Feng Meng Long
Angkor, Camboya agost 2005
Algunos de los 38 remedios del doctor Bach que nos ayudarán a actuar bien y sin agitación pueden ser:
Vervain, Impatiens y Cherry Plum
PILAR VIDAL CLAVERIA. Counseling integrativo-relacional duelo y pérdidas, Máster IL3 Universidad Barcelona, Instituto IPIR. Terapeuta floral. Lic Ciencias Biológicas Univ Barcelona.Información y consultas 652631831. Este blog es un espacio donde encontrarás información sobre el acompañamiento en el duelo y las pérdidas, la terapia floral y también algunos de mis intereses personales: fotografía, viajes, películas, entrevistas,reflexiones....Gracias por visitarlo y compartirlo
Me pidieron que escribiera un libro para niños sobre el tiempo y recurrí a mis hijos. Les dije que nos situamos en el universo dentro de unas coordenadas de espacio-tiempo...
¿Le entendieron?
Les dije que el tiempo se nos manifestaba a los humanos básicamente como negación: en negativo.
¿Por qué?
Estamos en este instante queramos o no: no podemos cambiarlo.
Sólo en las películas.
Mi hijo de ocho años me respondió: "Entonces, papá, el tiempo es una prisión".
Ese niño tiene una contra.
El tiempo es una prisión, sí, pero una prisión con ruedas, un presidio que avanza inexorable. Y ahí llega la primera pregunta de la física y de cualquiera que piense...
¿. ..?
¿Qué hace que esa prisión se mueva? ¿Qué es lo que mueve el tiempo?
¿. ..?
La pregunta es si el tiempo lleva en sí mismo su propia renovación, su propio motor: si es capaz de renovar los instantes presentes por sí mismo y crear su devenir...
O...
... O si el motor del tiempo está fuera de él y es algo diferente de él.
Por ejemplo...
Una posibilidad sería que la expansión del universo generara la fluidez del tiempo.
¿Y si el tiempo estuviera en nosotros?
Kant pensaba que había un catalizador de tiempo en nuestra mente que nos hacía percibir la realidad de forma cronológica, pero la conciencia humana apareció hace un millón de años y, en cambio, hoy sabemos que hubo acontecimientos muy anteriores, como la aparición del Sol o la propia Tierra.
Luego el tiempo no es todo inventado.
No, pero Einstein también apunta que ese motor del tiempo somos nosotros: al ser observadores de cómo el universo sigue el espacio-tiempo, tenemos la impresión subjetiva de que el tiempo pasa.
No sé si lo pillo...
Es lo que le sucede al pasajero de un tren que ve desfilar el paisaje ante sus ojos, pero en realidad no es el paisaje el que se mueve, sino el tren en el que va ese pasajero. Y aquí queda la pregunta: ¿el tiempo es producto de la conciencia humana o una dimensión ajena, pero percibida por nosotros?
¿Usted qué cree?
Yo no creo que el tiempo sea tan sólo un producto integral de la percepción humana; existe en sí, pero nosotros lo percibimos de una manera específicamente humana.
¿En otras palabras...?
Existen instantes, pero no sucesivos. La sucesión - como ya explicó Descartes-la ponemos nosotros. Es nuestra conciencia la que coloca un instante antes o después del otro y después los integra como sucesivos.
...
Para la física, sólo es instante el que ha sido, será o es presente...
Para nosotros también, ¿no?
No, porque para nosotros el instante presente siempre es el más importante, mientras que para la física este instante es exactamente igual que todos los demás: presente, pasado y futuro son sólo ilusiones humanas.
¡Ah!
Así se lo reveló Einstein a Carnap dejándolo sumido en una perplejidad cósmica.
¿Por qué vivimos más el presente?
Es pregunta para la neurociencia, no para la física, pero le diré con certeza que la única cosa que disminuye con el paso de los años es el número de primeras veces.
No se lo puedo desmentir.
Y Michel Serres nos da una receta magnífica para no hacernos viejos...
Cuente, cuente.
