecer paradójico, la información, por muy negativa que sea, debe ir siempre seguida de esperanza, que puede ser la de estar bien cuidado, de garantizar que se le va a tratar el dolor y que el sistema sanitario no lo va a abandonar en el proceso que tiene por delante".

En todo ese proceso, Pascual insiste en que hay una norma clara: "No mentir". "Una cosa es informar poco a poco y otra engañar, eso sólo hace daño". En una situación delicada la confianza del enfermo está depositada en su médico y sus familiares. Si se siente traicionado por ellos, el desamparo es total.
Como para todas las reglas, también para ésta existen excepciones. Una de ellas se refiere al enfermo que prefiere no saber lo que le sucede. "Es algo excepcional, pero hay que tener esta precaución", comenta Gómez Sancho. No es imprescindible que haga explícita su voluntad, con no hacer preguntas sobre su estado es suficiente.

En el otro caso es el médico quien toma la decisión de no informar por considerar que no le conviene al enfermo al encontrarse bajo tratamiento psiquiátrico o presentar antecedentes de intentos de suicidios. Es el llamado privilegio terapéutico. "Siempre que esté debidamente acreditado en su historial clínico, ningún juez podrá rebatir que no se le haya trasladado la información".

Con los niños, hay que poner aún más cuidado

No es nada fácil para una madre responder a una hija de 10 años cuando ésta le interroga sobre lo mal que debió sentirse al perder a la hija que esperaba tras un aborto. Y mucho menos aún cuando la pequeña que lanza la pregunta va a morir.

Para casos como éste está Carolina del Río, psicóloga de la unidad de cuidados paliativos del Hospital Niño Jesús de Madrid. Parte de su trabajo consiste en dar apoyo a los padres para que estén atentos a estas situaciones, sean capaces de afrontarlas y promuevan la comunicación que necesitan sus hijos. De hecho, el comentario anterior se dio en una conversación sobre la muerte que, sin hacerlo explícito, se refería al fallecimiento próximo de la pequeña.

"El primer impulso es rehuir estas situaciones. Nosotros apoyamos para que den seguridad a sus hijos y ellos se puedan apoyar en nosotros o sus familiares", comenta. "Cada niño expresa esta idea de forma distinta. Otros hablan de ir al espacio. Recuerdo el caso del hermano de un pequeño fallecido que había cargado su mochila de juguetes para viajar y encontrarse con él".

Si todo lo que tiene que ver con transmitir malas noticias a adultos y asistirlos en el último tramo de su vida requiere un extraordinario tacto y un elevado esfuerzo emocional, en el caso de los niños, mucho más. Aunque, paradójicamente, no son los pequeños quienes peor lo pasan, "no están tan influidos por la sociedad y el terror a la muerte, hablan con mucha más naturalidad", apunta Marcos Gómez Sancho, responsable de cuidados paliativos del Hospital de Las Palmas.

En estos casos, más que nunca, la unidad asistencial es el paciente y su familia. El proceso de transmisión de la información sigue las mismas pautas de los adultos: adaptarse al conocimiento que tiene el paciente de la enfermedad, ganar su confianza y la de sus padres. Y contar la verdad: "Cuando un niño ve que su enfermedad va a peor, no hablar de ello es no tomarle en serio; le aíslas y le impides que se comunique", apunta Ricardo Martino, coordinador de la unidad de paliativos pediátricos del Hospital Niño Jesús de Madrid. Pero también tiene sus peculiaridades. Algunas más evidentes, como la de saber adaptarse a la edad de cada niño. Otras lo son menos, como la necesidad de tener en cuenta no sólo a los padres, sino también a los hermanos para evitar que queden traumatizados por la vivencia. "Es fundamental que los pequeños convivan con su hermano enfermo, que se suban a su cama, que jueguen", apunta. "Es mucho mejor esto que, tratando de protegerlo, ocultarle la situación, separarlo y darse cuenta un día de que no va a verlo más". "Intentar normalizar la enfermedad y la muerte es mucho mejor para la construcción de la vida después del fallecimiento", relata.

Mientras aumenta la sensibilidad hacia esta parcela, como demuestra la demanda de cursos sobre cuidados paliativos, la atención, en general, es mejorable. Y especialmente la pediátrica. "Es una de las carencias más importantes que tenemos en España", apunta Gómez Sancho, quien señala que sólo hay tres unidades pediátricas: en Las Palmas, Barcelona y Madrid.

