jueves, 28 de abril de 2011

Transformar amargura en aceptación

La amargura y el resentimiento no son buenos compañeros, ¿cuantas veces hemos dicho y hemos oído, esto no es justo?, y tras este sentimiento de injusticia, la amargura y el resentimiento aparecen y quedan instalados en nosotros.

El remedio de las Flores de Bach que se ocupa de este estado de sentirse injustamente tratado por la vida,  es Willow,  un estado en el que nos podemos quedar atrapados y donde el  enfrentarse a la adversidad, supone un reto que creemos inalcanzable.

El árbol que eligió el doctor Bach para elaborar esta esencia fue un sauce, Salix vitellina, un sauce que crece de forma rápida en las riberas de los ríos y arroyos y en lugares con abundante disposición de agua, como pueden ser los pantanos y otras aguas estancas,  tiene una gran capacidad para rebrotar de los tallos cortados.

Sus ramas cuando son jovenes son muy flexibles y sus hojas que son caducas tienen forma lanceolada y son puntiagudas. Las flores diferenciadas en  masculinas y femeninas,  aparecen al mismo tiempo que las hojas y se encuentran en árboles diferentes, las masculinas son amentos de color amarillo y las femeninas amentos de color verde.

Si revisamos lo que dijo el doctor Bach para utilizar este remedio encontramos:

Para quienes han sufrido una adversidad o una desgracia y les resulta difícil aceptarla sin quejas ni resentimientos, pues juzgan la vida de acuerdo al éxito que aporta. Sienten que no han merecido una prueba tan grande, que es injusto, y se vuelven amargados. Suelen perder interés y mostrarse menos activos en aquellas cosas de la vida que antes les gustaban.

Otro de los sentimientos que aparecen en el estado Willow negativo es el del rencor, un rencor que va de la mano de la envidia, y de nuevo surge una pregunta ¿Por qué los demás reciben tanto y yo nada? ¿Por qué son los otros los afortunados? Sentimientos y pensamientos que se entrelazan y que sólo conducen a una experiencia de vida negativa, llena de enfado y de constante irritación.

Puede resultar díicil de imaginar que un estado de resentimiento revierta en uno de alegría, transformado la amargura en aceptación, es cuestión de darle a Willow la oportunidad y observar lo que nos puede suceder con la toma de este remedio.

A nivel transpersonal esta esencia es útil en problemas crónicos de la piel y también ayuda en la eliminación de líquidos retenidos y en procesos reumáticos como la artrosis.

Dispuesto a dar y a recibir con una sonrisa, activa, flexible y limpia




La Gamba de Javier Mariscal en el Moll de la Fusta de Barcelona
Foto: Pilar Vidal Clavería

2 comentarios:

Elvira dijo...

Este sentimiento se mezcla a veces con una rabia tipo Vervain, ¿no crees? Si hacemos caso a la rabia que nos surge ante las injusticias, podemos situarnos en una posición que sea más justa para nosotros y para los que nos rodean. Sea un cambio de trabajo, sea un cambio de compañías, sea un exigirnos menos, etc. Lo que menos me gusta del estado Willow es el instalarse en la amargura y en el estado de víctima. Si la rabia nos mueve a buscar algo mejor, pues bendita rabia. Pero el "pobrecito de mí" no conduce a nada bueno.

Besos

Pilar Vidal Clavería dijo...

Para mi Vervain te quiere convencer de lo que él cree que es justo y si no lo hace le genera rabia, ante la frustración que le supone el no convencerte.

Para mi la rabia es buena cuando aporta fuerza para el movimiento, para la acción que ayude en una reivindicación justa, a buscar como bien dices algo mejor.

Willow tiene rabia porque se cree tratado insjustamente por la vida y desde luego si se deja arrastrar por el pobre de mi, el estancamiento que es uno de los aspectos que trata Willow está asegurado.

Un abrazo Elvira

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