Seguir manteniendo el mismo número de primeras veces aunque cumplas más años. Y eso lo puede conseguir de dos maneras.
A saber.
Haga lo que no haya hecho nunca antes o haga lo de siempre como si no lo hubiera hecho nunca: como si fuera la primera vez.
Me parece más fácil lo primero.
Acierta, porque lo es; pero la verdadera sabiduría reside en conseguir lo segundo.
Es lograr descubrir el Mediterráneo cada vez que lo ves.
La receta contra el envejecimiento mental es vivir continuamente la novedad.
¿Cómo?
Si eres capaz de vivir intensamente el instante, lo vives de nuevo siempre, porque ningún instante es igual a otro. Son nuestra pereza primero y nuestra soberbia después...
Siempre van de la manita.
... las que nos empujan a creerlo todo ya vivido y caer en la falacia de que ya sabemos de todo; que lo hemos vivido todo; que nadie nos puede enseñar nada...
Error que cometemos por quedar bien.
Enorme, porque nos impide disfrutar como niños de lo insólito de estar aquí y ahora.
¿Y en física qué le ha pedido a Papá Noel?
Que el nuevo acelerador de partículas logre los resultados que aclararán empíricamente si existen otras dimensiones además de la del espacio-tiempo.
Si lo pide con ilusión, lo tendrá.
Ya tuve mi mejor regalo cuando el médico que me pronosticó un cáncer mortal se equivocó. Pasé meses obsesionado con el paso del tiempo, pero gracias a su error hoy saboreo cada segundo.
El cónsul de Francia me presenta a Klein y se nos pasa el tiempo volando mientras lo perseguimos con palabras. Klein se obsesionó con el instante cuando un oncólogo le dijo que iba a morir en breve: se equivocó, pero le convirtió en otro hombre que hoy da su receta para no envejecer: o haces cosas nuevas o haces las de siempre como si fueran nuevas. Es el secreto de la eternidad que distingue a los genios, siempre empeñados en ser niños. Lo contrario es la soberbia de saberlo todo y estar de vuelta de todo incluso antes de haberlo vivido. Por eso, Étienne Klein y yo les deseamos que estrenen el 2010 como si fuera el primero, porque también es irrepetible. ¡Feliz década, amigos!
Hoy, a los 12 años. El primer día de 1. º de ESO.
¿Por qué?
Es el día que dejamos que el chaval vuelva solo a casa, con su llave. En casa no hay nadie: merendará lo que le apetezca y verá la tele, chateará y jugará con la videoconsola a sus anchas.
¿Qué tiene en común este adolescente con el de hace treinta años, y qué no?
En común, los trastornos hormonales y la impulsividad: el cerebro experimenta un nuevo arranque para hospedar nuevas competencias, nuevas aptitudes.
Estamos ante un ser mutante, vamos.
Sí, y es natural que manifieste cambios de personalidad, una en casa y otra fuera...
Da un poco de miedo.
Más temibles que estos factores endógenos - iguales en todas las épocas-son los exógenos, que son nuevos, y que moldean a estos "nuevos adolescentes" nuestros.
¿A qué factores nuevos se refiere?
A la cultura del ocio tecnológico: pantallas, videojuegos, internet, móvil, mp3... Y al "lo quiero ¡ya!". Por eso es fácil que a esta edad incurran en adicción a un ocio paralizante y a la inmediatez, a quererlo todo al instante.
Tengo preparada una charla sobre las Flores de Bach "12 lecciones a aprender" y en cada uno de los 12 sanadores he puesto una breve frase que para mi determina el defecto a superar, en el caso de Impatiens es precisamente "Lo quiero ya", si decimos que los Impatiens son impacientes, que no tienen tiempo que perder, que son irritables, exigentes, no soportan la lentitud, todas estas características quedan perfectamente reflejadas, en esa necesidad de inmediatez. La lección a aprender, la indulgencia, nos enseña a saber esperar, a ver que cada uno necesita su tiempo, el pararse a observar, a perdonar las diferencias de los otros, a tener empatía.
¿Hemos maleducado a nuestros hijos?
