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domingo, 20 de diciembre de 2009

Apatía y rencor

Las Flores de Bach y el Arte en la calle recogen en la lista de entradas del blog la relación bajo mi perspectiva entre las esculturas de las exposiciones de L' Art al carrer y las Flores de Bach.

Con las esculturas de Auguste Rodin de entre los 19 ultimos remedios podemos ver a Pine y también a Willow y a Wild Rose.

Willow

Para quienes han sufrido una adversidad o una desgracia y les resulta difícil aceptarla sin quejas ni resentimientos, pues juzgan la vida de acuerdo al éxito que aporta. Sienten que no han merecido una prueba tan grande, que es injusto, y se vuelven amargados. Suelen perder interés y mostrarse menos activos en aquellas cosas de la vida que antes les gustaban.

Los doce curadores y otros remedios
E. Bach, 1936

Jean d'Aire, 1887 de Auguste Rodin

Jean d'Aire, 1887 de Auguste Rodin

Jean d'Aire, 1887 de Auguste Rodin

Gesto amargado, ceño fruncido, puños apretados ante la desgracia, con la toma de la esencia desparecerán la amargura y el resentimiento, apareciendo el agradecimiento por el cambio y el aprender a ver el aspecto positivo donde antes sólo había rencor y sensación de no merecimiento.


Wild Rose

Para quienes sin una razón aparentemente suficiente, se resignan a todo lo que les ocurre, y apenas se deslizan por la vida, tomándola como viene, sin hacer ningún esfuerzo por mejorar las cosas y encontrar un poco de felicidad. Han abandonado la lucha por la vida sin lamentarse.

Los doce curadores y otros remedios
E. Bach, 1936

Jean de Fiennes, 1887 de Auguste Rodin

Jean de Fiennes, 1887 de Auguste Rodin

Jean de Fiennes, 1887 de Auguste Rodin

Apatía total e indiferencia se siente en un estado Wild Rose negativo, el remedio devuelve el entusiasmo, no desmesurado como en Vervain, sino disfrutando de la alegría de vivir, de estar presente aquí y ahora.

miércoles, 15 de julio de 2009

Luisito una historia de amor, un libro de Susanna Tamaro

Luisito, una historia de amor

A lo largo de esta delicada novela, breve pero intensa, la Flores de Bach me iban apareciendo, de la mano de Anselma, una maestra jubilada, que vive sola y aislada y que gracias a Luisito, un precioso loro exótico, recuperará la alegría por la vida.

Es un libro está dedicado por su autora Susanna Tamaro a las maestras que han educado a Italia y a las que, a pesar de todo, continúan haciéndolo.

Hay tres de las Flores de Bach que aparecen claramente reflejadas a lo largo de la lectura en el carácter de la protagonista, dos de ellas Honeysuckle y Wild Rose pertenecen al epígrafe de los que no sienten suficiente interés por sus circunstancias presentes y la tercera Willow al epígrafe del desaliento o la desesperación

Honeysuckle

Para los que viven demasiado en el pasado, que quizá fue una época de gran felicidad, o en los recuerdos de un amigo perdido, o de ambiciones que no se han convertido en realidad. No esperan encontrar nuevamente una felicidad como la que tuvieron.

Wild Rose

Para quienes sin una razón aparentemente suficiente, se resignan a todo lo que les ocurre, y apenas se deslizan por la vida, tomándola como viene, sin hacer ningún esfuerzo por mejorar las cosas y encontrar un poco de felicidad. Han abandonado la lucha por la vida sin lamentarse.

Willow

Para quienes han sufrido un adversidad o una desgracia y les resulta difícil aceptarla sin quejas ni resentimientos, pues juzgan la vida de acuerdo al éxito que aporta. Sienten que no han merecido una prueba tan grande, que es injusto, y se vuelven amargados. Suelen perder interés y mostrarse menos activos en aquellas cosas de la vida que antes les gustaba.

En el libro Anselma no toma las Flores de Bach, en cambio recibe, gracias a Luisito, el mismo mensaje que éstas transmiten, ganas de vivir y fuerza para cambiar.



Pilar Vidal Clavería
Terapeuta floral


jueves, 11 de junio de 2009

Ilusión

Cómo si estuvieramos en una entrevista floral podemos poner Flores de Bach en algunas de las palabras en las respuestas de Josep López Romero, coach literario.

