Inmaculada Díaz, licenciada en Psicología, primera en participar en la mesa comentó que hay temas que nos perturban un poco, la muerte es uno de ellos, la mirada de los niños sobre la muerte es diferente de la mirada de los adultos.
Con los niños lo más importante es lo que hacemos, por lo que en primer lugar es importante aclararse uno mismo, dijo al igual que habían comentado los ponentes anteriores, que el duelo no es una enfermedad, es un proceso, una reacción normal, necesaria y adaptativa.
El duelo en los niños va a depender de su edad y definió varías etapas en función de ésta.
Hasta los dos años, no existe el concepto de la muerte, porque tampoco no existe ningún otro concepto.
En cuanto a cómo viven el duelo los niños dio unas pautas a observar en función de la etapa en que estos se encuentren.
Antes de las 16 semanas de vida no hay reacción a la separación, el bebé estará bien si aparece una nueva figura de referencia.
A partir de los cuatro meses de vida empieza la reacción a la separación, reaccionan al duelo parental.
En los niños de más de 12 meses hay una reacción en las relaciones, se busca y se rechaza la relación con el padre que queda si ha perdido a uno de los progenitores.
Un punto importante a observar es la mirada del niño y la imitación de los gestos que ve y si deja de señalar, son reacciones a la pérdida sobre los que debemos mantenernos atentos.
Aunque el niño se encuentre en una situación especial es importante continuar manteniendo las normas, ya que los niños necesitan amor y límites.
Para poder ayudar es básico respetar, ya que cada familia es diferente.
En una siguiente etapa de los dos a los 6 años, donde el mundo de los niños es mágico, hay una asociación de la muerte con la falta de movimiento, no es tan trágico, todo y que necesitan hablar del tema. Los niños captan las emociones de los padres y necesitan contención y límites, no saben decir lo que les pasa, porque todavía no saben poner nombre a las emociones. La etiqueta ante las emociones se realiza de los 9 a los 10 años. Todo y que la culpa está muy presente.
Joaquín Gascón, diplomado en Enfermería, nos explicó sus experiencias en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona, con los dibujos realizados por los niños, la observación de estos dibujos y de los colores que se utilizan, puede dar mucha información de lo que sienten los niños.
Es bueno comentar y hacer las conclusiones de los dibujos con los propios autores.
La señora Inma Tío, explicó su experiencia con la enfermedad y la muerte de su hijo, de una manera clara y serena y como un acto de amor.
2 comentarios:
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Gracias por la información José Luis, voy a buscar el libro lo encuentro muy interesante.
Saludos
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