"Educar bien a un hijo consiste en dejarle que pase un poco de hambre y un poco de frío", decía Confucio. Quizá no les hemos dado buen ejemplo... Si no quieres que tu hijo sea consumista, ¡no lo seas tú!
¿Cómo definiría a estos nuevos adolescentes nuestros?
Los defino como los rebeldes del bienestar. Si antes el adolescente se rebelaba para mejorar el mundo, ahora admite "estoy de puta madre, ¡pero quiero estar mejor!", como me confesó uno. Quieren para sí más lujo del que ya tienen, que es mucho.
¿Y qué deberíamos hacer los padres?
Evitar hiperregalar a los niños. ¿Por qué no acompañarlos a entregar regalos sobrantes a niños necesitados?
Más consejos.
Desde niños, acóteles el uso de pantallas: de lunes a viernes, nada de videojuegos.
¿Le compro móvil a mi hijo de 13 años?
En la clase de mi hijo de 12 años, él y otro son los únicos sin móvil. ¡Los amigos le acusan de tener un padre irresponsable, pues no podrá avisarme si "le pasa algo"!
¿Y usted qué le argumenta a su hijo?
Que las desventajas de tener móvil - adicción, gasto...-superan las ventajas. ¡Retrásele a su hijo el móvil todo cuanto pueda!
¿Le permito tener tele en su cuarto?
¡No! Lo mejor es un solo televisor en la sala, y negociar su uso entre toda la familia.
Pero ordenador sí necesita, para hacer trabajos del cole.
Pero si tiene que conectarse a internet, que sea en un ordenador situado en la sala.
Otro problema: ¿le doy paga?
Retrásela al máximo, y que se acostumbre a razonar para qué quiere el dinero, y a argumentar si realmente necesita tal cosa. Y si a los 15 años acuerdan paga..., que sea semanal, y fijando para qué conceptos.
¿Y si exige salir de noche con amigos?
Retrase eso lo posible, y pacte la hora de regreso, lo menos tarde posible, y si incumple, que no salga la próxima. Lo mejor es que un padre vaya cada vez a recoger al grupo.
Trabajoso, ser padre de adolescente...
Haber sido padres exitosos de un niño ¡no garantiza serlo de un adolescente! Los padres de adolescente deberían asistir a un cursillo. ¡Y ojalá colaborase la escuela!
¿No lo hace?
Los conflictos reales del adolescente son las drogas, el sexo, la violencia, las adicciones, los trastornos alimentarios, la percepción del propio cuerpo, la indumentaria y el dinero. Yo pregunto: ¿cuántas horas dedica la escuela a debatir acerca de estos asuntos?
No sé.
¡Casi nada o nada! La escuela ni se atreve a decir qué ropas no deberían admitirse en clase. ¡La escuela, pues, todavía no ha entrado en el siglo XXI! Deberíamos reclamárselo, y a la vez devolverle autoridad moral.
¿Cómo educo al chaval sobre sexo?
Propiciando ocasiones para hablarle de sexo. ¡Hoy se dan más embarazos indeseados que nunca! Ayúdele a conocer el preservativo. Todas las chicas llevan tampones en el bolso, ¡pero ninguna lleva preservativos! Es desesperante... Usan la píldora abortiva.
Pero el pánico paterno es la droga.
Cuéntele al adolescente la verdad: que el cannabis puede proporcionar sensaciones placenteras, pero distorsiona percepciones, merma la capacidad de concentración, puede disparar trastornos mentales... Que las pastillas son euforizantes y empatizantes, pero luego hunden en la apatía, restan potencia intelectual, disparan brotes psicóticos...
¿Ante qué síntomas debo alarmarme?
Un repentino bajón en su rendimiento académico, dificultades con sus horarios...
Lo bueno es que la adolescencia se acaba, ¿verdad? ¿Cuándo se acaba?
A los 30 años... Es el adojoven: el joven que sigue siendo adolescente, que no se ha esforzado en dejar de serlo. A veces, ¡sus propios padres son todavía adolescentes!