Sepultar y tapar poniendo capas, es una terminología que utilizamos a veces con un tratamiento floral, las Flores pueden actuar eliminado estas capas superpuestas. En muchas ocasiones los estados emocionales y las situaciones (circunstancias de la vida) que vivimos se cronifican, corresponderían a los 19 últimos remedios y a los 7 Ayudantes.

Elaborando un simil con una cebolla, al superponenerse estas capas, no dejan expresar nuestra personalidad, que estarían en el núcleo de esta cebolla y que corresponderían a las 12 personalidades de cada uno de los 12 Doce primeros remedios.

Esta explicación es el esquema 12:7:19 que expone Julian Barnard en su libro Forma y Función.

Recuperar la ilusión: Wild Rose, Rosa canina, sus palabras claves son resignación y rendición

Esconder, No expresar la tristeza, Tapar: Agrimony, son personas atormentadas y la virtud que buscan es la paz.

Depresión: Gentian, el doctor Bach escribió :

¿Te sientes feliz cuando el éxito está en tu camino, pero cuando ocurren dificultades te deprimes fácilmente? Si es así la pequeña Gentian de nuestros pastizales de montaña te ayudará a mantener la firmeza de propósito y una visión más feliz y esperanzada incluso si el cielo está nublado.

Vacío en su interior: Wild Oat, el último de los Siete Ayudantes, es un remedio que cualquiera puede necesitar, el doctor Bach lo describe como: Los que tienen la ambición de hace algo prominente en la vida, que desean tener mucha experiencia y difrutar todo cuanto les sea posible, tomando la vida de lleno. pero su dificultad estribar en determinar qué ocupación seguir...

Aceptar para empezar a cambiar, Walnut, es el remedio para los estados de avance, la dentición, la pubertad y los cambios de vida. Para las grandes decisiones que se toman durante la vida, como el cambio de religión, el cambio de ocupación, o el cambio de país. Es el remedio para aquellos que han decidido dar un gran paso hacia delante en la vida, romper con las viejas convenciones, dejar atrás los viejos límites y restricciones, e iniciarse en una nueva vida.

ENTREVISTA A JOSEP LÓPEZ ROMERO

"No hay un espacio en la sociedad para expresar la tristeza, por eso la escondemos"

El coach literario publica el libro 'La ilusión' con el que pretende trazar un recorrido vital hacia la aceptación y la superación personal

Albert Domènech | La Vanguardia 11/06/2009 Cultura

Vivimos un momento coyuntural y económico en el que la palabra ilusión se hace más necesaria que nunca. O al menos es lo que piensa el periodista y escritor Josep López Romero que cree que la gente que vive esta crisis a un nivel íntimo y personal tiene una oportunidad de oro para replantearse y escuchar sus deseos más primarios. El autor parte de la base que todos podemos perder la ilusión en algún momento de nuestra vida, y este estado aletargado durante mucho tiempo deriva en fuertes depresiones. Él mismo lo sabe de primera mano, estuve catorce años sin ilusionarse por nada. Diagnóstico: depresión. Durante este trayecto oscuro aprendió cosas tan sencillas como aceptar la tristeza o expresar y compartir el dolor. Primero aceptó, para luego superar una situación crítica que ahora le ha llevado a ejercer de coach literario en el libro La ilusión con el objetivo de señalar un camino y una salida a personas que ahora mismo viven una situación similar. Para López Romero "el hombre, más allá de lo que viva o de lo que le hagan, tendrá siempre capacidad para volver a soñar". Una idea que evoca con una cita de la directora de la Fundación Laudes Infantis, Jacqueline Moreno, y que también incluye en la parte final del libro. "Cuando lo has perdido todo, volver a tener ilusiones es muy complicado. El secreto es que descubrimos que aunque nos hayan hecho trizas y nuestra vida sea un rompecabezas, siempre podemos volver a soñar".

-¿Qué le ha llevado a escribir sobre la ilusión?

-En general suelo escribir sobre cosas que me atraen mucho porque las necesito. Escribo más para aprender que no para explicar cosas que ya sé. En este caso, me llevó una situación personal de depresión que viví durante unos cuantos años. Sobre todo al ver cómo empezaba a salir de ella, ver como te cambia el paisaje cuando vuelves a sentir la ilusión por vivir. Quería transmitir que también se pude salir de esto y dar algunas claves sobre como lo he hecho yo o como pienso que se puede llegar a conseguir.

-¿Llegar a un estado de depresión implica siempre una pérdida de la ilusión, o no necesariamente?