Orillas del Ganges en Varanasi, 2006

Foto: Pilar Vidal Clavería
Counseling integrativo-relacional de duelo y pérdidas  
Terapeuta floral

domingo, 21 de marzo de 2010

Fiel a ti mismo

La casa del Tibet en Barcelona acogía el pasado jueves la presentación de un nuevo libro.

El título Fiel a ti mismo, Dedicado a Edward Bach, médico, en profundo agradecimiento por su ejemplo de vida, por una de las colaboradoras de su equipo, escrito por Mary Tabor y publicado en 1938, puede llegar ahora hasta nosotros gracias a la búsqueda y perseverancia de Lluís Juan Bautista y a las ayudas especiales de Yabir, al hijo de Lluís y a la traductora de la obra Emma Estivill Puig.

Cuando hablamos de colaboradores del doctor Bach resultan más conocidos Nora Weeks y Victor Bullen, una tercera persona, Mary Tabor, también se encuentran en esta especial categoría.

A partir de esta premisa, un ilusionado Lluís Juan Baustista, nos presentó el pasado jueves el camino seguido, para que este libro viera la luz en una versión en castellano, con sus comentarios, notas y citas bíblicas.

El nombre de Mary Tabor aparece como el de autora en un poema que se encuentra en el libro de Nora Weeks, Los descubrimientos del doctor Edward Bach, y poco más sabíamos de ella hasta sumergirnos en esta nueva publicación, donde a través de un ensayo a partir de historias y relatos reales y fabulados, podemos acercarnos al tiempo en que el doctor Bach, compartió sus días entre Mount Vernon y Wellsprings, casas cercanas que se encuentran en la localidad de Brightwell-cum-Sotwell, Wallingford.

Lluís relató sus investigaciones y nos mostró la correspondencia que mantuvo el doctor Bach, donde aparecía en varías ocasiones la dirección de la casa de Wellsprings, y tambíen una copia de su certificado de defunción, reconocida por R.M. Tabor, y donde se indica al doctor Bach como Médico de Wellsprings.

Los capitulos del libro tienen nombres tan sugerentes como: Liberación de "La dama de las flores", Los Mensajeros especiales, o Escuchar al corazón, entre otros.

Como se indica en la contraportada se trata además de un libro histórico-biográfico para las personas interesadas en el trabajo y la vida de Edward Bach, un libro de autoayuda, indicado para reflexionar en nuestro transitar por la vida de una forma más consciente.

sábado, 20 de marzo de 2010

Primavera

Las orquídeas son plantas de interior, antes de llevárselas a mi tia como regalo de su santo, les he hecho esta fotografía en la terraza, para compartir su belleza en el blog.

Orquídea en mi terraza
Foto: Pilar Vidal Clavería

En el libro de Susana Veilati, Tratado Completo de Terapia Floral, encontramos que su Segunda parte, está dedicada a las Orquideas del Amazonas y Evolución de la Conciencia.

Consideradas como esencias de tercera generación, encontramos en el libro amplia información de las mismas, desde su elaboración a su descripción, y también la experiencia personal de Susana con ellas.





Y otro libro donde encontrar información sobre las Orquídeas es el de Santiago Rojas Posada, Esencias de flores para cada momento.

viernes, 19 de marzo de 2010

Casi primavera

Aunque la nieve está todavía muy presente en las montañas, son ya muy abudantes las flores de la Hierba del higado, uno de los nombres comunes de la Anemone hepática y que se encontraba en abundancia camino del Puig Corneli, de 1361 metros, en la comarca de La Garrotxa.

Hierba del higado, Anemone hepatica

Es una planta con unas hojas muy características, con sus tres lóbulos y de color violáceo en su reverso, que recuerdan la forma y color del higado y de ahí su nombre común y científico.


Hierba del higado, Anemone hepatica

Aunque en general tienen color violáceo tambien se encuentran de color blanco


Hierba del higado, Anemone hepatica

He encontrado que la Anemone hepatica también se la designa como Hepatica nobilis

El bosque de hayas contínua sin hojas, dejando pasar los rayos de sol

Bosque de hayas, el Beech de las Flores de Bach

En la cima del Puig Corneli

Tras el Puig Corneli tenemos el Puig del Llops y detrás El Puigsacalm

Y una flor amarilla que no he podido identificar

Fotos: Pilar Vidal Clavería
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