-Sí, la antítesis de vivir ilusionado es vivir deprimido. Muchas de las depresiones a las que se llegan hoy en día se producen porque abandonamos las ilusiones que teníamos cuando éramos pequeños o jóvenes, y que nos movían y nos daban una energía que nos hacía sentir muy intensamente. Es algo que vamos sepultando y tapando por resignación o por mil y una circunstancias de la vida. Vamos poniendo tantas capas encima que al final esto nos desconecta de estos deseos primarios y de estas ilusiones elementales que nos hacían vivir. Aquí es cuando llega realmente la depresión, nos sentimos tristes y hundidos y no sabemos exactamente porqué.

-Porque nos olvidamos de nuestros deseos más primarios…

-Sí, o porque los intentamos sustituir por pequeños deseos o ilusiones que no lo son de verdad, simplemente son refugios, como tener un coche nuevo o comprarnos un teléfono móvil.

-Su libro empieza con una mujer, Esperanza, que se levanta con un fuerte vacío en su interior. ¿Es una situación cotidiana más común de lo que a primera vista parece?

-Sí, y estoy convencido de que últimamente ha ido a más. De todas formas la situación que describe el libro no deja de ser una parábola. Normalmente, no nos levantamos un día y decimos, "vaya, que me pasa, he perdido algo dentro, me siento vacío". Pero si que es verdad que vamos notando síntomas de esto, a los que muchas veces no les hacemos caso porque no queremos enfrentarnos con nuestros vacíos. Preferimos esconderlos y distraernos con la televisión o con el fútbol. Pero estos vacíos son muy obstinados, y continúan allí, y continúan picando en forma de tristeza repentina, de agobio, de pocas ganas de hacer cosas. Todo esto va sumando hasta que un buen día nuestro cuerpo dice basta.

-¿Y qué pasa con nuestra mente cuando el cuerpo dice basta?

-Entramos en una crisis fuerte de lo que sea, que podemos tapar o atenuar con medicamentos, muchas veces necesarios, pero que no solucionan el problema.

-Y entonces nos queda…

-Aceptar la situación, aceptar que no somos felices con la vida que tenemos, por mucho que nos pueda parecer que aquello que tenemos nos tiene que dar la felicidad.

-¿La única forma de curarse es aceptar que uno está triste, deprimido, enfermo?

-La aceptación es el principal punto de partida de una recuperación. Muchas veces enfermamos porque no aceptamos, nos negamos a nosotros mismos y a nuestros deseos e ilusiones. Nos obstinamos a luchar contra una realidad que frecuentemente no podemos cambiar. Esta lucha estéril contra cosas que tendríamos que empezar a aceptar para empezar a cambiar nos hace enfermar. Hasta que no aceptamos que somos como somos, con nuestras limitaciones pero también con nuestros talentos, hasta que no aceptamos que la realidad es la que es, y que la vida nos ha traído hasta ella. El primer paso para cambiar la realidad es aceptarla. La realidad está en permanente cambio, es la que es, pero cambia constantemente. Podemos incidir para que cambie, pero para ello hay que aceptarla, no negarla.

-¿Podemos aceptar esa realidad nosotros solos o cuando la crisis está en una fase adelantada es imprescindible que alguien nos abra los ojos?

-Es una pregunta muy buena porque realmente llega un momento, especialmente en las depresiones, en que no vemos las cosas como son, las vemos con el prisma deformado de nuestra tristeza o de nuestra frustración. Es muy necesario que alguien nos ayude, tenemos que entender y aceptar que no lo podemos hacer solos y que alguien desde fuera nos hará ver las cosas de otra forma. Muchas veces se producen suicidios por parte de personas que son incapaces de ver las cosas de otra forma. Ven las cosas como si tuvieran una tela, solo alguien de fuera puede ayudar a desentelar esta mirada y sobre todo puede ayudar a entender a que esto también pasará. Parte de poder aceptar pasa por entender que aquella realidad que tanto nos preocupa o nos entristece, cambiará y pasará. Es importante que sintamos que no estamos solos en el mundo, que estamos interconectados con otras personas. Sólo con el afecto del de fuera, se puede tener el efecto de salir de una depresión

-En su libro la profesional que ayuda a la protagonista a salir de su delicada situación es un hada madrina. Como esta figura sólo existe en los libros, y teniendo en cuenta que se autodefine como coach literario, debo interpretar que apunta usted directamente a la terapia del coaching

-Sí, esto es muy importante porque existen muchas herramientas destinadas al crecimiento personal o a la superación ante las dificultades de la vida. Todas pueden ser útiles. La psicoterapia tiene su utilidad, durante muchos años ha servido a mucha gente. Lo que pasa es que el coaching se está mostrando como una herramienta muy potente, de aquí que mucha gente la esté poniendo en práctica o incluso esté reconvirtiendo su formación profesional para ser coach.

-¿Por qué ahora y con esta metodología?

-El coaching se enfoca siempre al futuro, no al pasado. Se parte de la situación actual y se mira como mejorarla hasta llegar a un punto con el que nos encontremos bien. No necesitamos entender todo lo que ha sucedido en el pasado para llegar a un punto en el futuro. También es una técnica que no te dice nunca lo que tienes que hacer, pero sí que te da herramientas para que te des cuenta de lo que debes hacer. La psicoterapia quizá es un poco más pasiva en este sentido. Sí que es un acompañamiento, pero yo tengo la sensación de que te dejan un poco más solo. El coach te va descubriendo tus talentos, habilidades o virtudes y como te hace ver como te pueden servir para llegar a la vida que tu quieres tener. Creo que, a pesar de estar poco instalada en nuestra cultura mediterránea, es una figura muy interesante y que todavía está por explotar.

-Hay otro de los personajes de su libro que alerta sobre la diferencia entre alegría e ilusión. ¿Distan mucho la una de la otra?

-Es una confusión con la que yo me había encontrado muchas veces antes de hacer el libro. La alegría es una emoción que llega, la sientes y se va. Mientras hay alegría no hay tristeza, pero cuando llega la tristeza se va la alegría. No nos puede servir como gran soporte para avanzar en la vida. La ilusión incluye la alegría pero también te proyecta hacia el futuro, y esto enriquece todavía más al presente. Uno no puede vivir siempre con alegría, pero sí que puede vivir siempre con ilusión.

-¿Hemos banalizado nuestras ilusiones?

-Sí, y eso comporta el peligro de poner nuestra felicidad fuera de nosotros mismos y que no tengamos poder sobre esta felicidad. Nosotros nos ilusionamos por algo como adquirir cosas materiales, y eso durante un tiempo nos da una cierta vida, pero nuestra felicidad dependerá de eso. Si al final no tenemos ese coche, ese móvil o si ese coche se estropea, acabaremos hundidos otra vez. La ilusión verdadera es la que da un sentido a tu vida y no está fuera de ti. No la pones ni en un objeto, ni en una situación, ni en una sola persona.

-¿Sería esta la "Gran ilusión" a la que se refiere su libro?

-Aquí hago servir ilusión como sinónimo de sentido de la vida, al final estás haciendo aquello que crees que puedes hacer y esto es algo que tienes que sentir. Cuando estás fluyendo es cuando notas que realmente tienes ilusión, cuando notas que hay lo que en coach se denominan quiebres, si la ilusión es fuerte y el sentido que le has dado a tu vida es coherente, aquello lo soluciones, pero sino, te hundes.

-¿Hasta qué punto es importante tomarse la vida como un juego?

-En algún momento del libro hablo de que la vida tiene mucho de juego, pero no quiero que esto quede como una frivolidad. Las palabras ilusión y juego tienen curiosamente la misma raíz. Es verdad que no hay ilusión en la vida sino aceptas que la vida tiene una parte de juego. El juego pasa por aceptar que a veces puedes conseguir las cosas y otras no. Cuando la vida te lleva a un callejón sin salida hay que dar media vuelta, volver y afrontarlo de otra forma. Los niños son la ilusión personificada porque juegan constantemente, y se toman la vida como un juego. Saldrían mejor estudiantes si fuéramos capaces de tomarnos el estudio y la educación como un juego, pero no en sentido frívolo, sino serio. Un juego también tiene sus reglas, sus normas, puedes ganar o no…

-¿Personalmente ha llegado a entender por qué estuvo tanto tiempo deprimido? Creo que ha dicho en alguna ocasión que hay una obligación social para ser feliz.

-Sí, creo que esto es algo importante, pienso que deberíamos hacer una reivindicación en favor de la expresión de la tristeza. Tendríamos que ser capaces de sentirnos tristes y que no pase nada. En el trabajo, en las relaciones sociales, no hay un espacio en la sociedad para expresar la tristeza, por eso la escondemos. Pienso que es un sentimiento tan legítimo como cualquier otro, no tendríamos porque esconderlo. Esto nos evitaría muchas depresiones, medicamentos e historias tristes. Sería bueno que pudiéramos expresarnos tal y como nos sentimos.

-¿Es una de las cosas que ha aprendido durante estos años?
-Es una de las cosas importantes que he aprendido, tiene que haber un espacio para llorar las tristezas de la vida, para expresar dolor, para sentir pérdidas y compartirlas con las demás.

domingo, 1 de marzo de 2009

Entusiasmo

En julio del año pasado Edireflex, obsequio a sus socios con una sesión de Risoterapia, en el centro Salud Inteligente de Barcelona.

La Terapia de la risa que nos ofreció Mari Cruz García fue gratificante y beneficiosa para todos, si algo importante me lleve personalmente al salir de allí fue lo que a raudales desprendía Mari Cruz, era ENTUSIASMO, y que es para mi uno de los puntos claves para seguir nuestro camino.

Si con una flor de Bach relaciono este entusiasmo no es con Vervain que precisamente por su entusiasmo exagerado llega a ser su defecto a superar para pasar a desarrollar la tolerancia como virtud, sino con Wild Rose

Aquellos que sin aparente razón suficiente se vuelven resignados frente a todo cuanto sucede y simplemente se deslizan por la vida, tomándola como viene sin hacer el menor esfuerzo por mejorar las cosas y por encontrar algo de alegría. Son los que se han rendido ante la lucha de la vida sin quejarse

Los doce Sanadores


Las flores de Wild rose tienen unos pétalos en forma de corazón de color rosado o casi blancos, con una forma de proyección de sus flores planas y hacia arriba que nos dan idea de una actuación rápida de su esencia, nos aportará ánimo y energía y volverá el entusiasmo.

Wild Rose, Montseny
Foto: Pilar Vidal Clavería

lunes, 8 de diciembre de 2008

Frutos en otoño

Los frutos de las Clemátides son unas pequeñas nueces, llamadas núculas, que llevan insertadas unas plumas para permitir su dispersión por el viento. En esta época del año en la Vall Fosca, en la comarca del Pallars-Jussà, provincia de Lleida, se ven por todas partes, desde lejos grandes masas blaquecinas destacan entre los troncos de los árboles sin hojas. A estas semillas se les llama "Barba de hombre viejo" y "Alegría del viajero"



Hay dos especies de Clemátides muy similares entre si, la Clematis vitalba, que es la de Bach y la Clematis flammula. Algunas de sus diferencias están en las hojas, en el Clematis de Bach, el borde es dentado, pero al ser caducas, y no poder observarlas, no he podido comprobar de que especie en concreto se trataba.

Y compartiendo espacio con las Clemátides, se encuentran los frutos rojos de Wild Rose, los escaramujos, que ya se van secando.


Y como una alfombra en los caminos, las hojas y los frutos caídos de los robles.


El día hoy era radiante y la nieve cubría buena parte del paisaje.


Fotos: Pilar Vidal Clavería

domingo, 5 de octubre de 2008

Paseo de domingo

Pasear un domingo por la mañana por uno de los caminos del Parc de Collserola, muy cercano a la ciudad de Barcelona, no es una idea que tengamos unos pocos, ya que somos cientos las personas que queremos disfrutar de un día soleado, una temperatura agradable y unos caminos por donde no circulan los coches.

En el parque hay muchos itinerarios señalizados tanto para caminar como para ir en bicicleta o a caballo.

Uno de ellos va desde las afueras de la población de Sant Cugat a la masía de Can Borrell, en el recorrido nos encontramos al Pi d'en Xandri, se trata de un pino piñonero, Pinus pinea, tiene una altura de 23 metros y más de 230 años.
En 1997 sufrió un acto de vandalismo, por eso está apuntalado, por suerte superó la agresión y está impresionante.




Del pino piñonero se recogen las piñas para obtener los piñones, el verdadero fruto, que son comestibles al contrario de la especie de pino que se utiliza para elaborar Pine, Pinus sylvestris, donde sus piñones no lo son por su pequeño tamaño.

Y podemos ver al escaramujo, el fruto rojo del rosal silvestre, Wild Rose, Rosa canina, cuando están maduros son comestibles y tienen gran cantidad de vitaminas, aunque hay que tener en cuenta que debajo de la parte comestible hay unos pelos irritantes para la boca.



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